El EJECUTIVO NACIONAL del MOVIMIENTO EVITA apoya el llamado de la Presidenta y convoca a dar un debate serio y sin posturas dogmáticas sobre la minería; a la vez que condena la represión de la protesta social en cualquier punto del país.
► Apoyamos las palabras señeras de la compañera Presidenta de la Nación como forma de encuadrar la cuestión del medio ambiente y la minería, avanzando a las reformas profundas y estructurales en la legislación y en las políticas a desarrollar.
Por tanto convocamos a dar un debate serio, sin posturas dogmáticas y llamando a la reflexión sin que esto implique una confrontación. Ponernos de acuerdo en qué tipo de minería y qué tipo de industrias ambientalmente sustentables queremos tener en el país.
La Argentina se debe un debate riguroso al respecto, superador de los activismos anti que muchas veces circunscriben su crítica sólo a la contaminación que estos emprendimientos generan, en una simplificación de estar a favor o en contra en una dicotomía impuesta por los medios. Debemos dar un debate ancho y profundo que abarque la cuestión de las corporaciones transnacionales, sus utilidades, y la competencia de éstas a nivel planetario por la apropiación de las riquezas extractivas.
Si en mancomún los pueblos de Sur América incorporamos como las constituciones de Ecuador y Bolivia el concepto de Derechos de la Naturaleza equiparándolos con los Derechos Humanos, el debate propuesto debe abarcar con amplitud no sólo la minería, sino la cuestión del agua; la extracción petrolera –control y propiedad del ente-; la riqueza ictícola (pesca) tanto en la plataforma como en alta mar; como la extranjerización de la tierra incluyendo la sojización ilimitada, el uso de los pesticidas, y la tala de bosques.
La ligereza sin reflexión no beneficia al país, y concientemente o no: se ubican en segundo plano los verdaderos aspectos de la disputa.
► Las respuestas a la demanda popular, la incorporación del conflicto en políticas que sostengan los intereses de los mas desprotegidos es una política de Estado desde el 2007 con la conducción de Néstor Kirchner. Jamás la represión o la criminalización de la protesta fue aceptada en ese marco.
Por ello repudiamos y no convalidamos ningún tipo de represión en la provincia que sea, con el gobierno sea de quien fuere. A la vez reclamamos a los dirigentes de estos lugares sean consecuentes con los principios liminares de Justicia Social que el gobierno nacional y popular sostiene pese a quién le pese.
► Condenamos la campaña sucia de Clarín, Magnetto y compañía, quiénes de repente se ponen ropajes de ambientalistas en su agenda directriz de incesante desgaste al gobierno popular. No garantizaron el medio ambiente cuando José Aranda –V.Presidente del grupo- desvió cursos de agua, contaminó esteros en el Iberá y trató de imponer su interés arrocero sobre el proyecto Ayuí. Fueron impulsores y protectores de la deforestación junto a la Sociedad Rural y “hombres de campo” en pos de la sojización y hasta del asesinato de compañeros del MOCASE que pretendían frenarla. Justificaron el uso del glisfosato, y aún hoy siguen condicionando las áreas de fumigación sin importarles la contaminación de poblaciones enteras.
A esa agenda infame se suman los políticos serviles de la Corpo que con frases efectistas ahora denuncian, y sólo denuncian, sin capacidad de establecer el debate que propone Cristina.
► Denunciamos a ONGs ambientalistas internacionales con estrecha dependencia –fundamentalmente económica- de los centros de poder del Imperio, que toman como bandera la cuestión minera en circunstancias en que el gobierno inglés militariza nuestras Islas Malvinas para garantizar la extracción petrolera que tendrá su impacto ambiental con características de gravedad como el exterminio de la fauna marítima o la extracción indiscriminada de las especies (pesca) ; agravado con la radicación de armas nucleares en su suelo. Ya se ha visto cómo la conciencia ambiental del norte y su mejora en la calidad de vida es funcionalmente defendida por estas organizaciones que batallan con el opuesto en otro lugar del planeta. Callan, otorgan, promueven operaciones de inteligencia fijando prioridades, cuando una Nación debate su soberanía, que también implica soberanía ambiental.