El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció ayer que en los próximos días firmará un decreto por el que creará una comisión especial para investigar la revuelta policial del 30 de septiembre de 2010, que culminó con un intento de magnicidio en su contra y puso en vilo la democracia en su país. El mandatario ecuatoriano recordó que existe actualmente un proceso judicial abierto y recompensas de hasta 50 mil dólares para quienes provean información sobre los responsables. Hasta el momento, y gracias al aporte de los ciudadanos, se ha logrado identificar a ocho de los nueve uniformados que aparecen en las fotos y videos de aquella jornada, a dos de los cuales se ha capturado, destacó. Sin embargo, aún falta encontrar "a los peces gordos que coordinaban los hechos", enfatizó Correa.
El objetivo es impedir que lo ocurrido en esa fecha, y que provocó la muerte de cinco personas, "quede en la impunidad", dijo el mandatario, quien criticó que durante dos años la investigación "haya sido obstaculizada" incluso por miembros de la Policía. Correa adelantó que la comisión estará presidida por el jurista Carlos Vaca, por el secretario de Transparencia, Diego Guzmán, y por Óscar Bonilla, quien estuvo junto al gobernante en la rebelión policial.
Correa pidió a los ciudadanos que envíen información para descubrir a los responsables a un portal de Internet creado para ese propósito en el que se pueden poner fotografías, grabaciones de audio y video y documentos. Quienes contribuyan a la localización de los responsables pueden recibir recompensas de hasta 50 mil dólares.
El gobernante dijo que hasta el momento, la campaña ha tenido éxito, pero hace falta profundizar los esfuerzos para llegar hasta los autores intelectuales del intento de golpe de Estado.
El 30 de septiembre de 2010, el cuerpo policial en Ecuador se levantó en supuesto reclamo de mejores condiciones salariales. Ante esa sublevación, el presidente Correa concurrió al principal foco del alzamiento en Quito, donde fue retenido durante horas en un hospital policial hasta que fue liberado por un grupo especial de militares y ante el ataque de policías sublevados. Grabaciones de aquella noche registraron que el objetivo de los agresores era matar al presidente.
En aquella jornada, la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) decidió reunirse de emergencia en Buenos Aires para respaldar el gobierno de Correa. Un gesto que el presidente ecuatoriano siempre agradeció. Vinculado con ello, el mandatario anunció también durante su programa radial Enlace Ciudadano, que su país construirá un nuevo edificio donde funcionará la sede del gobierno de la Unasur. El edificio, que será "el más moderno de Ecuador", llevará el nombre del primer secretario general de la Unión, el fallecido presidente argentino Néstor Kirchner.
Rafael Correa detalló que la obra, que se edificará sobre una superficie de 1500 metros cuadrados y estará listo en 2014, tendrá unos 20 mil metros cuadrados de construcción, además de 14 mil metros cuadrados de áreas exteriores, entre plazas públicas y grandes espejos de agua, informó el diario ecuatoriano El Telégrafo.
(Diario Tiempo Argentino, 2 de junio de 2013)