ARGENTINA / Tiempo de definiciones / Escribe: Agustín Pineau






Durante los últimos días, la oposición político-mediática se ha dedicado constantemente a señalar un crecimiento sostenido en el volumen electoral del candidato elegido por los poderes fácticos del país para enfrentar al gobierno nacional en la Provincia de Buenos Aires.

Por otro lado, en el mismo distrito, semanas atrás se señalaba una merma considerable para el Frente para la Victoria (FPV) en el orden de preferencia de los electores.

Ahora bien, se argumenta por parte de varias consultoras de opinión que el elector de mayor fidelidad se localiza en el FPV, del total de votantes que eligió a Martín Insaurralde en las primarias de agosto entre un 90-95% volvería hacerlo en octubre.


En el caso del joven mimado por las grandes corporaciones, la fidelidad del elector es del orden del 80%. De esta manera, podemos deducir que el crecimiento del candidato del Frente Renovador (FR) está fundado en la caída estrepitosa de Francisco de Narváez y que el FR crece sin restarle votos al FPV.

El cese de la merma o sangría, percibida durante estos últimos días del candidato del FVP, tiene como todo en esta vida múltiples causalidades.

Yo me voy a enfocar en dos.

En primer lugar, luego de las PASO de agosto, era previsible que el candidato ganador lograra una sobreexposición y tuviera una gran repercusión mediática y que esto amplificara su anclaje en la opinión pública, este efecto suele menguar con el pasar del tiempo.

En segundo lugar, la iniciativa del gobierno retomando el control de la agenda política, a partir de la toma de decisiones en materia de gestión en cuestiones claves, lo vuelve a poner en el papel de principal protagonista de la escena.


Con posterioridad a las PASO, se ha mencionado reiteradamente cierto relajo en las primarias por parte de los intendentes de la Provincia de Buenos Aires que integran el FVP. Algunos especulan que esta distención se debió a que las PASO sólo representan resultados preliminares y que los porotos se juegan en octubre.

Es importante recordar que en estas elecciones de medio término, en la Provincia de Buenos Aires se eligen cargos municipales, como concejales, y es de una gran preocupación por parte de los propios intendentes de contar con concejos deliberante con mayoría propia y que les facilite la gestión.

A medida que van transcurriendo las semanas, y nos vamos acercando al 27 de octubre, al FR se le ha puesto dificultosa y compleja la tarea de seguir ocultando definiciones políticas y las adhesiones que logra conseguir a partir de ellas.

A cuentagotas van apareciendo lineamientos de un proyecto económico que se presenta como alternativa de cara a 2015.


Los principales ejes enunciados, sin dar mayores detalles, se ubican en la línea de volver, en un sendero neoliberal, al mercado de capitales, a brindar participación a grupos financieros privados en el sistema previsional y derogación de impuestos al sector exportador.

Mientras tanto, el FPV, busca mejorar su performance respecto a las PASO y encarar una mejor elección en octubre, a partir de una reorganización de sus propias filas y una re-planificación de la campaña en cada distrito, que complemente de mejor manera la estrategia de nacionalización.

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