La Argentina recibió una vez más el apoyo de los demás países de América del Sur en su reclamo por la soberanía en las Islas Malvinas. En esta ocasión, el Consejo de Ministros de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) expresó ayer en Paraguay su “firme respaldo a los legítimos derechos” argentinos en la disputa que lleva más de 100 años con el Reino Unido por la soberanía en el archipiélago.
También el organismo repudió la negativa británica a reanudar las negociaciones diplomáticas “pretendiendo ignorar los llamamientos de la comunidad internacional”.
La reunión ordinaria celebrada en Asunción constituyó el marco para que los cancilleres de los 12 países que integran el bloque rubricaran y dieran a conocer la declaración oficial, donde remarcaron que “la presencia militar británica en las Islas Malvinas es contraria a la política de la región, de apego a la búsqueda de una solución pacífica en la disputa de soberanía”, y reiteraron el “rechazo a tal presencia”. Esta postura se manifiesta en sintonía con la denuncia que efectuó en febrero pasado la Argentina ante las Naciones Unidas por una nueva “militarización” del archipiélago por parte del Reino Unido.
Otro ítem donde la Unasur acompañó la posición argentina refiere al impedimento para que buques con bandera de las Islas Malvinas puedan utilizar los puertos de los países que integran el bloque regional, una medida que también habían adoptado meses atrás los miembros del Mercosur.
Los cancilleres reiteraron el compromiso asumido por los estados miembro de “adoptar de conformidad con el derecho internacional y sus respectivas legislaciones internas, todas las medidas para impedir el ingreso a sus puertos de los buques que enarbolen la bandera ilegal de las Islas Malvinas”.
El apoyo del organismo multinacional superó los aspectos diplomáticos y militares de la disputa, y también incluyó la explotación unilateral de los recursos naturales malvinenses por parte de empresas británicas. En este sentido, la Unasur enfatizó que “reprueba igualmente el desarrollo de actividades unilaterales por parte de Gran Bretaña en la zona disputada, que incluyen la exploración y explotación de los recursos naturales, así como la realización de ejercicios militares”.
También criticó al Reino Unido por su negativa a retomar las negociaciones por la soberanía “pretendiendo ignorar los llamamientos de la comunidad internacional”. Por este motivo se convocó al gobierno británico a reanudar esas negociaciones para “poner fin en la mayor brevedad posible” la disputa por Malvinas. Según el documento, está prevista la participación de la presidenta Cristina Fernández en la próxima reunión del Comité Especial de Descolonización, y destaca la voluntad gubernamental de lograr una solución pacífica y definitiva al conflicto.
(Tiempo Argentino, domingo 18 de marzo 2012)