Entre los años 1997 y 2000, Silvina decide vivir en Miami, donde se contacta con músicos de diferentes puntos de Latinoamérica. De regreso a la Argentina, decide continuar con los estudios universitarios como psicóloga. Se gradúa y ejerce la profesión, intercalando su trabajo con presentaciones en diversos pubs de la Capital Federal y del interior del país.
Durante el 2004, realizó dos presentaciones en El Condado a dúo con Lito Vitale y su quinteto, con localidades totalmente agotadas. En el mes de noviembre de ese mismo año, realizó otro espectáculo en dicho local, donde estrenó "Monedas al aire", "Dondequiera que esté" y recreó temas clásicos de la música Brasilera.
En el 2005 y el 2006 continuó con sus presentaciones por el interior del país y realizó ciclos de recitales en El Condado y en el Centro Cultural Torcuato Tasso. Durante esta etapa, Silvina conformó su actual banda y presentó las canciones de su última placa.
Quiero dejar todas las palomas
En el cedro de tu alma
Y todo el beso en tus pies
Que dejes de mirarme burlón,
Se que te estoy dando poco,
Y mucho te pediré.
Se la nube sola en mi pradera,
Seré tu querido verde,
Y seras sombra en mi mitad,
Y si ves que mi verde se quema,
Llueve tu llorosa pena,
Y el verde nuevo se hará.
Y que no te vayas un febrero,
Detrás de aquella bandada,
Azabache hacia, el pinar,
Quiero ser también dueña del cielo,
Y un pinar, pero es preciso,
Y que me enseñen a volar.
Hazte sol cercano en la distancia,
Hazte en el recuerdo un leño,
Y quemate en mi interior,
No quiero tener más noches frias,
Ni poder tan solo en sueños,
Despertame junto a vos.
Que tengamos alrededor nuestro,
Quien berre nuestros nombres,
Y mucha sombra por dar,
Cuando llegemos a la tierra,
Unete conmigo en savia,
Así haremos sombra igual
Para el amor de mi vida...