Un grupo de estudiantes islamistas incendió ayer las facultades de Comercio y Agricultura de la universidad cairota de Al Azhar en medio de manifestaciones en las que un joven estudiante murió y otros cuatro resultaron heridos por la respuesta policial, informaron fuentes oficiales. En los choques, la policía detuvo a 101 personas e incautó una pistola de perdigones, petardos, cócteles molotov y una bolsa llena de clavos, según el Ministerio del Interior citado por la agencia oficial de noticias Mena. Los enfrentamientos comenzaron cuando las fuerzas de seguridad dispararon gases lacrimógenos para dispersar a los estudiantes pro Hermandad Musulmana que impedían el ingreso a los edificios universitarios para rendir exámenes. La Universidad de Al Azhar es un centro de aprendizaje islámico sunnita que viene siendo escenario de protestas desde que el 3 de julio pasado un golpe de Estado derrocara al presidente islamista Mohamed Mursi tras un año en el cargo.
Los manifestantes lanzaron piedras a la policía y prendieron fuego a neumáticos y los edificios de las facultades de Comercio y Agricultura. Un comunicado emitido por Interior señala que los bomberos controlaron rápidamente el fuego en la institución estudiantil, bastión del ex presidente Mursi, miembro de la Hermandad Musulmana hasta acceder al poder, quien fue el primer presidente electo del país después del derrocamiento del dictador Hosni Mubarak en 2011.
El comunicado emitido por el Ministerio del Interior, que califica a los detenidos como terroristas por su pertenencia a la Hermandad Musulmana, agrega que se reestableció la calma en la zona y que la jornada de exámenes, cuyo período empezaba ayer, se desarrolló con normalidad. Sin embargo, fuentes de la Universidad de Al Azhar aseguraron que varios exámenes debieron suspenderse.
En tanto, el Ministerio de Salud informó que la víctima fatal es un activista estudiantil que falleció tras recibir un disparo de perdigón en la cara. Youssof Salheen, portavoz de los estudiantes pro Hermandad Musulmana, dijo en declaraciones a la cadena de noticias Al Jazeera que la víctima es Khaled el Haddad, estudiante de la Escuela de Comercio de Al Azhar, aunque no precisó la causa de la muerte.
Las protestas de ayer se enmarcan en el segundo día de la denominada “semana de la ira”, que comenzó el viernes convocada por la Coalición para la Defensa de la Legitimidad, alianza que agrupa a los Hermanos Musulmanes y grupos afines.
Está previsto que las fuerzas de seguridad sigan reprimiendo las manifestaciones islamistas de forma violenta, ya que se trata de protestas no autorizadas, prohibidas por una ley recientemente aprobada, y por ser convocadas por un grupo terrorista, tal y como el Ejecutivo egipcio designó hace cuatro días a los Hermanos Musulmanes, lo cual criminaliza la pertenencia a este grupo o la participación en sus protestas.
La decisión gubernamental ofreció la justificación jurídica a las autoridades para congelar las actividades de más de 1000 asociaciones de caridad por su supuesta vinculación con la Hermandad. El viernes, cinco personas fallecieron y otras 50 resultaron heridas durante las protestas celebradas en todo el país, que acabaron con 265 detenidos.
A pesar del clima de tensión, el 14 y 15 de enero está previsto que se celebre el referéndum para la reforma de la Constitución. La renovada Carta Magna, que rebaja el carácter islamista de la anterior, sustituirá, en caso de que se produzca el probable triunfo del “sí”, a la que fue aprobada bajo el mandato de Mursi. Después de la consulta, deberán convocarse, en un plazo de seis meses, elecciones legislativas y presidenciales, sin conocer aún cuál de los dos comicios tendrá lugar primero.
Por otra parte, el organismo de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) criticó con dureza la denominación de la Hermandad Musulmana como organización terrorista por parte de las autoridades de facto. “El gobierno (de El Cairo) parece estar motivado únicamente por el deseo de desarticular un gran movimiento opositor”, afirmó la ONG en un comunicado. “El gobierno debería retirar esa decisión de inmediato y dejar de perjudicar las actividades sanitarias, de educación y otras actividades pacíficas de los Hermanos Musulmanes”, agrega el texto.
El gobierno de Egipto catalogó al grupo islamista como organización terrorista tras un atentado en el que murieron 16 personas en el Delta del Nilo y que en realidad se atribuyó una rama de Al Qaida. Desde entonces fueron detenidos cientos de seguidores de los Hermanos Musulmanes, muchos de ellos por participar en manifestaciones o estar afiliados al brazo político de la Hermandad, el Partido Libertad y Justicia, que llevó a Mursi a la presidencia.
(Diario Página 12, domingo 29 de diciembre de 2013)