El fondo buitre de segunda generación Burford Capital Limited financia el reclamo iniciado por el Grupo Marsans ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi), institución dependiente del Banco Mundial. Esa firma es la misma que inició una demanda ante la Corte del Distrito Sur de Nueva York contra YPF y la Argentina por la expropiación de la mayoría de acciones de la petrolera. Burford no es el conocido buitre que en el mercado denominan fondo de inversión altamente especulativo (hedge fund), como NML Capital de Elliott Management del financista Paul Singer. Es un fondo dedicado a financiar juicios corporativos. No compra bonos de deudas en default para luego iniciar un juicio para cobrar el ciento por ciento del capital más intereses y punitorios. Burford directamente paga los gastos de estudios jurídicos dedicados a cobrar controversias corporativas en los tribunales, como los del Ciadi o el iniciado en tribunales de Estados Unidos por la expropiación de YPF. Para el caso del Grupo Marsans por Aerolíneas se unió al estudio King & Spalding, bufete de abogados con un departamento dedicado a arbitrajes internacionales como los que se montan en el Ciadi. La Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), a partir de la denuncia presentada por la Procuración del Tesoro de la Nación, está preparando una presentación judicial contra Burford, King & Spalding y los directivos de Marsans, acusándolos de haber estructurado una maniobra de fraude. Esta es una historia de buitres y cuervos trabajando en sociedad para avanzar sobre decisiones sobernas del país.
Burford Capital Limited fue constituida el 11 de septiembre de 2009 en la guarida (paraíso) fiscal de Guernsey, isla del Canal de la Mancha, posesión de la corona británica, sin pertenecer al Reino Unido. Sus acciones cotizan en el Mercado de Inversiones Alternativas de la Bolsa de Valores de Londres. Este fondo es manejado por ex funcionarios que también se desempeñaron en el sistema financiero. Es la relación promiscua entre las finanzas globales, el poder político de las potencias económicas y los grandes estudios jurídicos, con los tribunales y las estructuras de arbitrajes internacionales como aliados. El presidente de Burford es sir Peter Middleton, quien trabajó durante 30 años en el Ministerio de Hacienda británico, y luego fue el titular del grupo Barclays Bank desde 1999 hasta 2004. Después fundó Burford.
King & Spalding es un estudio jurídico que comenzó en Atlanta, Georgia, Estados Unidos, con de más de 125 años, más de 800 abogados y 17 oficinas ubicadas además en Europa, Medio Oriente y Asia. En su oficina de Houston se despliega el equipo de Arbitraje Internacional, siendo uno de los socios en ese departamento el argentino Roberto Aguirre Luzi, quien trabajó durante cinco años como abogado asociado en el Estudio Marval, O’Farrell & Mairal antes de ingresar a King & Spalding en 2003. Es uno de los estudios internacionales más activos en litigios de arbitrajes. Es el mismo estudio jurídico que acompaña a Burford en la reciente demanda contra YPF y Argentina. Además, reúne la mayor cantidad de casos en el Ciadi.
El Grupo Marsans es un conglomerado español de turismo y líneas áreas que quebró y que controló Aerolíneas Argentinas hasta su estatización. El dueño de la empresa, Gerardo Díaz Ferrán, está preso en España desde 2013 por fraude a la Hacienda española en la compra de AA, además de otras estafas. Cuando todavía era un hombre del poder económico conduciendo la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, principal cámara del establishment español, el Grupo Marsans de Díaz Ferrán contrató a King & Spalding y presentó el 11 de diciembre de 2008 una demanda contra Argentina en el Ciadi, que con intereses suma hoy 1036,2 millones de dólares.
En 2010, el Grupo Marsans es declarado judicialmente insolvente y en quiebra, derrumbe que comenzó con la ruina de Air Comet. En esa instancia, Marsans, ya sin sus empresas y después de iniciar el arbitraje en el Ciadi, firma el 14 de abril de 2010 un acuerdo de cesión de derechos sobre esa controversia a favor del fondo buitre Burford.
Sin esa movida, el juicio en el Ciadi contra Argentina por la estatización de Aerolíneas Argentina se caía porque Marsans fue declarada en quiebra. El estudio jurídico que estaba a cargo del litigio, King & Spalding, continuó con el trabajo porque el fondo Burford pasó a pagar los honorarios por sus servicios. A cambio de ese financiamiento, el fondo buitre diseñó un esquema de retribución a repartir junto a los demandantes y el estudio jurídico, asegurando que percibirá una cantidad que represente una tasa interna de retorno de su “inversión” no inferior al 50 por ciento.
