VIENE DE LA EDICION DE AYER
Vamos a seguir describiendo características de la mina de Oro y Cobre Bajo La Alumbrera, pues mientras los grandes medios guardan sintomático silencio al respecto, día a día y hora a hora, amparados en leyes absolutamente lesivas para la Argentina, salen del País valiosos recursos que nuestros descendientes nos reclamarán. La Empresa extranjera que explota la mina calcula que cuando termine la explotación de ese yacimiento, se habrán llevado a los países centrales la friolera de 12 millones de onzas de oro. Evalúe usted, lector, la magnitud que esto significa, comparando estos 12 millones de onzas con el total del oro que entró a España por el puerto de Sevilla luego de esquilmar a toda América a lo largo de 300 años y que fue 17 millones de onzas. O sea,hoy,un solo yacimiento, explotado hasta estrujarlo usando toda la tecnología actual, les permitirá en menos de veinte años obtener un tesoro equivalente al 70 % de lo que se fue a Europa en 300 años de despojo.
El método ideado para llevarse hoy los valiosos minerales que contiene el yacimiento, es una réplica de ese despojo, ya que anualmente se llevan 650.000 mil toneladas de barro y nos dicen luego la cantidad de oro y cobre que contenía ese barro y por esa declaración nos pagan las regalías, ocultando el resto de los valiosos minerales que contenía el barro que se llevaron. El método es así: se dinamita el ahora inmenso cráter de la mina y usando métodos de trituración, molienda fina, flotación y concentración gravitacional, obtienen un barro que introducen en un caño de 10 pulgadas que desciende desde la mina hasta Cruz del Norte, en Tucumán, recorriendo 316 km y llevando 100 toneladas por hora. Allí se disminuye el contenido de agua a menos del 8% y se lo carga en un tren propio (debidamente privatizado en los `90), que lo lleva a Puerto Alumbrera, cerca de Rosario, donde lo embarcan sin control aduanero alguno, con destino a las refinerías del exterior que procesarán y venderán cada uno de los minerales que lleva ese “barro”; recordemos que la Empresa declara llevarse solo oro y cobre, pero a raíz de las periódicas roturas en el caño que baja de la mina y gracias a los análisis que hicieron organizaciones ambientales (nunca una dependencia estatal, de esas que deberían controlar), se demostró que el barro contenía, además del oro autorizado, 46 minerales distintos, algunos aún más valiosos que el Oro, como wolframio, titanio, estroncio, berilio, niobio y varios más, de aplicación en la industria y en la electrónica más sofisticada.
Por ejemplo, el Wolframio, también llamado tungsteno, es un metal escaso en la corteza terrestre y se emplea para fabricar herramientas de corte; el Titanio es imprescindible en la tecnología aeroespacial y tiene propiedades biocompatibles, por lo que se usa en la fabricación de muchas prótesis e implantes; el estroncio se usa en tubos de rayos catódicos de televisores color; en pirotecnia; en pigmentos para pinturas y en la terapia del cáncer; el berilio se usa en la litografía de rayos X, para la reproducción de circuitos integrados y como moderador de neutrones en los reactores nucleares y el niobio (o columbio) se utiliza en superaleaciones para las turbinas de los aviones de reacción; en los tubos de escape de los automóviles y como elemento básico de ordenadores cuánticos experimentales.
Como vemos, se llevan gratis minerales valiosísimos, que luego nosotros importamos procesados, a los precios que nos digan, mientras los balances de la empresa demostraron pérdidas, por lo cuál no pagaron impuesto a las ganancias hasta el año 2005 y mientras la Justicia Federal de Rosario investiga por la exportación ilegal de metales en los que habría incurrido Minera Alumbrera, ya que el fiscal consideró que la empresa y varios funcionarios, contribuyeron a exportar metales no declarados pagando menos impuestos de los que correspondían.
Como contrapartida y recordándonos la pobreza del cerro Potosí y la opulencia de los reyes españoles, el lugar de origen de tantas riquezas que se van gratis, son las localidades de Andalgalá y Belén, que siguen registrando altos índices de pobreza, desnutrición y graves deficiencias en cuanto a servicios públicos básicos como agua potable, cloacas y pavimento. Este es el verdadero derrame de la mega minería.
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