ARGENTINA / "Cristina nos habló a todos, no excluyó a nadie" / Escribe: Felipe Yapur






Todavía en su antiguo despacho, de donde deberá mudarse en pocos días más, Juliana Di Tullio se prepara para enfrentar su mayor responsabilidad política desde que asumió como diputada, ser la primera jefa mujer de un bloque oficialista, el Frente para la Victoria (FPV). Es conciente de que es un lugar donde siempre predominaron los hombres pero eso no le quita el sueño porque, afirma, todos los legisladores de la bancada tienen "la mística y el compromiso con este proyecto colectivo". Una condición que también le exige a todos los que ocupan cargos de responsabilidad, como el gobernador Daniel Scioli.


–Usted asume en un bloque que sigue siendo mayoría y que está consolidado, unido. Si bien no es poco, tampoco deja de ser un desafío.
–No, para nada. Es un desafío mayor pero lo que está claro es que está compuesto por hombres y mujeres comprometidos con un sueño colectivo, con un proyecto político que lleva una década ganada. Todos los que estamos dentro de él sabemos quién es nuestra jefa política y esa es Cristina Fernández. Sabemos lo que tenemos que hacer y ese bloque se consolidó en 2011 porque está compuesto por militantes. Hay mística y compromiso, y dan todo lo que tiene por este proyecto. No hay un solo mezquino o mezquina.

–¿Eso es lo que falta entre algunos dirigentes políticos del FPV, tal como lo señaló el jueves la presidenta?
–Cuando ella habló, yo también me sentí aludida. Creo que nos habló a todos los que somos parte de este proyecto político, cualquiera sea el cargo o responsabilidad institucional que tengamos. Les habló a los gobernadores, intendentes, concejales y diputados, a todos. Ninguno quedó excluido de esta definición de la presidenta.

–Pero todos miraron al gobernador Scioli...
–Sí, porque fue un acto en la provincia de Buenos Aires. Scioli no está excluido pero no creo que haya sido el único destinatario.

–Scioli suele mantener un perfil bajo frente a determinadas situaciones que vive el gobierno nacional. Ese silencio es una definición en sí misma.
–En particular, creo que quien fue vicepresidente del ex presidente Néstor Kirchner, un hombre al que todavía lloramos por su muerte y que para mí fue como un padre, debería haberse expresado cuando se lo difamó e injurió cuando no podía defenderse. En términos humanos pero también políticos, hubiera esperado la voz de su ex vicepresidente.

–Es decir, no sólo hay que ser sino también parecer.
–Hay que tener coherencia. Eso se tiene que hacer porque es parte de la responsabilidad política que tenemos. Por eso espero que Scioli hable pero no sólo desde lo político, también desde lo personal. Cualquiera que es difamado piensa y espera lo mismo.

–¿Aparece para usted un nuevo panorama de cara a 2015?
–(Levanta la voz) Yo soy parte de un colectivo, por lo tanto, jamás me pienso en términos personales. Tengo una sola realidad y es que soy parte de un proceso político donde Néstor y Cristina nos han hecho protagonistas a todos por igual de este cambio, de la "década ganada" y de la transformación de la Argentina. Algunos ocupan espacios institucionales y otros no, pero todos nos sentimos protagonistas. Les pueden preguntar a los miles y miles que fueron a la plaza el 25 de Mayo. Todos se sienten protagonistas de este proyecto de cambio porque somos parte de un sueño colectivo.

–Está bien, pero ¿tiene ganas de continuar siendo diputada?
–Yo tengo ganas de seguir siendo parte de este sueño en cualquier lugar. No tengo preferencias. Será en mi casa, en mi barrio, en la provincia o en cualquier otro lugar, lo voy a hacer con el orgullo que lo hice siempre. He tenido una vida sin ocupar cargos, he sido militante toda mi vida.

–¿La presidenta buscó poner blanco sobre negro para saber con quiénes cuenta?
–Hasta ahora, sabemos quiénes somos nosotros, lo que todavía no sabemos es quiénes son los otros porque no dicen qué quieren ser o qué intereses representan. Lo venimos pidiendo hace años porque en esta década ganada nosotros hemos ido transformando la Argentina y hemos ganado en derechos y avanzado en términos culturales, políticos y económicos. Bueno sería saber qué harían los sectores de la oposición, si alguna vez llegan a gobernar, con todo esto que ganó el pueblo en su conjunto. Qué piensan hacer con cada una de esas decisiones políticas que nos han dado a los argentinos una mejor calidad de vida. Lo que nosotros estamos pidiendo es que aparezca desde la verdad porque cada vez que se les cuela la verdad uno se asusta.


–¿Es preferible una oposición fragmentada e individualista como la que enfrenta el Frente para la Victoria o una con un claro proyecto de poder alternativo?
–Depende de dónde lo mires. A la patria le conviene que tengan claro cuál es el proyecto. Lo mejor es que tengan claridad y puedan construir una fuerza que lo conduzca en esa dirección. Si lo pensás desde el oficialismo, desde ya que conviene una oposición que perdió la brújula. Pero yo primero pienso en la patria y prefiero que tengan proyectos claros porque eso le conviene al país, y yo pienso en el país.
Sobre la interrupción del embarazo

Juliana Di Tullio es una de las diputadas del FPV que siempre se ha manifestado a favor de que el Congreso sancione una Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo. Más allá de esto, reconoce que no están dadas las condiciones ni en el bloque oficialista ni en las distintas fuerzas de la oposición para avanzar en una norma donde se tiene que lograr no sólo la transversalidad de los bloques sino también la factibilidad.

"Yo presenté desde el primer día que asumí un proyecto de interrupción voluntaria del embarazo. Son mis convicciones. Yo soy peronista y soy feminista, tengo esa doble condición. Pero también es cierto que yo no soy la misma diputada que ayer. Y digo de ayer cuando era vicepresidenta del bloque. Yo tengo que conducir un conjunto. Ese conjunto que es un bloque que no está de acuerdo en su mayoría con esta idea que yo defiendo. Además la agenda parlamentaria tiene que ver con las posibilidades fácticas y si hoy hacés un  paneo, te garantizo que no existe ni la aproximación a una votación favorable", expresó. Di Tullio consideró que este es de los proyectos que no se pueden forzar. "Son proyectos donde uno tiene que lograr no sólo la transversalidad de los bloques sino también la factibilidad. Es decir, hay que construir un número. Hoy ese número no existe".

 (Diario Tiempo Argentino, sábado 1 de junio de 2013)

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