INTERNACIONAL / Nuevo ataque de la coalición árabe en Yemen / Nota






La coalición árabe bombardeó Yemen por segundo día consecutivo, destruyendo depósitos de armas y municiones y centros de control donde se reúnen cabecillas hutíes. Uno de los ataques fue dirigido contra una cárcel, lo que provocó dos muertes y la fuga de más de 400 presos. Por su parte, el presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, calificó ayer de “títeres de Irán” a los rebeldes chiítas que lo obligaron a huir del país y solicitó a las fuerzas extranjeras que continúen con los bombardeos hasta que los hutíes se rindan.

Las declaraciones de Hadi fueron realizadas durante la celebración de la cumbre de la Liga Arabe, celebrada en la localidad egipcia de Sharm el-Sheij, donde fue discutida la creación de una fuerza militar conjunta para operar militarmente en Yemen. Hadi solicitó la intervención de la coalición conformada por Arabia Saudita, Bahrein, Kuwait, Qatar, Emiratos Arabes Unidos (EAU), Egipto y Jordania, cuando los rebeldes hutíes lo obligaron a abandonar el palacio presidencial instalado provisoriamente en Adén, el último bastión de los sunnitas en el país.



Los ataques de la coalición árabe acabaron con varios depósitos de armamento y municiones de los rebeldes hutíes. Además, destruyeron varias posiciones antiaéreas que los chiítas utilizaron para responder a los ataques. Uno de los bombardeos tuvo como blanco una cárcel ubicada en la provincia de Saada, feudo de la milicia hutí. El ataque, en el que murieron un guardia de la prisión y un reo, destruyó la entrada del complejo y otras dependencias del edificio, en el que cumplen pena personas condenadas por asesinato y narcotráfico, entre otros delitos. Los presos lograron escapar debido a la confusión creada por las explosiones. En medio del humo y las llamas que emanaron de una planta de gas cercana, destruida por un segundo ataque aéreo, los reos lograron concretar su fuga. La cárcel bombardeada es la mayor de la provincia de Saada, situada en el norte de Yemen y fronteriza con Arabia Saudita.

El portavoz de la coalición militar árabe que opera en Yemen, el general saudí Ahmed al Asiri, aseguró ayer que los hutíes ya no poseen prácticamente aviones ni centros de comunicaciones. El militar destacó “el éxito” de las operaciones militares en sus primeros tres días, que dejó fuera de funcionamiento casi toda la fuerza aérea de la milicia chiíta. “La capacidad militar de los hutíes se debilita día a día, por lo que no podrán volver a propagar el terror”, dijo. El portavoz aseguró que los ataques intentan ser lo más exactos posibles para evitar víctimas entre los civiles, aunque afirmó que los hutíes se desplazan entre las viviendas de la gente y zonas residenciales para llevar a la coalición a atacar esos lugares y causar muertes. “Los milicianos chiítas atacan con proyectiles de mortero las viviendas para hacer creer a la gente que son aviones de la coalición”, dijo. También informó que la aviación de la coalición árabe bombardeó movilizaciones de los hutíes en las provincias meridionales saudíes de Yizan y Nashran, para evitar que logren internarse en el país. Asiri no descartó la posibilidad de lanzar una campaña militar por tierra. “Cualquier operación aérea, terrestre o marítima debe ser primero evaluada y, de ser requerida, se adoptará en el momento adecuado”.



Por su parte, el mandatario yemení sostuvo ayer que los rebeldes chiítas “conspiran contra la unidad de Yemen” y provocan “discordias sectarias y regionales”. Hadi expresó que la ofensiva de la coalición internacional debe continuar hasta que los hutíes “salgan de las provincias e instituciones que ocuparon y devuelvan las armas, medianas y pesadas, que saquearon de los cuarteles militares”. Hadi consideró que las operaciones militares en su país son “la aplicación práctica” del proyecto de resolución que está previsto que se apruebe en la cumbre para formar una fuerza militar árabe conjunta. También dijo que fue “la voluntad de los yemeníes” la que lo empujó a pedir una intervención militar urgente en su país para proteger al pueblo yemení de “la agresión destructiva de los hutíes contra la identidad árabe de Yemen y sus valores islámicos”. Además de la intervención militar, Hadi pidió un verdadero Plan Marshall árabe para apoyar económicamente a su país para volver a reconstruir el Estado. Los jefes de Estado coincidieron en la necesidad de desplegar esfuerzos conjuntos y de actuar rápido ante las amenazas regionales, que a su juicio son el jihadismo y la injerencia iraní en algunos países árabes, como Yemen. Para ello, los representantes defendieron el borrador de resolución aprobado el pasado jueves por sus ministros de Exteriores para crear una fuerza militar conjunta, que está previsto que se adopte de forma definitiva y oficial en esta cumbre. El presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, aseguró que este contingente, propuesto por su país, “no está dirigido contra ningún país y no pretende injerir en los Estados, sino respetar su soberanía y defender los intereses árabes”.

Los países que asumieron la defensa militar del gobierno yemení son naciones de mayoría sunnita, mientras que las pocas voces de la región que rechazaron la ofensiva y hasta amenazaron con responder pertenecen a la alianza chiíta-alawita, encabezada por Irán, Siria y el partido-milicia libanés Hezbolá, lo que profundiza la brecha sectaria del conflicto. Asimismo, mientras los primeros comparten una buena relación con Estados Unidos, el segundo grupo está conformado por los principales enemigos de la Casa Blanca.

(Página 12, domingo 29 de marzo de 2015)

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