ARGENTINA / La matriz de la fuga de divisas que organizó la JP Morgan en el país / Escribe: Gustavo Cirelli






La historia que se detalla a continuación es sólo una muestra que permite entender varias cuestiones a la vez. Por un lado, y ese es el nudo del tema, se expone en detalle cómo opera el circuito financiero,–con nombres, protagonistas, cuentas, montos y sedes– para girar dinero al exterior con fines múltiples, en algunos casos, obviamente, transacciones vestidas de legalidad; y en otros, con el fin de lavar, fugar, evadir y demás acciones delictuales que, al parecer, se realizan a la vista de todos.

Las operaciones que se exhibirán tienen en todos los casos el mismo denominador común: el JP Morgan Chase, el banco denunciado por el arrepentido Hernán Arbizu por presunto lavado de dinero y fuga de divisas de más de 400 empresas por unos 5000 millones de dólares, nómina entre las que aparecen directivos y empresas del Grupo Clarín (ver páginas 4 y 5). En ese punto radica otro de los aspectos que refleja esta historia: el doble estándar. El doble estándar en relación a la celeridad que le imponen a sus actos quienes deben procurar justicia. La doble vara de cierta dirigencia política que aprendió o se resignó a tragar sapos sin despeinarse ni perder la sonrisa. Y también, obviamente, la doble moral de la prensa hegemónica que oculta para defender sus propios intereses, que son por cierto, inescindibles de los intereses de los históricos grupos del poder concentrado de la Argentina.


A modo de introducción es válido recordar que Arbizu se autoincriminó en la justicia a mediados de 2008. Presentó un extenso escrito ante el juez federal Sergio Torres en el que incluyó el listado con más de 400 empresas. El ex responsable de las operaciones comerciales de la del JP Morgan para el Cono Sur –léase: Uruguay, Paraguay, Chile y la Argentina– que se inculpó a sí mismo, fue llamado a declarar sólo una vez a Comodoro Py. El magistrado efectuó varios pedidos a autoridades de Estados Unidos a través de la Cancillería, con resultados negativos. A raíz de ello envió un exhorto a la justicia suiza para que informe si algunas de las personas o empresas incluidas en el listado tienen cuentas en ese país. Así Torres volvió a darle impulso al expediente, que ya tiene cinco años. En tanto, el fiscal de la causa, Guillermo Marijuan, fue cuestionado por su inacción frente a la denuncia de hace un lustro sobre presunta fuga de 5000 millones de dólares al exterior. Días pasados, Marijuan protagonizó un duro cruce con sus colegas y su jefa, la procurado Alejandra Gils Carbó. Fue en el marco de la investigación por supuesto lavado de dinero que involucra al empresario patagónico Lázaro Báez. En ese caso, en pocas horas, Marijuan pidió la imputación de Báez, y otros actores del informe realizado por Jorge Lanata en Periodismo para Todos: el trío Federico Elaskar, Leonardo Fariña y Fabián Rossi.

Arbizu, en tanto, no sabe por qué aún Marijuan no lo llamó por su denuncia de 2008. Si lo hiciese, el ex banquero podría reiterarle lo que detalló entonces, una definición de su trabajo y por ende de la matriz del circuito financiero que posibilita la fuga de divisas al exterior: "Administración de activos líquidos (inversiones), creación de estructuras de administración de riquezas con fines hereditarios, ayudar a clientes para crear estructuras de con las que ocultar la verdadera titularidad de los activos (esto se debe a que en muchos casos los activos no son declarados en los países donde viven los clientes), y préstamos en la Argentina usando como garantía activos no declarados en el exterior." No hay dudas de que Arbizu conoce la estructura por dentro.

A partir de ahora, tras la revelación de Tiempo Argentino, tampoco habrá dudas de que JP Morgan realiza en el país operaciones de banca privada, lo que choca, por cierto, con el Banco Central de República Argentina. Este diario tuvo acceso a copias de las "Instrucciones de transferencias" del JP Morgan que reflejan, por ejemplo, la tarea que realizaba Arbizu: cancelación de cartas de crédito, cancelación de garantías, ordenes de inversiones, y otras operaciones que fueron realizadas entre 2006 y 2009 con destino a entidades financieras en paraísos fiscales y centros financieros internacionales. Entre esas operaciones surgen transferencias desde la sucursal argentina del JP Morgan a bancos en Andorra, Curacao, Bahamas, las Antillas Holandesas, Zurich, Miami, Nueva York y Houston, entre otros. En ciertos casos, la entidad operó únicamente como intermediario ya que los bancos de origen fueron otros.

