MENDOZA / Juicios: "sólo quería saber porqué se llevaron a mi hijo” / Escribe: Ramón Abalo







Los momentos de intenso dramatismo se suceden en el ámbito de la justicia federal de Mendoza -el tercero- cuando en las sesiones tienen expresión las voces de los testigos damnificados, como ocurrió este jueves último y se recibió el testimonio de María Isabel Salatino, madre de Víctor Hugo Herrera, desaparecido de su hogar en la madrugada del 25 de mayo de 1978.


Al contar el periplo, varias veces repetido, en la búsqueda de su hijo, Isabel Salatino recibió tan sólo el escarnio por respuesta. Fue a las comisarías, a la jefatura de policía, al Hospital Militar, al comando de la 8a. Brigada, sin dejar de preguntar allí donde suponía que podría encontrar una respuesta a su angustia de madre: "Yo sólo quería saber por que se lo habían llevado, qué había hecho para que ello ocurriera". Nada de nada, incluso cuando cinco años después se encontro con una misiva, tirada por debajo de la puesta de entrada a su hogar, que decía "Mami ayúdame, estoy en La Plata".Fue el padre de Víctor Hugo el que se encargó de intentar lograr una respuesta a esa misiva. Pero nada de nada.

Del relato de los hermanos de Víctor Hugo como testigos, y de la misma Isabel, hubo recordación de algunos de los que irrumpieron en la vivienda esa madrugada fatídica para la familia. Por ello, Isabel, al mirar un archivo de fotrografías reconoció a tres secuestradores: uno de ellos y el que mandaba, Eduardo Smaha, que ya tiene condena a prisión perpetua por otras causas, como también reconoció a Carlos Octavio Bustos y Raúl Horacio Pinto Vega, también identificó a Mario Stipech, como oficial instructor, pero que sería médico. Más aún, Isabel recordó que en tribunales federales, en aquel entonces en calle Las Heras, la atendía un tal Serrano, que decía ser abogado y que un día le dijo que estaban quemando, o destruyendo, expedientes, pero el de su hijo lo había salvado y lo tenía en su poder. Y más aún, que en las diversas oportunidades que fue al Comando, la atendía casi siempre, un oficial militar de apellido Gatica. Claro, nada que ver con aquel fenómeno del ring argentino, el Mono.

Esta causa en que se investiga la desaparición de Víctor Hugo Herrera, está en el mismo paquete en que se investiga las desapariciones de Gustavo Neloy Camín y de su hijo Mario Guillermo, las que en conjunto tienen que ver con la desaparición de Juan José Galamba. Fueron varios los testigos que se refirieron específicamente a los casos de Gustavo y Mario Camín, vinculados al ámbito estudiantil y docente. Uno de ellos, Antonio Monserrat, quien destacó que con Mario participaban en la Federación de Agrupaciones de Izquierda (FADIU) ), brazo estudiantil del PRT, y que "dentro de la UTN, la ultraderecha reaccionaria nos amenazaban, nos prepeaban, rompían las carteleras del Centro de estudiantes y afuera en la vereda, estaban armados, nos agredían. Había un grupo conformado por Jean Paúl Burlot, secundado por Roberto Lucas, y otro comandado por Manuel Seijoo, interventor en la UTN" y recordó a un oficial de policía, Escobar, que se "infiltraba" habitualmente y siempre armado, en las distintas manifestaciones de los estudiantes.


Cabe señalar, como reafirmación de la acción directa de sectores civiles en el marco de la dictadura y el genocidio, el caso de Jean Burlot que era hijo de un ciudadano francés, Theo Burlot, que había montado un negocio fotográfico en una galería que ubicaba en calles Gutiérrez casi esq. 9 de Julio. Y se sabía que había sido un francés colonizador de Argelia y que cuando Argelia logró su independencia, participó de una rebelión y una lucha violenta contra el nuevo régimen democrático y libertario de dicho país árabe. De tal tronco tal palo.

Por otro lado, Lucas fue denunciado, en los años 80, por dirigentes del partido Socialista para la Liberación (PSOL) entre ellos Roberto Vélez, Isabel Guinchul y quien esto escribe, como activista de un grupo de tareas responsable de atrocidades en Las Heras.

Por su parte, Ricardo Ramiro Díaz hizo un panorama político-ideológico al interior, en ese entonces, de la UTN y expresó que "actuaban sectores de derecha supuestamente informantes del gobierno", que con "Jean Burlot fueron compañeros en el Liceo Agrícola (UNC), quien le explicó los objetivos de esa derecha: despolitizar la Universidad, impedir las asambleas y toda actividad política". Díaz recordó, además, a integrantes de la agrupación Línea Nacional, facción de la derecha peronista en el ámbito estudiantil: Puleo, Guiñazú, Amstutz, y otros. Cabe señalar que Amstutz, dirigente del justicialismo disidente, actualmente es legislador por dicha tendencia y prendido a lo peor de la política lugareña y nacional.



Cada jornada de estos juicios provoca dolor, angustia, lágrimas. Y bronca. Y satisfacción porque se está haciendo justicia.

LA QUINTA PATA

Image Hosted by ImageShack.us