MENDOZA / Después de octubre cómo ir por más / Escribe: Ramón Ábalo






Este domingo de elecciones nos ha deparado la satisfacción de que los resultados son indicativos de que en octubre, en otro acto similar, vamos a asegurar lo obtenido e ir por más. Pero es importante que nos detengamos a palpitar ese futuro en base a lo que la historia nos enseña. No hay nada seguro, pero veamos si lo que ambicionamos y necesitamos es posible:

Solemos decir “con Dios y con el Diablo” para cuando vemos, especialmente en el juego político, los tejes y manejes, cambios de camiseta y pases de uno y a otro lugar en el afán de ganar una senaduría, una diputación. Y más que nada una presidencia. Hay momentos y circunstancias en que uno se queda con la boca abierta al comprobar que, por ejemplo, el Massa kirchnerista de hace un par de años atrás, ahora es cuasi macrista. O que los radicales, aquel primero de Alem e Irigoyen, los siguientes de Alfonsín e Illia, mantenían una línea de acción política que no desentonaban con los llamados “principios”, como aquel de Alem: “que se rompa pero que no se doble“, pero el Cleto, el Cornejo, Sanz, radicales de ahora, van de la mano, cogote a cogote con el macrismo. Y los peronchos, para qué les voy a decir, no les van en la zaga, a veces casi hermanos, casi primos, pero siempre a punto de agarrarse a puñetazos. Por otro costado, justicialistas antikirchneristas, justicialistas “mendocinistas” anticristinistas, pero sciolistas procristinista. En fin.



Y desde la izquierda -las variables son infinitas- desde una izquierda autoproclamada “roja“, hasta un socialismo ya amarillo pálido, parecido a la camiseta de Macri, pasando por un listado de comunismos que comienza en aquellos tiempos de Marx, Engels, Lenin. Tiempos de mencheviques y bolcheviques, primera internacional hasta la cuarta, trotskismo, comunismo ortodoxo, comunismo revolucionario, comunismo marxista-leninista, comunismo popular, guevarismo-comunismo… bla… bla… bla… En fin...

Y esto viene a cuento por los que la van de puros, tan puros que no se meten porque “la política y los políticos son una mierda“, y así son los responsables de que los impuros sean los que ocupan lo que ellos no lo hacen porque temen mancharse. Aunque tienen tantas manchas como un camaleón. Y claro, también aquellos que desde la acción política pretenden practicar la pureza ideológica levantando banderas excluyentes.

Este domingo, electoralmente las paso, y octubre será la definición de un destino colectivo de los argentinos y, sin exagerar, de Nuestra Latinoamérica. El horizonte no es dramático, pero va a exigir fuerzas, fortalezas y decisiones revolucionarias con métodos de lucha que estén a la altura del potencial del enemigo. Concretamente, estamos hablando a partir de la vigencia de las políticas nacionales y populares del kirchnerismo y el bloque de la izquierda en Unidos y Organizados, que incluye al peronismo cristinista, como el camporismo y otras organizaciones del mismo pelo, más el Partido Comunista Argentino, el Partido Humanista, el Parido Solidario, Nuevo Encuentro, el SI, y otros. Todos en el Frente para la Victoria, la herramienta electoral.

Después de octubre, sea cual fuere el resultado de las urnas, el mencionado bloque debe ser el referente de una identidad revolucionaria en construcción, y en acción enarbolando la bandera de aquella Patria Socialista levantada en los 50/60, enfrentando a sangre y fuego al enemigo conservador imperialista en las calles y en todos los espacios en que se visualice, como la Sociedad Rural, las corporaciones económicas y financieras, y muy especialmente a la cloaca de la corporación mediática, el más sucio bebedero ideológico instalado en el mismo interior de nuestros hogares, en el trabajo, en las escuelas, colegios y universidades. El pueblo en la calle, movilizado como lo ha sido desde el principio mismo de la historia de los argentinos de siempre. El listado de las épicas, algunas de ellas, nos empuja a ser actores de las que vendrán para asegurar para siempre nuestro futuro en el goce pleno de la libertad. Veamos:



El rechazo de las invasiones inglesas, las gestas libertarias de 1810-1816, la Asamblea del año 13; federación o muerte, Rosas, las montoneras de Quiroga y el Chacho, la retirada de franceses e ingleses en la vuelta de Obligado. El sindicalismo libertario – socialista, anarquista – de fines de siglo XIX y XX, el radicalismo subversivo de 1890, 1892-1893, y del 1905, levantado en armas para enfrentar el “fraude patriótico” de la oligarquía genocida de nuestros paisanos originales. Y más acá, el yrigoyenismo, el petróleo, el lencinismo y el cantonismo, las 8 horas y el salario mínimo, los ovejeros rebeldes de la Patagonia; las huelgas de los trabajadores y los inquilinos de los conventillos. El grito de la tierra en Alcorta. El peronismo, la justicia social, la libertad económica y la soberanía política; nacionalización de la banca y del comercio exterior; el transporte, los ferrocarriles, la flota mercante, los astilleros. La industrialización, el acero, Fabricaciones Militares, los rastrojeros utilitarios, las Pumas, los aviones a “chorro” y Aerolíneas. La resistencia peronista. Los fusilamientos y la masacre de León Suárez por la Libertadora; la resistencia al entreguismo del petróleo, los programas de lucha obrera de La Falda y Huerta Grande, la CGT de los Argentinos, el luche y vuelve. El regreso y el camporismo, la libertad de todos los presos políticos de las dictaduras pre genocida. El Cordobazo, el Mendozazo, el Rosariazo, el Tucumanazo. El genocidio, los derechos humanos, los civiles, militares y policías en el banquillo de los acusados.

La historia nos empuja.

(www.la5tapata.net)

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