HISTORIA / Un viento del sur / Escribe: Alicia Kirchner






Nos planteamos construir prácticas colectivas de cooperación que superen los discursos individuales de oposición. En los países civilizados con democracias de fuerte intensidad, los adversarios discuten y disienten cooperando. Por eso los convocamos a inventar el futuro. Venimos desde el Sur del mundo y queremos fijar, junto a ustedes, los argentinos, prioridades nacionales y construir políticas de Estado a largo plazo para de esa manera crear futuro y generar tranquilidad. Sabemos adónde vamos y sabemos adónde no queremos ir o volver."

Néstor Kirchner, 25 de Mayo de 2003


Cada 25 de Mayo recordamos uno de los hechos históricos más importantes sobre los cuales se construyeron los cimientos de nuestra democracia. Un pueblo decidido que deseaba independizarse inició un proceso revolucionario que permitió formar el primer gobierno patrio. Esta revolución tomó años y necesitó de una ciudadanía comprometida y convencida en forjar su propio destino. Las luchas por la independencia se libraron más allá de los fusiles y cañones, más allá de la derrota del colonialismo. Fue también la "feliz revolución en las ideas", tal como la describía Mariano Moreno.

Hace once años un viento del Sur nos convocó nuevamente a soñar un país distinto. A ser artífices de nuestra propia historia. A protagonizarla, vivirla, construirla y profundizarla. A tener conciencia de ella. Frente a la caída del esquema neoliberal reproducido durante años por las clases dominantes que diezmaron económica, social, política y culturalmente a la Argentina, el camino de un proyecto nacional y popular renació.


Los y las patriotas de nuestro país y de América Latina nos dejaron el legado de independencia y liberación. Nos dejaron sus espíritus revolucionarios. Ese es el ideal que retomamos y reivindicamos. Los proyectos populares y colectivos son inherentemente emancipadores. Permiten la discusión política, el debate, la búsqueda de consenso. Recuperan el rol del Estado como herramienta para transformar realidades. Donde el capitalismo salvaje excluye y los intereses concentrados imponen, el Estado vuelve a incluir y a equiparar.

Hace once años elegimos el camino de los Derechos Humanos, de la Memoria, la Verdad, la Justicia y la Identidad. De la soberanía política y cultural, de la independencia económica, de la inclusión de los sectores más postergados, del trabajo como gran articulador social, de la igualdad de género, de la calidad educativa, de la inversión productiva, del derecho a la expresión de todas las voces, de la integración latinoamericana y de la construcción de esta Patria Grande soñada por tantos años. Hace once años elegimos el camino de la militancia y de las convicciones.

El sueño que tenía Néstor ese 25 de Mayo se volvió realidad. Como el sueño de tantos que dieron su vida por la Patria y sus ideales. Volvemos a escribir la historia y volvemos a protagonizarla. Y tenemos siempre la posibilidad de inventar el futuro. Nuestro futuro. De imaginarlo. De crearlo. De seguir transformando.


Buscamos construir este presente colectivamente para garantizar el futuro de las generaciones que están llegando. Presente que recordará cómo miles de jóvenes pudieron estudiar, capacitarse y construir un hogar gracias a este proyecto político. Proyecto de derechos efectivos. De herencia simbólica. De ese horizonte de inclusión que nos permite tener conciencia de la historia.

Porque sabemos adónde vamos y sabemos adónde no queremos ir o volver y porque Néstor sabía, como me dijo un compañero sanjuanino, que en la transformación de una vida está la transformación de la Patria.

(Diario Tiempo Argentino, domingo 25 de mayo de 2014)

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