El titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Héctor Méndez agregó ayer una dosis de cicuta al menú que los empresarios neoliberales y noventistas le exigen a los candidatos de la oposición y a los oficialistas light que se proponen como alternativa de gobierno.
"En un país normal, no con este nivel de inflación, las paritarias dejarían de estar, no sería efectiva la discusión", descerrajó Méndez como si fuera un antiguo patrón de estancia que sólo está dispuesto a dirigirle a los trabajadores para darle órdenes. Las paritarias resultan del libre juego de la negociación entre el sector empresario y el trabajador y luego son homologadas por el Estado.
No es una potestad que regula la patronal de forma unilateral como imagina el "mundo feliz" neoliberal. Pero incluso más allá de las consideraciones sociales de cualquier paradigma humano, Méndez olvida que la recuperación del tejido empresario de la pequeña y mediana empresa con la consiguiente creación de más de 5 millones de puestos de trabajo, se sustentó en la mejora del salario real y del consumo interno.
Por eso, preocupa que los industriales argentinos no hayan aprendido nada de la dictadura cívico-militar y la triste década menemista e insistan con tratar a los salarios argentinos "como el costo más alto de la región". No aprendió Méndez en todos estos años que se debe reducir costos mejorando la eficiencia, incorporando tecnología y disminuyendo un poco la rentabilidad.
Otro tema: los precios también los establecen los empresarios a lo largo de toda la cadena de valor, con lo cual tendría que existir una discusión entre los hombres de negocios para fijar valores razonables con el arbitrio del Estado. El problema Méndez no son los salarios. Con ingresos bajos y sin poder de compra de los trabajadores, hubieran cerrado miles y miles de pymes que se mantienen y han crecido gracias al desarrollo del mercado interno.
Méndez debería de pensar en el tejido productivo en lugar de escribirle el libreto a los políticos de la oposición de lo que quieren las grandes empresas y las multinacionales para los próximos años.
(Tiempo Argentino, sábado 11 de abril de 2015)