MENDOZA / Carta abierta al Ing. Cobos / Escribe: Carlos Almenara






Editor de Debate Mendoza recupera una carta abierta escrita a los pocos días de la votación en el Senado de la 125 en que desmiente la banal interpretación de Cobos.

Ing. Julio César Cobos
De mi consideración:

Escribo esta carta a efectos de que se conozca mi opinión sobre su voto referido al proyecto ratificatorio de la Resolución 125.

Soy militante político y he compartido con Ud. el camino de la Concertación.

Argentina, como otros países de la región, padece una desigualdad flagrante que se manifiesta no sólo en la injusta distribución de la riqueza sino también en una concentración económica y comunicacional que, con el apoyo de soportes culturales, ha constituido, con variantes históricas, bloques hegemónicos.



Sólo la política y un Estado sustancialmente democrático pueden intentar equilibrar el desbalance.

No son abstracciones. El hambre de los chicos es bien concreta. La frustración de un padre o una madre que no puede comprar un kilo de carne por su precio astronómico es bien concreta. La incomunicación de un país dividido que ni siquiera habla el mismo lenguaje porque los pobres no tienen acceso a la misma educación que los ricos tampoco es una abstracción.

Su decisión, consciente o inconscientemente, implicó la derrota de un proyecto popular, y, objetivamente, fortalece aún más a los poderosos en Argentina. Basta ver las caras del festejo.

La razón de ser de la Concertación que era consolidar un poder democrático que permitiera enfrentar el poder real, resulta descartada en la primera encrucijada seria a la que se ve sometida. Nadie puede dudar que el tema en tratamiento formaba parte del compromiso electoral.

La política requiere diferenciar lo principal de lo secundario. Puedo entender y compartir varios de los argumentos que ud. manifiesta o insinúa. Puedo entender y compartir que el proyecto de concertación política ha sido menospreciado.

Puedo entender que ud. como vicepresidente y referente de un espacio político distinto al de la presidenta reclame mayor participación en las decisiones de gobierno.

Entiendo que un dirigente político busque construir imagen pública y difundir su pensamiento.

No comparto su argumentación respecto del tema, éste no fue un asunto menor, fue la arena de una disputa política central. Ud. podría decir que no comparte esta lógica, lo que no puede obviar es la implicancia de su decisión.

Diferenciar lo principal de lo secundario supone que Ud. debió percibir que el modo en que su decisión pudo afectar la institucionalidad y el rumbo de gobierno es más importante que los reparos metodológicos. No puede poner al mismo nivel la idea de reclamar cambios que propinarle al gobierno una derrota política que pudo ser terrible y lo que es peor envalentonar lo más nefasto de la historia argentina. Ud. debió votar positivamente por Ud. y por su compromiso electoral, independientemente de cualquier otra consideración. Ud. debió votar positivamente para dignificar la política democrática. Eso es lo importante.

El consenso que Ud. reclama a la presidenta no lo aplica para su propia organización. Los militantes de la Concertación no tuvimos oportunidad de discutir semejante voltereta.

Pero la política no es sólo consenso, también es conflicto. Si no hay conflicto no hay política. Y las razones son bien visibles, mientras haya hambre o desigualdad desconocer el conflicto es tomar parte por los poderosos. Es como hablar de ideología, la derecha nunca habla de ideología, ejerce su poder. Quienes necesitamos hablar de ella somos los que tenemos que desenmascarar la trama de la injusticia. Esto debe ser clarísimo para quienes propusimos políticas redistributivas.

Por eso entiendo su apelación al consenso y la armonía, pero lamentablemente no era ésta la situación para realizarla.

¿Que es imposible pensar que la oligarquía tenga semejante sostén popular? No, no lo es. Así pasa con las derechas cuando se constituyen y pasó otras veces en Argentina.

El calor del que hoy goza Ud. será efímero. No debería obnubilarse con los elogios que recibe, el bloque hegemónico sabe agradecer pero olvida pronto y siempre quiere más.



Luego del golpe de nuevo cuño que sufrió Alfonsín es incomprensible que haya radicales que no se solidaricen con el gobierno en esta situación. Por muchos motivos políticos y personales lamento escribir estas líneas pero lamento mucho más la oportunidad que perdió el pueblo argentino. Creo que el gobierno va a resistir. Y resistir implica afirmar un proyecto popular.

Creo que tiene que cambiar un sinnúmero de cosas. La presidenta tiene todas las condiciones para hacerlo.

Pero no puedo permanecer como espectador o boicotear un gobierno que manifiesta un compromiso creíble e inédito con la justicia, también la social en un país donde todos saben que el mejor negocio del presidente, lo más seguro, es ser gerente de los poderosos.

Aunque sea difícil hay que defender lo que vale la pena. Cuando lo hacemos no tenemos dudas que el juicio histórico será positivo.

Atentamente,
Lic. Carlos Almenara

(www.debatemendoza.com.ar)

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