MENDOZA / Contaminación con plásticos / Escribe: Alberto Lucero






Hola amigos: Hay una gran "Isla de Plástico" que flota semisumergida en el océano Pacífico, con un tamaño dos veces el territorio de Estados Unidos y que contiene unas cien millones de toneladas de desperdicios plasticos, lo que la convierte en el mayor vertedero de plásticos del planeta; fue descubierta por casualidad en 1997, en una zona de remolinos al norte del Océano Pacífico, que los marineros generalmente evitan porque hay poco viento y mucha presión.



Esta isla de basura plastica es difícil de ver, incluso mediante fotografías satelitales y tampoco es posible localizarla con radares; se cita frecuentemente en los medios como un excepcional ejemplo de contaminación marina, ya que se caracteriza por tener altas concentraciones de plásticos suspendidos y se ha ido formando gradualmente en los últimos tiempos como resultado de la acción de las corrientes marinas, que llevan los desechos que se arrojan al mar tanto en la costa oeste de Norteamérica y como en la costa este de Asia y Oceanía.

Esta Isla de Plástico contiene plásticos suspendidos en la superficie del agua y la fotodegradación, es decir la degradación de esos plasticos por la acción del sol, los desintegra en pedazos más pequeños que siguen siendo polímeros, hasta llegar al nivel molecular y al final los plásticos llegan a ser de un tamaño tan pequeño, que pueden ser comidos por los organismos marinos que viven en la zona y así entran por completo en la cadena alimenticia. Estos residuos plasticos flotantes de pequeño tamaño lo mismo portan los contaminantes bifenilos policlorados como el PCB, el DDT e hidrocarburos aromáticos y, como por su tamaño se asemejan al zooplancton, pueden ser consumidos por las medusas que así ingieren esas toxinas que contienen los plásticos, y, como a su vez los peces grandes se comen a las medusas, luego serán alimento para los seres humanos, entrando de esta forma en nuestra cadena alimentaria esas toxinas que ya está comprobado que producen problemas hormonales.

Esta tétrica situación causada por el hombre, se está produciendo a muchos miles de km de nuestra querida Mendoza, pero la contaminación desenfrenada también golpea a nuestra puerta, con otros ropajes y de la mano de otros intereses, por ejemplo, en forma sutil se está intentando derogar la Ley 77 22, que prohibe usar en la minería metalífera en la provincia de Mza, venenos tales como el Cianuro y el Acido Sulfúrico.

Si se derogara la sabia Ley 7722, las grandes empresas multinacionales que han puesto sus ojos en nuestros yacimientos de Oro, tendrían las manos libres para utilizar el temido cianuro en sus explotaciones y, como esas explotaciones están mayoritariamente en las montañas mendocinas, en el futuro, las lluvias y las nevadas seguramente harán bajar ese cianuro al llano y entonces las aguas que nos dan vida, nos traerán daños irreparables tanto para los cultivos, como para los animales, incluído el hombre, que necesitamos de esa agua para vivir.



Es realmente lamentable que el nivel de consumismo en que se encuentra la humanidad, produzca daños tan grandes al mismo ecosistema que la contiene y en el cuál prosperó hasta hoy.

La única solución, tanto para la Isla de Plastico, como para el uso del cianuro en nuestras fuentes de agua, es que la gente tome en sus manos el problema y le diga NO a aquellos personajes que, solo con fines de lucro, producen daños irreparables al ecosistema que nos contiene a todos.

Los mendocinos no queremos que nos contaminen el agua con Cianuro y tendremos que expresarlo, en todas las formas posibles, cada vez que veamos que los traficantes de dinero vienen por nuestro Oro, por nuestra agua y por nuestro futuro.

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