Un adolescente de 17 años fue hallado encerrado en aislamiento en una sala de enfermería del Centro de Recepción de Menores de La Plata, tirado sobre un colchón roto, sucio y manchado con sangre y esposado a una reja. Esas condiciones inhumanas de detención se extendieron durante seis días y fue descubierto durante una inspección de la Comisión Provincial Por la Memoria (CPM), a quienes además contó que en dos oportunidades un grupo de asistentes le propinó sendas golpizas. Todo eso quedó escrito en la denuncia por torturas que ayer radicó la institución de Derechos Humanos. El hecho, de por si grave, encierra otra ilegalidad: una orden judicial prohibió el año pasado que los menores en conflictos con la ley permanezcan en ese sitio más de cinco días. Pero el joven llevaba nueve encerrado allí. Un defensor juvenil de La Plata anticipó que denunciará penalmente por ese incumplimiento al Secretario de Niñez y Adolescencia de la Provincia.
El aislamiento, los golpes, las condiciones inhumanas de detención y la sujeción permanente con esposas que sufrió el joven de 17 años fueron constatados el miércoles pasado durante una inspección que el Comité contra la Tortura de la Comisión por la Memoria realizó en esa institución de registro y ubicación de menores en conflicto con la ley ubicada en el corazón de la capital bonaerense. Ayer, la Comisión presentó un hábeas corpus en el Juzgado de Garantía Nº 2 de La Plata, y el juez Fabián Cacivio ordenó de inmediato el traslado del chico a otra institución.
Todo comenzó cuando durante una de las visitas periódicas que el Comité realiza en los centros de encierro, encontraron al chico tirado y esposado a la reja que delimita la enfermería. Rápidamente supieron que estaba así desde el 1 de febrero, tras haber permanecido esposado en distintos pabellones del Centro, informaron voceros de la CPM. El lugar de encierro constituía en si mismo un agravio a su dignidad: una celda de "tres metros cuadrados, sin baño ni mínimas condiciones de habitabilidad", describieron.
La CPM también constató que el 28 de enero, cuando el chico ingresó a la institución de menores, "fue brutalmente golpeado por seis asistentes de minoridad", indicaron los voceros. Luego de un intento de suicidio el 1 de febrero, lo atacaron nuevamente cinco asistentes. "Guacho, por tu culpa voy a perder el trabajo y después quién le da de comer a mis hijos", recordó en su denuncia que le gritaba uno de los celadores mientras lo golpeaba.
Además de la gravedad institucional que implican las torturas y las condiciones de detención del chico, el episodio encierra otra ilegalidad: el Juzgado de Garantías Nº 1 de La Plata prohibió el año pasado que ese lugar funcione como instituto de menores. La orden judicial surgió luego de que el Defensor Penal Juvenil platense Julián Axat presentara un habeas corpus solicitando que los menores en conflicto con la ley no permanecieran más de cinco días allí, ya que se trata de una alcaidía de derivación, es decir, un lugar de tránsito.
"Voy a adherir a la presentación de la comisión, pero además, lo que tengo que hacer ahora, más allá de la gravedad de este caso, es denunciar por desobediencia penal al subsecretario de Niñez y Adolescencia, porque ese lugar no puede funcionar como un instituto de menores. En este caso estaría probado el incumplimiento", adelantó Axat a este diario.
Para completar el cuadro, el director general de Promoción y Protección de Derechos de la CPM, Roberto Cipriano García, explicó que en los lugares de encierro provinciales "los tratamientos son inexistentes, la atención de la salud deficiente y no hay dispositivos tratamentales para la contención o asistencia de los pibes detenidos."
El dato
Versión oficial
En el centro de menores dijeron que el chico “se autoagredía e intentaba suicidarse”.
La víctima es de Bahía Blanca: tenía su familia a 600 kilómetros de La Plata cuando intentó matarse. El único tratamiento fue golpearlo brutalmente.
Un preso asesinado
Un preso condenado a prisión perpetua por haber violado y matado a una joven fue asesinado a puñaladas durante una pelea en la Penitenciaría de la provincia de San Luis, donde cumplía pena luego de varios traslados a distintas cárceles, tras haber abusado de un recluso y debido a su conducta conflictiva con los internos.
Fuentes policiales informaron que se trata de Luciano Barbero, de 31 años, quien fue hallado con varios cortes provocados por una "chuza" (cuchillo casero), que le ocasionaron la muerte por desangramiento, tras una riña en la Unidad 1 de penados.
(Diario Tiempo Argentino, sábado 9 de febrero de 2013)
