Se cumplen 36 años de la detención y desaparición –durante la dictadura militar instaurada en 1976- de Oscar Smith, Secretario General del Gremio Luz y Fuerza - Capital Federal.
Oscar Smith, se desempeñaba en febrero de 1977, como Secretario General del Gremio Luz y Fuerza - Capital Federal.
Habia nacido un 8 de Enero de 1932, en Villa Domínico, estaba casado tenía dos hijas. Familiero, hincha de Independiente y peronista.
Vivía en el mismo barrio de Villa Domínico, cuando el 11 de febrero de 1977, fue secuestrado.
Esa mañana salió de su casa, en el Pasaje Diamante al 5000, en su automóvil.
Tomó la avenida Mitre y luego por Debenedetti. Dos autos le cortaron el paso y fue secuestrado.
El gremio de Luz y Fuerza fue uno de los primeros objetivos de la represión de la dictadura. Así, habían decretado un despido masivo de delegados de Luz y Fuerza, y derogado las convenciones colectivas de trabajo.
El gremio fue el primero en declarar una huelga general en 1977.
Una reunión con Guillermo Suárez Mason, deja contancia de la integridad de Oscar Smith.
El militar amparado desde su impunidad, quedo descolocado cuando en la discusión, la voz de Oscar fue más alta que la suya: -A mí no me grite. Que yo puedo gritar más que usted, le dijo.
Y agregó -Ningún trabajador es responsable por los paros, por los cortes en el suministro de energía eléctrica o por la situación general de SEGBA. El que imparte las órdenes soy yo.
En febrero de 1977, Oscar Smith, comenzó negociaciones con el Ministro de Trabajo, Gral. Horacio Tomás Liendo, y con su segundo, Gral. Américo Daer para lograr la reincoporación de los trabajadores despedidos, en principio llegaron a un acuerdo por el cual se lavantarían las medidas de fuerza y se reincorporarían loa trabajadores.
Al parecer a un sector de las fuerzas armadas le pareció una muestra de debilidad y un mal ejemplo, sellando de esta forma su destino.
Según relatos de sus compañeros, en el verano de 1977, el General Roberto Viola, uno de los jerarcas del proceso, le hizo saber que saliera de circulación, porque su vida corría peligro, Oscar no hizo caso a la advertencia.
-Los hombres de Luz y Fuerza jamás tuvieron guardaespaldas. Esa ha sido una trayectoria que yo no torceré.
Oscar Smith fue tajante y no avaló la propuesta del Consejo Directivo de resguardar su integridad.
Porque como el dirigente que era, sus desvelos pasaban por lograr mantener las fuentes de trabajo de sus compañeros, por mantener la unidad sindical y por organizar la resistencia a la entrega y represión que se avecinaba.
Oscar Smith, fue declarado vecino ejemplar de Avellaneda, una plazoleta y una calle es el homenaje de su ciudad.
El recuerdo permanente de su familia y el reconocimiento de sus compañeros y del movimiemto obrero, son el homenaje más sentido.
Porque Oscar Smith, representa un símbolo y una bandera de la militancia sindical.
Por su lucha inclaudicable en la defensa de los trabajadores y la reivindicación de sus derechos.
Por la exaltación permanente de la dignidad y el orgullo de pertenecer a la clase trabajadora, que mantuvo siempre, aún sabiendo del riesgo de su vida.