Los ataques especulativos contra la economía argentina, urdidos por las grandes corporaciones empresarias de los bancos, exportadoras e importadoras, así como mineras y petroleras, que tienen capacidad de incidir en la formación de precios del país, no podrían llevarse a cabo sin la complicidad de los grandes medios de comunicación y algunos de sus periodistas.
Acompañan el ataque contra nuestra moneda, el peso, incentivando el terror por la inflación y la obsesión por el dólar, al tiempo que niegan toda información de avances en materia social que beneficia a los argentinos. Como nos demuestra la historia, ninguna estrategia de desestabilización, de generación de caos o de ruptura institucional es posible sin que los medios con mayor capacidad de difusión actúen como repetidoras y, mucha veces, propaladoras de esos sectores destituyentes.
Las derechas, tanto en Argentina como en otros países de la región, han encontrado en estos medios de comunicación un trampolín para lanzar la ofensiva de retorno a las recetas neoliberales que tanto dolor causaron a nuestra sociedad con el ajuste, reducción de salarios, recesión, desocupación y crisis. Se trata de la misma prensa que fue cómplice de golpes de Estado y dictaduras.
Comunicadores de la Argentina (COMUNA) repudia la complicidad de los medios hegemónicos en la generación y difusión de un clima destituyente surgido de las usinas del poder económico, que también integran como corporaciones mediáticas, y ratifica su compromiso con la defensa de la democracia y la necesidad de impulsar cada vez más una comunicación que libere a los ciudadanos de la esclavitud mediática. También, hace un llamado a todos los comunicadores para que sean una barrera a los intentos de las empresas periodísticas de manipular la verdad para favorecer al golpismo económico y político.
(Buenos Aires, 5 de febrero de 2014).