Algunas cuestiones técnicas: en la documentación se comprueba que las transacciones se efectuaron en su gran mayoría por el sistema SWIFT (The Society for World wide Interbank Financial Telecomunications), la red que agrupa a la gran mayoría de los bancos en el mundo y permite una comunicación de las operaciones rápida y segura. Los registros de las transacciones incluyen además el IBAN (Código Internacional de Cuenta Bancaria) una codificación que incluye un código para el país de destino, un número de control, otro que identifica a la entidad bancaria que realiza la operación y otro para la sucursal, además del número de cuenta de quien realiza la transferencia, lo que permite identificar con pelos y señales a las personas y empresas que giraron dinero al exterior.

También algunas operaciones incluyen el código ABA, un serial de números establecido por la Asociación Americana de Banqueros que permite identificar a las instituciones financieras ante la Reserva Federal de los Estados Unidos y el resto de los bancos en ese país.

Las "Instrucciones de transferencias" contienen datos precisos:

El número de cuenta.

Su titular –muchas veces son sociedades anónimas, o trust y fideicomisos, creados desde la misma banca privada, cuya finalidad no es otra que la de ocultar el verdadero titular del dinero:

l La entidad de inicio de la transacción,
l La operación en sí, y los intermediarios que participan. En muchos casos el dinero se vehiculiza a través de casas de cambio o sociedades de Bolsa: en estos casos no interviene el área de banca privada de la entidad sino que se realiza, lo que se define como "negocio transaccional". Se llama banca privada porque su función es resguardar la privacidad de los clientes.
l El contacto (el representante del JP Morgan en la operación)
l El beneficiario (muchas veces, el verdadero dueño de la cuenta).
l Y por último la fecha de la operación.

Los documentos a los que tuvo acceso Tiempo Argentino permiten exponer, por primera vez, las distintas formas de una operatoria que consolida la fuga de divisas de argentinos al extranjero, una cifra estimada en más de 120 mil millones de dólares. A saber:

La empresa Autopistas del Sol, concesionaria de la Panamericana y la Avenida General Paz desde 1994, transfirió el 6 de marzo de 2006 129.226,22 dólares desde su cuenta 0103896 en el ING Trust en las Antillas Holandesas al JP Morgan en Nueva York para el pago de intereses financieros. La minuta de la operación advierte que "los cargos serán pagados por Argento Foundation y autorizamos el débito correspondiente sobre la cuenta". Un detalle a considerar: Autopistas del Sol está integrada por la española operadora de autopistas Abertis (31,59%), la constructora italiana Impregilo (19,82%), la empresa Sideco del Grupo Macri (7%) y los también españoles de Dycasa (5,83%) y el Grupo ACS (con el 5,72%). Además, el 30% del capital está conformado por oferta pública de acciones en la Bolsa de Comercio.


"Cuenta: 739.317.571. Titular: Estudio Cardenas. Entidad: JP Morgan Chase. Contacto Felipe Pizarro. Fax: (212) 4.640.100. Operación: Transferir U$S 24.710 de nuestra cuenta a la cuenta Standard Chartered New York, ABA 026002561. Para la cuenta 3544-033305-001 de Banco Francés SA Buenos Aires para ser acreditado en la cuenta corriente 470-20-002775-8. Orden DRYT SRL. Fecha: 6 de marzo de 2007". Emilio Cárdenas fue una figura relevante en la política y los negocios del país en las últimas décadas. En 2003, dejó el puesto de director Ejecutivo de HSBC Argentina Holdings SA Cárdenas, con la llegada de Carlos Menem a la Casa Rosada, supo combinar negocios y diplomacia: en 1992 fue embajador de la Argentina ante la ONU, luego ocupó el Consejo de Seguridad del organismo como representante del país y en 1997, fue nombrado representante personal del secretario general de la ONU ante Irak". Entre los clientes del Estudio Cárdenas, Di Ció, Romero y Tarsitano, Abogados, figura el JP Morgan.

