INTERNACIONAL / La Asamblea de la OEA, atravesada por el aborto y el matrimonio igualitario / Nota






Ambos temas están incluidos en dos de las decenas de resoluciones que serán presentadas en la XLIII Asamblea General de la Organización de Estados Americanos reunida en la ciudad colonial de Antigua. El documento final que cerrará la cita continental el jueves también marcará la ruta futura que tomará el diálogo regional en materia de drogas.

Horas antes del inicio de la Asamblea General, cuyo emblema general reza "Por una política integral para el problema mundial de las drogas en las Américas", los 34 países miembros seguían negociando el texto final, en el cual, según diversos organismos civiles, se han "licuado" las propuestas originales. El presidente anfitrión, Otto Pérez Molina, por lo pronto, horas antes del inicio de las deliberaciones, afirmó que Guatemala es un país conservador y, por lo tanto, está contra el aborto y el matrimonio entre personas del mismo sexo, posición que dejará sentada en la Asamblea. "Nosotros vamos a poner una reserva marcando nuestra posición. Los países tienen la libertad de hacer las reservas del caso y nosotros lo vamos a hacer", adelantó.


En la previa a la asamblea general, el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, reunió en una mesa redonda a representantes de la sociedad civil y a trabajadores de la salud del sector público y privado. Johana Ramírez, una activista por los derechos de los grupos transgénero, denunció la discriminación que sufren esa y otras minorías por su orientación sexual, entre ellas, "que no se reconozca nuestra identidad de género", o que exista un trato diferenciado dentro del sistema sanitario, lo que genera una "discapacidad psicosocial". Por ello, Ramírez y otros activistas exigieron a los países miembros de la OEA que "firmen, ratifiquen y ejecuten" la Convención Interamericana contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia, y la Convención Interamericana contra toda forma de discriminación e intolerancia.

Por su parte, Alejandra Sol, representante de la organización guatemalteca Provida y profamilia, sostuvo que "la OEA debe fortalecer el derecho humano a la vida desde la concepción hasta su muerte natural", así como fortalecer "la institución del matrimonio como la unión de un hombre y una mujer con fines de procreación". Asimismo, la Red Familia de El Salvador acusó que "bajo sutiles, pero agresivas políticas" que promueven la "equidad y expresión de género" y la "salud sexual y reproductiva" se busca "institucionalizar las uniones de personas homosexuales y despenalizar o legalizar el aborto para que en lugar de un crimen pase a considerarse como 'un derecho' de mujer".


En otro orden, mientras Guatemala propone superar la visión reporesiva que ha primado en las últimas décadas en la lucha contra el narcotráfico para dar espacio a rutas alternativas, Pablo Cymerman, de la Red Argentina de Reducción de Daños, denunció que "en el borrador inicial (...) había propuestas como para poder acompañar procesos de regulación de ciertos mercados (de drogas)", pero "esto se ha licuado y prácticamente desaparecido de las últimas versiones de la declaración".

Entre las propuestas en discusión figura de manera preponderante la legalización o regulación de la venta de ciertas drogas para terminar con los mercados ilícitos. Sin embargo, la representante permanente de Estados Unidos ante la OEA, Carmen Lomellin, descartó que la legalización de las drogas sea la "solución mágica": "Estados Unidos da la bienvenida a un debate honesto y abierto sobre el tema, pero el debate en esta materia debe estar basado en hechos y en la ciencia", advirtió Lomellin. "Las áreas comunes de interés son mucho más que las áreas de disenso", añadió. La funcionaria indicó que su país -representado en Antigua por el secretario de Estado, John Kerry; el "zar antidrogas", Gil Kerlikowske; la secretaria para Asuntos Hemisféricos, Roberta Jacobson, y su colega del Departamento de Estado para Asuntos Antidrogas, William Brownfield, además de Lomellin-, no pretende tener el "monopolio" de la política antidrogas, pero dijo que el marco internacional actual es resultado de "años y años de cuidadosas consideraciones".

"Esperamos que esta asamblea sea un punto de partida, no es para sacar conclusiones", se atajó Insulza, quien por mandato de la Cumbre de las Américas de abril de 2012, reunida en Cartagena de Indias, en mayo pasado entregó un informe acerca del "Problema de las drogas", en el que se plantean diversos escenarios y rutas de acción.


(Diario Página 12, martes 4 de junio de 2013)

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