ARGENTINA / ¡Cómo me divierte el viaje del Papa! / Escribe: Eduardo de la Serna






Debo reconocer que, además de las muchas cosas para pensar que quedan del viaje del Papa por América Latina, sus discursos y gestos (entre los que rescato –también autocríticamente– los discursos a los curas y religiosos), por encima, además, de todo, me divierte muchísimo ver los malabares que trata de hacer la prensa hegemónica de Buenos Aires para tapar, disimular, cambiar, distorsionar el viaje. Y no me refiero –lo incluyo– al burdo “tapar” el excelente discurso ante los Movimientos Sociales en Bolivia mostrando el escándalo (para ellos) por la cruz que diseñó el mártir Luis Espinal que minutos antes el mismo Papa había homenajeado.

Tampoco me refiero al malestar que les genera que –¡¡¡otra vez!!!– el Papa se encuentre con Cristina sin pedirle permiso a Leuco. Es muy divertido escuchar los pasos de comedia del autoproclamado exégeta papal, enviado de Clarín, Sergio Rubín, que suele no entender nada y poner cara de “¡comprendido!”, los cortes de transmisión siempre tan oportunos para que la audiencia no escuche, los largos análisis de un telegrama donde el Papa habló de “justicia y paz”, diciendo –me refiero al pseudoanálisis de Obarrio –o haciendo creer que él cree que el Papa ahora critica al gobierno después que en sus tuits dijo que el Papa era una suerte de “puntero K”.



Ahora, para más “diversión” no imagino cómo transmitirán la información (salvo que la ninguneen) de que el Papa habló de la verdadera democracia en Paraguay, de las violaciones de los Derechos Humanos, de la heroicidad de la “mujer paraguaya” y –¡¡¡horror!!!– habló de la guerra infame: “esa guerra inicua que llegó a destruir casi la fraternidad de nuestros pueblos”. ¿Qué hará la “tribuna de doctrina” de Bartolomé Mitre con esa frase? Me muero de deseo y curiosidad esperando el dibujo, “el relato” que nos espera…

(Tiempo Argentino, domingo 12 de julio de 2015)

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