Otro caso es el del ex titular del Exxel Group, Juan Navarro Castex, uno de los rostros emblemáticos del estilo de hacer negocios en la década del '90. Desde la cuenta 739-082787, del JP Morgan Chase (Private Bank), de Nueva York trasfirió U$S 40 mil a "Wachovia Bank NA, New York, USA. Swift PNBPUSNNYC. FEDWIRE 026 005 092. Acc: 2000192261221. Beneficiario: banco de Galicia y Buenos Aires SA. Para el crédito de la cuenta corriente 1556/3 182/5 de Juan Navarro Castex. Ref: Transferencia de capital. Fecha: 17 de marzo de 2008." Un dato a tener en cuenta en este caso es el contacto en Nueva York: Jeannette Bueno.

Bueno es una de las administrativas de las operaciones de Banca Privada de JP Morgan para el Cono Sur, su oficina está en el 5° piso del 345 del Park Avenue. Trabajaba en vínculo permanente con Arbizu, responsable comercial de la entidad para la misma región. La oficina neoyorquina de Arbizu estaba en el mismo piso de Park Avenue. Ahí también trabaja Norma Caba, que cumple funciones similares a la de Jeannette Bueno. Así es que en uno de los documentos a los que tuvo acceso Tiempo. Caba aparece junto a Alejandro Jiménez como el contacto de la operación de Norep SA. Esta firma, el 26 de septiembre de 2007 transfirió de su cuenta Q65036008 en el Chase, de Nueva York, U$S 20 mil a "JP Morgan Private Bank, 345 Park Avenue, New York. Beneficiario: Limay SA, Acc: 610-22-669. Atención Alexandra Preite /Paul Camacho". Limay SA tiene dirección en 25 de mayo 444 2°, en Montevideo. Camacho es el jefe de Jeannette Bueno y de Norma Caba. En tanto, Alexandra Preite fue señala por Arbizu en su denuncia ante el juez Torres por realizar la misma tarea que él en el JP Morgan.

Y hay más.

El 26 de enero de 2008, desde una cuenta sin identificación, figura como titular Virreyes Agropecuaria SA, en la sede el JP Morgan del 345 Park Avenue. El contacto es el broker Walter Gómez. Se detalla la operación "compromiso firmado como promesa de pago de fecha 25 de enero de 2008 por U$S 1.071.283". En el documento, la firma aparece como Virreyes Agropecuaria, pero es Vireyes Agropecuaria SA que, por caso, el 21 de marzo de este año, la AFIP suspendió del Registro Fiscal de Operadores de Granos "por traslado de granos sin carta de porte e incumplimiento a las obligaciones tributarias vigentes".

El 4 de enero de 2006, la empresa de energía Edenor giró a una cuenta número 400946378 en el JP Morgan Chase en Nueva York 315 mil dólares para efectuar un plazo "overnigth". Se trata de una operación habitual por la cual el saldo de una cuenta corriente al cierre de las operaciones es transferido a una cuenta de inversión por un día y devenga un interés, que en este caso fue del 4 por ciento. La misma operatoria empleó Petrobras Energía el 29 de abril de 2008. Desde una cuenta no identificada transfirió a través del JP Morgan 36,83 millones de dólares a su cuenta 544-703660 en el Chase Manhattan Bank de Nueva York y ordenó que a la fecha de vencimiento el dinero resultante fuera transferido a la cuenta 36968355 en el Citibank de esa ciudad.

Otro es el caso de TNS Gallup Argentina SA, con domicilio porteño en la Avenida Córdoba al 800, pero con cuenta, número 400531453, en el JP Morgan de Nueva York. El 27 marzo de 2008 transfirió "U$S 92322,40 a BNP Paribas, sucursal Buenos Aires, cuenta 9195-10048.0167, titular: TNS Gallup Argentina SA. Swift BNP New York: BNPAUSSNN PARQA crédito en BNP Bueno Aires, código ABA 768".

-Ricardo Fort también aparece en las "instrucciones de transferencias W". El 7 de julio de 2008 se indica desde la cuenta 4748000, sin identificación de titular, pero Rubi Quality SA como referencia, y al JP Morgan de 345 Park Avenue de Nueva York como entidad, que se transfieran "U$S 512 mil, a la 949-1-607074. De esta última cuenta, transferir fondos como sigue: U$S 373.107,93 a Bank of America, 150 West Flager Street, Miami FL 33130. ABA 026009593. Acc: 3441879732 en nombre de Braman Motors. El balance deberá ser transferido a Citibank, Branch 52, Miami, Florida. Acc: 310-133-4038. ABA 266086554 en nombre de Ricardo Aníbal Fort."


