El cambio climático sigue alterando la variabilidad natural del clima y ocasiona incertidumbres sobre el futuro de toda la vida en el planeta.
Según ha informado la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el año 2012 fue uno de los diez años más calientes desde que se lleva registro de las temperaturas, pese al fenómeno de La Niña, que enfría más de lo normal la superficie del mar.
La temperatura promedio anual fue superior en 0,45 °C a la media de 14,0°C correspondiente al período 1961-1990 y por eso, la OMM propone que, dado el impacto que esto produce en la economía y en la vida de las sociedades, se aumenten las observaciones y las investigaciones, para afrontar mejor el cambio climático que estamos viviendo y para mejorar la preparación ante los inminentes desastres. Su secretario general, Michel Jarraud, ha explicado que la elevación sostenida de la temperatura es preocupante y que el aumento de la concentración en la atmósfera de los gases de efecto invernadero, preludian que el calentamiento global continuará y agregó“.
El año 2012 fue testigo de muchos fenómenos extremos, como las sequías y los ciclones tropicales y las características de esos eventos meteorológicos, están cada vez más, determinados por el cambio climático”. Uno de los síntomas más evidentes del calentamiento global es la disminución de manto de hielo en Groenlandia, ya que durante el verano pasado, se derritió la mayor superficie que se haya fundido desde que empezaran los registros satelitales hace 34 años y algo similar ocurrió con la extensión del hielo marino en el Océano Ártico, que este verano se redujo en un nivel sin precedentes, ya que superó el derretimiento máximo anterior ocurrido en el verano del 2007 y fue la mayor reducción estacional de la extensión del hielo marino, producida en los 34 años de registros satelitales. Nos recuerda la Organización Meteorológica Mundial, que el Calentamiento Global también agudiza los fenómenos extremos, como fue el huracán Sandy, que causó la muerte de más de 200 personas y daños de decenas de miles de millones de dólares en el Caribe y en los Estados Unidos o el tifón Bopha, que fue el ciclón tropical más mortífero del año que azotó dos veces Filipinas en diciembre. Además, Estados Unidos y el sureste de Europa padecieron sequía extrema, mientras que el África occidental se vio gravemente afectada por las inundaciones extremas. A la población de Europa, del norte de África y del norte de Asia, le afectaron gravemente las nevadas y fríos extremos y por tercer año consecutivo se produjeron graves inundaciones en Pakistán. En nuestra Mendoza, hemos tenido un invierno con temperaturas tan benignas que casi no lo hemos sentido, salvo los últimos fríos.
Esto en cuanto al pasado reciente, pero se cierne sobre toda la humanidad la incertidumbre sobre el futuro del clima global, afectado por el Cambio Climático que producirán los gases de efecto invernadero que ya están en la atmósfera y que, por el efecto de inercia del clima, recién harán sentir su efecto en las décadas por venir. Ante ésta realidad, nos preguntamos porqué siguen adelante proyectos como el de Sales de Potasio en Malargue, planificados cuando la temperatura del planeta era otra y cuando aún no se tenía conciencia de la importancia de no aportar Anhídrido Carbónico a la atmósfera.
Con el nivel de conocimientos de hoy, no podemos permitir que la extracción de esas sales se haga por el método de disolución y posterior evaporación, pues ese método obliga a quemar 1 millón de m3 de gas por día y esa cantidad es tan grande, que implica la misma cantidad de gas que consumen todos los hogares, más todos los comercios, más todas las oficinas públicas de la provincia, sumadas. El aporte de CO2 que implicará la quema de ese millón de m3 de gas, elevará aún más la proporción de gases de efecto invernadero en la atmósfera, alimentando el calentamiento global y ayudando al cambio climático que tanto nos preocupa. Si se insiste en llevar adelante el proyecto, debemos exigir que se modifique el método de extracción, para no afectar aún más el futuro que estamos dejando a nuestros hijos.