MENDOZA / Los radicales y La Cámpora / Documento






Mucha preocupación les produjo a los radicales algunas acciones de los muchachos de La Cámpora , a quienes se les ocurrió ir a dar una mano en alguna escuela primaria, lo que fue caracterizado por aquellos como una acción política, lo que aparentemente está expresamente prohibido por las leyes.

Tanta preocupación les produjo que además de algún ruido bastante escandaloso en los medios de comunicación opositores al gobierno y alguna manifestacioncita callejera de poca monta, se les ocurrió llegar a la justicia y denunciar a la Sra. Directora de Educación de la Provincia por incumplimiento de sus funciones y de complicidad frente a un hecho caracterizado por ellos como delictivo, acción jurídica que además de estar sobredimensionada parece estúpida.

Se nos ocurren algunas reflexiones.




1º - Resulta sorprendente que no tenga otra cosa de que ocuparse. Si esta es la mayor preocupación que tiene la oposición, los que somos partidarios de este gobierno, debemos felicitarnos, porque salta a la vista que todo anda de primera, que todo anda de maravillas, que está todo resuelto: que no hay conflictos sociales y laborales, que no hay problemas de seguridad, que hay pleno empleo, que se acabaron los desocupados, que la economía marcha sobre rieles, sin sobresaltos. Como a los peronistas nunca nos hicieron leer el diario de Yrigoyen y aprendimos de Perón, que la única “verdad es la realidad”, sabemos perfectamente que si bien los gobiernos de Néstor y Cristina, nos sacaron del infierno y nos permitimos tener una esperanza y vislumbrar una luz en el fondo del camino, sabemos perfectamente que falta mucho por hacer. En tal sentido, preferimos ocuparnos de poner el hombro y el cerebro en intentar aportar ideas para resolver los problemas que subsisten en la Argentina. Mientras tanto los opositores se ocupan de “asustarse” y escandalizar por las acciones de un grupo de jóvenes, que más allá de que puedan cometer errores producto de su inexperiencia, están impulsados por una sincera vocación de hacer política, el “arte del bien común”. Ojalá hubiera muchos jóvenes como ellos.

2º- Llama la atención de que hombres políticos de oficio, como son los radicales –algunos de ellos usufructuarios de distintas funciones en el estado desde l983, casi treinta años- se asusten y renieguen de otros que también hacen política. ¿Cómo se entiende?

3º- Dicen alegremente que la política está prohibida en las escuelas. Esto merece una larga reflexión, tanto desde el punto de vista conceptual como de la práctica de las instituciones escolares. Parece ser que en realidad lo que está prohibido es la acción política expresa, manifiesta: no así la que se ejerce subliminalmente por acción de los actores de la educación, al interior de las aulas, o la que viene bajo cuerda en los contenidos educativos. Existe una política del apoliticismo que siempre apuntó a reducir la participación popular y alegar que como la política es sucia, “no te metás”, que para estar ahí hay que ser sucio. Si analizamos la enseñanza de la historia, la que en la escuela primaria está llena de simplificaciones, podemos descubrir que así como hay una historia de la política, hay una política de la historia, la que inventaron Sarmiento, Mitre, López y algunos seguidores más modernos. Y fructífera obra hicieron: todavía hay maestras que hablan de la primera y de la segunda tiranía (Rosas y Perón), o que se dan el lujo de afirmar “seriamente” que estamos viviendo bajo una dictadura y que el que opina en contra puede sufrir cárcel y persecución (nos consta que se ha dicho en algún aula). ¿Y eso no es política? Se afirma como verdad indiscutible que en la “dictadura peronista de los 50” nos hacían leer “Yo amo a Evita” y nos obligaban a usar luto, que en última instancia eran mensajes de amor. Lo que evidentemente fue un error político por su ineficacia, porque no se puede enseñar a amar a los que sólo tienen odio en su corazón.

No se dice que después vinieron los “democráticos” de la Revolución Libertadora-Fusiladora –con la complicidad de la UCR- que prohibieron nombrar a Perón y Evita (y ahí si que había cárcel y persecución, para el que se les ocurriera nombrarlos) y que nos obligaron a cantar hipócritamente aquella “Marcha de la Libertad ”, en las escuelas. Y se dicen estas cosas para generar terror, haciendo falsas y odiosas comparaciones entre las prácticas de las juventudes hitlerianas y las de los chicos de la Cámpora.

4º- Olvidan los radicales que la política tiene sus propias leyes, y que usar los estrados de la justicia para hacer política es propio de los que poco tiene para aportar. Decía Perón que la única forma de combatir las ideas es con ideas mejores. Aunque los peronistas sabemos que nuestros enemigos prefirieron otros métodos. Bien decía Sarmiento que “las ideas no se matan”, y a veces en privado con seguridad diría que a los que sí se puede matar son a los que las portan (“no ahorre sangre de gauchos, solo sirve para abonar la tierra”). Y pasada la digresión, volvemos a aquello: estamos esperando vuestras ideas, las que sirvan para mejorar la situación de la Argentina y de los argentinos. En realidad lo que les produce miedo es no poseer ideas que tengan la fuerza necesaria para incorporar a las nuevas generaciones, ideas movilizadoras como las que si parecen tener los jóvenes de la Cámpora.