Cinco días después de la cesión de derechos sobre el juicio en el Ciadi de Marsans a Burford, el 19 de abril de 2010, el fondo buitre suscribió un contrato de financiamiento con King & Spalding International LLP, representado por el abogado argentino Aguirre Luzi. El currículum de Luzi publicado en la página web de King & Spalding informa que su área de ejercicio profesional es el arbitraje internacional, y que se ha dedicado a asesorar a corporaciones multinacionales en arbitrajes ante el Ciadi y la comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional. Muchos de los litigios donde participó como representante de las empresas son contra la Argentina: Sempra Energy Internacional por 300 millones de dólares, Impregilo SpA y Camuzzi Internacional por 300 millones de dólares, además de petroleras, telefónicas, Suez y Aguas de Barcelona.
La Procuración del Tesoro presentó una denuncia ante la Procelac por lo que considera una maniobra defraudatoria de Burford y King & Spalding junto con los directivos de Marsans. Esta consistiría en que si Argentina tuviera que pagar el monto resultante de un fallo en contra del arbitraje en el Ciadi, debería hacerlo directamente a una cuenta secreta indicada por el fondo buitre. De ese modo, se estaría ignorando a los acreedores de la convocatoria de las empresas del Grupo Marsans que se tramita en tribunales españoles. Si así fuere, Argentina estaría expuesta al riesgo de tener que pagar dos veces el fallo por el reclamo de los acreedores concursales. La Justicia federal argentina tiene competencia en este caso ya que los efectos de ese fraude impactarían sobre el presupuesto del Tesoro nacional.
La reconstrucción de esa sociedad buitres & cuervos es posible a partir de las presentaciones que fue haciendo en el tribunal arbitral del Ciadi. En uno de los escritos Burford afirmó poseer el reclamo ante esa dependencia del Banco Mundial, iniciado por el Grupo Marsans, por lo que denomina “interés legal común”. Del Acuerdo de Financiación y del Contrato de Representación surge que la estructura legal se la brinda el estudio King & Spalding International LLP, quien primero consiguió como clientes a los quebrados propietarios de la firma Marsans y luego contactó a Burford para que solventara los gastos de la demanda. El abogado argentino Aguirre Luzi de King & Spalding recibió de Mark Woodall, de Burford Capital Limited, un contrato de financiamiento. Burford se comprometió a pagar los honorarios de los abogados de los demandantes en el arbitraje, y como retribución recibiría una parte de la eventual indemnización que pudiera fijar ese tribunal del Ciadi, garantizada con una prenda de primer grado a favor de Burford.
El fondo buitre reconoció que sin esa garantía que le otorga privilegio sobre una eventual indemnización, el proceso ante el Ciadi no hubiera continuado. En el acuerdo se fija que ese derecho de Burford se calculará de la siguiente manera: una cantidad fija equivalente a cuatro veces el dinero invertido para financiar el procedimiento; y si hay acuerdo en los primeros doce meses, Burford percibirá el 20 por ciento; el 40 por ciento de los primeros 100 millones de dólares; el 30 por ciento de entre 100 y 500 millones; el 25 por ciento de entre 500 millones y 800 millones; y el 15 por ciento de cualquier cantidad superior a ese último monto. Burford detalló que en caso de que Argentina sea condenada deberá abonar la indemnización en una cuenta que sería informada de manera secreta 24 horas antes del depósito.
En el colmo de la estrategia buitre, Burford aclaró que la cuenta bancaria es secreta y no estará en un banco de Estados Unidos para evitar que el juez Thomas Griesa pudiera llegar a bloquearla.
Todavía no hay sentencia del tribunal arbitral del Ciadi, donde Argentina cuestionó a los demandantes alegando el vaciamiento de Aerolíneas Argentinas realizado por el Grupo Marsans. Hubo una reciente audiencia de fondo que se extendió por tres semanas, y Argentina hizo una reserva denunciando esa maniobra de fraude de esa sociedad de buitres & cuervos.
(Página 12, domingo 12 de abril de 2015)