ARGENTINA / Las medidas que tomó el BCRA están destinadas a la captación de divisas / Escribe: Federico Schmalen






Fábrega asumió, como el resto del nuevo Gabinete, el 20 de noviembre de 2013.

De aquella fecha a esta parte la entidad que preside asumió un protagonismo inusitado en la medida en que las resoluciones que fue adoptando apuntan a resolver lo que, ya a partir de mitad del año pasado, la mayoría de los economistas identificaron como la principal amenaza de la economía. Nos referimos a la llamada "restricción externa", es decir la escasez de divisas y la dificultad para acceder a ellas y, por lo tanto, la paulatina reducción de las reservas del BCRA.

En esta nota, diferentes economistas especializados en política monetaria y cambiaria emiten su opinión sobre el rumbo que ha adoptado el BCRA desde la asunción de Juan Carlos Fábrega en remplazo de Mercedes Marcó del Pont. Aquí trataremos de contextualizar aquellas opiniones a partir de identificar las principales medidas que se han adoptado.


Vale recordar que el actual presidente del BCRA es funcionario de carrera del Banco Nación en el cual se desempeñó desde el año 1969 y que llegó a presidir desde 2010 hasta su asunción al frente del BCRA. Se trata de un especialista en el sistema financiero argentino y en su desembarco en el Central optó por designar a funcionarios de su confianza en el Nación para que lo acompañaran en su gestión. Por ese perfil técnico, cuando asumió, logró un apoyo casi unánime del arco político y los especialistas del sector.

Desde el 20 de noviembre a esta parte se han tomado variadas medidas.

El primer intento por obtener divisas lo constituyó, a mediados de diciembre de 2013, con la emisión de una Lebac en dólares destinada a acelerar la liquidación de las cerealeras. Aquella letra tiene como característica particular que, además de estar nominada en moneda estadounidense, ofrece una tasa del 3,6% anual más la evolución del valor de dólar, es decir que incluye un seguro de cambio.

A pesar de esos beneficios, la liqudación llegó a los 1800 millones de dólares y se estima que aún quedan por liquidar 3300 millones más que demuestran que persiste la especulación de los sectores concentrados del campo a la espera de hipotéticos incrementos de los precios internacionales. Así, el BCRA se decidió a diversificar las medidas adecuadas para alcanzar el objetivo de nutrir de divisas sus reservas.


Luego de dar continuidad (y profundizar) a la política de minidevaluaciones que la entidad venía manteniendo desde principios de 2013 bajo la gestión de Marcó del Pont, a partir del 20 de enero el BCRA decidió reducir su intervención en el mercado de cambio dejando, de este modo, flotar el dólar hasta los niveles que, según declararon las autoridades del Palacio de Hacienda, fijan un "valor de equilibrio" pautado en alrededor de 8 pesos para el mercado legal de importaciones y exportaciones. Cuando asumió el nuevo presidente el dólar se ubicaba en 6,04 pesos para subir paulatinamente hasta los 6,93 pesos dos meses después y pegar un salto entre el 23 y 24 de enero para ubicarse alrededor de esos 8 pesos en los que cerró el oficial el 31 de enero. De este modo, desde la asunción, se produjo una devaluación acumulada de un 32% en 70 días.

Además, con el objetivo de desincentivar la demanda de divisas, la autoridad monetaria decidió elevar las tasas de interés de referencia para préstamos interbancarios de más de un millón de pesos a 30 días (Badlar) que, al cierre de esta nota, se ubicaba en los 24,18 puntos.

Con esa política consiguió, por ejemplo, que el martes último se retiraran de circulación algo más de 5 mil millones de pesos estableciendo un récord para un día. Así, el acumulado de la absorción de pesos con letras del Banco Central durante el mes de enero superó la totalidad de los absorbido durante 2013. La estrategia adoptada busca desestimular la demanda de dólares ofreciendo tasas atractivas en pesos y, al mismo tiempo, disminuir la base monetaria para contrarrestar los efectos que pudieran tener los movimientos en el mercado de cambio sobre los niveles de precios.


De este modo, la tasa Badlar que se ubicaba en 15,25 puntos a principios de 2013 y en 18,81 el 20 de noviembre cuando se produjo la asunción formal de las nuevas autoridades, subió casi 10 puntos en poco más de un año y 6 puntos en poco más de dos meses.

La incógnita es el impacto que este movimiento de tasas tendrá sobre los sectores productivos ya que la resolución del BCRA que establece un cupo de créditos a pymes equivalente al 5% de los depósitos de los bancos fija una tasa de interés del 17,5% para 2014 y, más allá de ese período, establece un mecanismo de actualización vinculado precisamente a la tasa Badlar (permite superarla en hasta 4 puntos). De producirse esa actualización de tasas podría contraerse la demanda de créditos productivos o que ese diferencial se traslade a los precios.

Una última medida adoptada en paralelo con estas últimas y como apéndice de la apertura de la venta de dólares para ahorro fue la emisión de una Lebac nominada en dólares con una tasa de interés de hasta un muy atractivo 4% anual. El espíritu de esta medida es similar a las anteriores. Se busca que los pesos circulantes en manos de los individuos, una vez convertidos a dólares regresen, a través de los bancos privados, a las arcas del Central a cambio de letras nominadas en esa moneda.

(Diario Tiempo Argentino, domingo 2 de febrero de 2014)

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