Otro ejemplo es el de Petropolis Investment Limitetd, con cuenta 78407006 en el JP Morgan de los EE UU, en el que figura como autorizada por Alejandra Civitarese, que figura en el Boletín Oficial como una de las titulares de Consultora de Inversiones y Finanzas SA. La operación del 3 de marzo de 2008 es por 2 millones de dólares. Petropolis tiene sede en Bahamas. Todo un paraíso.

Cuentas que supieron estar activas, al menos entre 2008 y 2009, en el JP Morgan Chase Bank de Avenida de las Américas 211 en Nueva York, fueron la 400-654865 y la 400-654873, ambas pertenecientes a uno de los empresarios de medios más influyentes en los ‘90: Carlos Ávila. El histórico socio del Grupo Clarín en Torneos y Competencias cuando monopolizaban el negocio de la televisación del fútbol, aparece en dos sociedades Carlos Ávila Enterprises SA y Carlos Vicente Ávila y otro.

Por último, desde dos cuentas, una del Chase International Financial Services, de Nueva York, de la que figura como titular Domingo Alejandro Federico, y la otra en la sucursal de Ginebra del Citibank, denominada Loridan, se trasfieren a través del JP Morgan de Nueva York, en el primer caso, U$S 7000 dólares en enero de 2007, y en el segundo, U$S 6782, en abril de 2008 con destino final a Nordelta SA. En ambas operaciones figura Paola Gallego.

Del largo listado de más de 400 empresas que presentó Arbizu ante la justicia, denunciadas por presunto lavado y fuga de divisas, entre las que se destacan las de Héctor Magnetto y sus socios del Grupo Clarín, el juez Torres y el fiscal Marijuan podrán detectar, por ejemplo, en el puesto 335 a Nordelta SA. Quizá sea una simple casualidad.

O todo lo contrario.

Entre la especulación y la estafa

El JP Morgan es, junto con los bancos UBS y Goldman Sachs, una de las entidades que manejan grandes sumas de dinero y especulan con esos fondos, lo que les generó en la historia diversos escándalos de corrupción. En 1885, John Pierpont, multimillonario estadounidense que fundó la Compañía Federal del Acero, la General Electric y los ferrocarriles de Nueva York, se decidió a fundar un banco de inversiones y así nació el JP Morgan. La entidad se fusionó en el año 2000 con el Chase Manhattan Corporation y empezó a llamarse JP Morgan Chase. Con sede central en Nueva York, maneja activos por más de 1,5 billones de dólares. En Argentina tuvo y tiene oficinas, en la calle Bouchard, donde hay más de 110 empleados. En medio de la crisis internacional y de los Estados Unidos, el Morgan compró el banco Bearn Sterns, otra entidad especulativa quebrada luego de la crisis de las hipotecas.

El Morgan maneja dinero, mucho dinero, en países ricos, pobres, en paraísos fiscales y facilita negocios legales y de los otros. Por citar un caso, hace unos años dos clientes del ex financista Bernard Madoff –preso con una condena por 150 años por estafa– demandaron al Morgan por haber sido cómplice de ese millonario fraude. Días después, fue el propio Madoff quien reconoció que el banco conocía su estafa y lo ocultó.

Para el Morgan, la especulación está a la orden del día, incluso por estos lares. Hace un tiempo, el presidente de la Sociedad de Bolsa Puente, Federico Tomasevich, especuló con la posibilidad de que los fondos buitre hayan comprado seguros contra default de Argentina, mientras esos fondos serían integrantes a la vez de la International Swaps and Derivatives Association (ISDA), comité que debe determinar si el país incurre en un default, lo cual les permitiría cobrar unos 2 mil millones de dólares. Y aquí aparece el Morgan, ya que se sospecha que detrás del ISDA están bancos especulativos como el JP Morgan, además de fondos que juegan con bonos de deuda en default de países al borde de la bancarrota.

(Diario Tiempo Argentino, domingo 12 de mayo de 2012)

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