No sé si coincidirán conmigo, pero cuando uno tiene la inmensa suerte de trastocar los escenarios cotidianos durante un tiempo, como me sucedió este enero que trabajo pero desde las cercanías del Atlántico y alejado de las calles habituales de Buenos Aires; cuando uno tiene esa suerte, escribía, a veces la ley de la libre asociación de imágenes y de ideas se pone al servicio del acto de escribir, lo cual por supuesto no significa, ni mucho menos, que el resultado de ese diálogo interior proponga o tenga como consecuencia y resultado composición brillante alguna, si hasta es probable que todo resulte un fiasco. Pese a ello, arriesgo porque esa es la tarea del breve ensayo acerca de datos constatables e incluso de conjeturas, que con ellas también se construye cierta realidad teórica.
Quizá alguien pueda preguntarse a partir del ahora en este texto qué relación guarda lo que sigue con las que a mi entender se encuentran entre las principales aristas del escenario político argentino, pero así aconteció: el miércoles pasado concurrí a un concierto en Miramar de la murga uruguaya Agarrate Catalina, en el que esos genios del Carnaval del viejo Montevideo le entraron con ganas a la crítica cultural del presente, burlándose del fin del mundo de los dioses y de los hijos de puta del mundo que quieren arreglar todo contra los pueblos y la justicia social, y no me pregunten por qué pero allí mismo recordé aquella canción del ’65 con la cual Carlos Puebla le cantaba su despedida al comandante Che Guevara: aquí se queda la clara, la entrañable transparencia, de tu querida presencia (…).
Y me quede pensando, dale que te dale, hasta que se hizo viernes por la mañana, momento para el cual preveo cada semana la escritura de este encuentro, y por una radio escucho al vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, que dice "no se puede especular con el 2015 a partir de las expectativas de cada uno, no se puede anteponer lo individual sobre lo colectivo; aquí conduce nuestra presidenta que recibe el amor de su pueblo", y un rato después, acerca del debate propuesto por las provincias en torno al régimen de coparticipación federal, desde otra emisora dispara: “algunos funcionarios parecen obviar los aportes que la Nación hace con planes y obras, no se puede mirar el ombligo de uno, sino que hay que ver el concepto de equidad que compone a las 24 provincias de la Argentina. No está mal argumentar en la disputa, pero yo quiero hacerlo desde el pertenecer a una Nación, y los gobiernos de las provincias se ven beneficiados con acciones de obras de infraestructuras, planes sociales y jubilaciones por parte de aquella".
No faltarán, sino que todo lo contrario, sobrarán las voces mediáticas que insistan en lecturas parciales y antojadizas respecto de esas definiciones y sobre la persistencia de la militancia kirchnerista en tierras bonaerenses en acompañar con hechos y desde la participación ciudadana a los lineamientos de país que propone la presidenta Cristina Fernández de Kirchner; para esos actores (abiertamente opositores o más o menos disfrazados) por supuesto que la cuestión pasa por intendentes que quieren ser gobernadores, esposas de gobernadores que hablan de presidencias y de lo que ustedes deseen al respecto, como en abarrotado bazar de todo por dos pesos.
Desde el otro rincón, desde el rincón del "Mono" Gatica se me ocurre aquí, porque él nunca se metió en política, siempre fue peronista o como dice mi amigo gallina Ignacio Copani, la política y el peronismo se metieron conmigo, la "entrañable transparencia" del militante persiste en el ser, como spinozistas (por el viejo Baruch, el filósofo) del Conurbano: hace apenas un puñado de semanas, en el balance anual 2012 hecho público por el Senado de la provincia de Buenos Aires se destacaba "el fuerte debate impulsado en la comunidad a través de los Foros de Participación Ciudadana en materia de Seguridad y Justicia y el fuerte acompañamiento de la Cámara Alta al Ejecutivo provincial"; y que ese respaldo legislativo a las iniciativas gubernamentales se reflejó en los proyectos aprobados. De los 24 enviados se aprobaron 18, entre ellos el Presupuesto y el aumento al Impuesto Inmobiliario Rural, este último en medio de una fuerte y agresiva protesta de ganaderos en las instalaciones del Palacio Legislativo.
El Senado aprobó el 80% de los proyectos enviados por el gobernador Daniel Scioli y tuvo rol orientador en materia institucional, como el retiro de la policía de la tarea de seguridad de las instalaciones, la bancarización de todos los empleados de la Cámara, que dotó de mayor transparencia la distribución de los fondos, y la apertura de las puertas del Senado a través de actividades culturales permanentes junto a la puesta en marcha de un ciclo de capacitación y formación política-institucional a través del programa “Ser Parte”.
Está claro que los paréntesis de Navidad y Año Nuevo, y el verano tuvieron efecto limitado, pues al trabajo desplegado para la democratización de la Justicia y la Seguridad, con iniciativas que casi puede afirmarse se anticiparon en formato de provincia a las propias reivindicaciones que en ese sentido viene manifestando el oficialismo a nivel nacional, rápidamente se sumó una iniciativa que hace a una característica que debe ser estructural de toda práctica política transformadora e inclusiva: me refiero a la "entrañable transparencia" que deben ofrecer las instituciones.
"Hay que transparentar todas las acciones de gobierno", dijo el jueves pasado Mariotto al referirse al proyecto de ley que impulsa sobre Ética Pública en la provincia de Buenos Aires, para que los funcionarios presenten sus declaraciones juradas, tal como sucede a nivel nacional. Además reiteró que una de las principales preocupaciones de su gestión, es "la democratización de la justicia".
"Esta es una provincia que ha sido muy conservadora. Hay que iluminar y transparentar todas las acciones de gobierno. Cuando llegué a la provincia quise entregar mi declaración pero me encontré con la sorpresa de que las mismas no se presentaban.
Entonces encontré un proyecto de ley del senador Ricardo Vázquez, del FAP, que lo que proponía era asemejar la responsabilidad de los funcionarios provinciales a la de los nacionales. Así que convoqué a Vázquez y le dije que nuestra intención era darle impulso", dijo Mariotto en diálogo con un matutino de circulación nacional, rápidamente reproducido por los portales de noticias más activos del país.
Por supuesto que no perdió la oportunidad de clavar otra vez la pica donde corresponde: la presidenta será la que va a echar luz sobre cómo va a continuar el proyecto político. No me adelantaría. De todas formas ahora no advierto que haya dirigentes que tengan la estatura política, humana, sensible e intelectual de Cristina. Lo que es claro es que este proyecto no puede terminar. Hay que seguir profundizando el modelo, dijo.
Cuentas y pendientes de la aquella "entrañable transparencia" de la militancia. «