5º- Con liviandad se ha alegado contra la actitud de adoctrinar. Han querido transformar la palabra adoctrinar en algo satánico. Nos enseñaba Perón que los movimientos políticos poseen un cuerpo que son sus organizaciones y un alma que es su doctrina. La existencia de una doctrina común es lo que permite la supervivencia de un movimiento y por ende la transmisión del pensamiento contenido en su doctrina a las nuevas generaciones es una acción fundamental. Si esto no fuera así, correríamos el peligro –que está presente- de transformar a los movimientos políticos en simples instrumentos para la escalada y la satisfacción de las ambiciones personales de los más exitosos. Por suerte, en el movimiento nacional y popular siempre hubo maestros de doctrina, lo que explica su persistencia y su capacidad de regeneración. Sucesivos “trasvasamientos generacionales”, basados en los mismos principios básicos, explican que convivamos hombres que participaron del 17 de Octubre que eran jóvenes en el 45, militantes de la resistencia que eran jóvenes en el 55, miembros de la juventud peronista de los 70, y estas nuevas generaciones en las que se visualiza el futuro.

De todas maneras vale que reflexionemos sobre los métodos del adoctrinamiento porque así como es vanocreer que la oficialización desde el estado de un pensamiento político garantiza su supervivencia, porque implica un desprecio por la libertad de las personas, también es vano temer de que esto pueda servir para algo a partir de creer que los cerebros puedan ser lavados, lo que está basado en la idea oligárquica de que los pueblos están constituidos por estúpidos manejables (rara visión de la democracia de algunos “democráticos”). Algunos de los que firmamos este escrito nacimos y nos formamos en el seno de familias radicales o conservadoras: nos hicimos peronistas por un proceso del corazón acompañado por la razón, cuando fuimos descubriendo las mentiras de los que nos habían contado y al mismo tiempo el profundo sentimiento de un pueblo agradecido.

Y para corroborar que el nuestro es el pensamiento de todo un movimiento reproducimos alguno de los tantos párrafos que Cristina Fernández de Kirchner, conductora indiscutida del movimiento al que pertenecemos, ha dedicado al tema:



“Esta es una Argentina en la que no se oculta ni se esconde a nadie más. Esta es una Argentina de libertad, donde cada uno puede pensar como quiera, donde los jóvenes tienen derecho a hablar de política en la escuela, en la casa, en la calle, en la universidad y en donde quieran. Porque no somos un país fascista, somos un país profundamente democrático, que nos gusta discutir de política en la casa, en la calle, en la universidad, en el colegio, en el trabajo. Esto no nos hace ni menos eficientes ni menos eficaces ni menos inteligentes, al contrario. Y si no recuerden, porque es curioso que determinada dirigencia política del país, que siempre criticó a los regímenes totalitarios cuando el mundo todavía se dividía entre el mundo del Este y el mundo del Oeste, hoy tengan prácticas similares a las que tenía el estalinismo que escuchaba, espiaba la gente y que fomentaba la denuncia contra el otro. Es curioso que se digan liberales y sin embargo tengan prácticas de regímenes totalitarios.”

“Nosotros, y cuando hablo de nosotros hablo del movimiento político al que pertenezco -el peronismo sí, estoy hablando de eso- hicimos un duro aprendizaje. Hubo algunas prácticas de nuestro propio movimiento, hablo de aquella Argentina difícil de los años 40 ó 50, donde tal vez al que no pensaba como el gobierno por ahí se lo estigmatizaba o se lo maltrataba verbalmente, y esto creó por allí que algunos sectores de clase media, que habían surgido al calor del peronismo, hayan sido atrapados culturalmente por una maquinaria que finalmente los despreciaba y en el fondo solamente eran una pieza más. Por eso nosotros y sobre todo nuestra generación, esa generación diezmada de la que él hablaba, aprendió a darle a la democracia, que no es solamente ir a votar cada dos años, la democracia es libertad, es discusión, es debate, es enfrentarnos en las ideas, que siempre es mucho mejor enfrentarse en la idea y saldar la discusión o no, que llevar cosas adentro que no puedan salir. Es bueno para la sociedad que afloren nuestros problemas, nuestros debates y nuestras diferencias, no temamos a las diferencias, temámosle solamente a los que nos quieren hacer callar la boca y no nos quieren escuchar.”

6º- Por último, resulta lamentable que el accionar político de la mayor parte de los grupos opositores consista en ser contestatarios, “respondones” de las iniciativas que nacen de las agrupaciones del movimiento que apoyan al gobierno, o de las acciones del mismo gobierno que, como es visible, no para un solo día de tomar medidas tendientes a corregir los peligros que nos acechan y apuntando a mejorar nuestra realidad. Deberían haber tomado conciencia de que están metidos en un baile en la que la batuta de la orquesta la maneja la presidente, los músicos son los que ejecutan las acciones de gobierno, algunos tratamos de escuchar la música y bailar acompasadamente. Y ellos miran y critican, porque si intentaran bailar les tocaría con la más fea. Da la sensación además de que su lugar en la política sea el de ir siempre atrás, como los testículos del perro.



FIRMADO:

Manuel Cecilio Roldan-Delia Pérez-Ricardo Freire-Jorge Páez-Roque Bielli-Edgardo Guille-Juan M. Reyes-Lorena Diotto-Mariela Herrera-Pedro Jalif-Juan Pereyra-Néstor Gimenez-Raúl tabanera-Miguel Landro-Antonio Amorós Agosto 2012-San Rafael

Corriente Nacional de la Militancia – San Rafael

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