MENDOZA / La Justicia en tiempos de iras y perfidias / Escribe: Ramón Abalo






Bronca, iracundia, el decir destemplado de las malas palabras: cabrones, capangas, shushetas, cafiolos, berretas, malparidos, oligarcas, buchones, alcahuetes, sirvientes, chupamedias, orejeros, babosos, cajetillas, infames hijos de puta, cipayos. Y el derecho al pataleo en estos tiempos de perfidia, talvez el único derecho a ejercer por el pobrerío. Estado de Derecho, justicia y jueces privilegiando los intereses de los ladrones y prestamistas del mundo.


Tiempos ha, en los establecimientos de enseñanza -al menos en la Argentina-, cuando un maestro hablaba de la Justicia recurría a lo establecido: lo inmaculado del sistema republicano, lo intangible (lo que no se puede tocar) DE LA JUSTICIA, privilegio único de uno de los tres poderes de una República. Se hablaba también del poder de la prensa, como el cuarto poder, la prensa con la misma potestad de altruismo, ética, sensibilidad, representación, objetividad. Intangibilidad aparejándose a la justicia. Nos la tragamos durante centurias pese a lo espurio de la Justicia -de sus representantes, mejor dicho- es evidente tal como se otea en la experiencia dolorosa de Martín Fierro en tiempos de la leva: "hacete amigo del juez, no le des de qué quejarse, que es bueno tener palenque en qué rascarse". Experiencia y huída a las tolderías, procurando huir del juez de paz, lacayo y servidor de la oligarquía del joven país. Ese del olor a bosta.


Y ahora los jueces de los fondos buitres, tiempo emblemático de esa justicia engendrada en los buffets de las corporaciones, como los de Clarín y La Nación, de la oligarquía sojera de la Sociedad Rural. Servidores de varios patrones, queda en evidencia la condición humana de jueces, camaristas, fiscales. Es decir, la falibilidad de la intangibilidad de la investidura togada, por lo que su ejercicio de administrar justicia puede quedar relegada de los principios fundantes del derecho: aquello de que es el conjunto de reglas, principios y preceptos a los que están sometidas las relaciones humanas de la sociedad civil y a cuya observancia pueden ser compelidos por la fuerza.

La perfidia tiene nombre y apellido, y se viste de justicia: María Susana Najurieta y Francisco de las Carreras (investigado por recibir coimas del grupo Clarín), integrantes de la Cámara y Comercial rechazando la recusación contra ellos mismos, quienes quedaron automáticamente para resolver el pedido de extensión de la cautelar más allá del 7 de este mes, que les reclamaba Clarín.

Si una acción penal los encontrara culpables de prevaricato, con tan sólo renunciar salvarían el pellejo y con jugosas jubilaciones y cuentas bancarias. De las Carreras recibió un paquete de Clarín en el que venían pasajes y estadías para vacaciones en Miami, el hospedaje vip de la gusanera internacional, la de las Susanas y las Mirthas.


No nos quejemos tanto. Algunos parches vamos a conseguir con aquello del derecho al pataleo. Pero la solución, objetivamente hablando, es cambiar de raíz el sistema en el que se siembra, se cultiva y se expresan las malas hierbas, el fosfato, la soja, Monsanto, los "dos demonios", Bush, Menem, Macri, Sanz (el de San Rafael), Romano, Miret, Cobos, Lanata, Rajoy, Merkel, Obama. ¡Uyyyyyy!!!, cuántas "yerbitas", las que debemos extirpar del terreno capitalista para sembrar el socialismo. Y no queda otra...

(Fuente: LA QUINTA PATA)

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