INTERNACIONAL / Preludios, aprestos y presagios / Escriben: Federico Mirré y Rafael Bielsa







Si comparamos Bolivia, Pakistán, Washington y Sudáfrica, veremos que se prestan a la analogía.

En la llanura argentina, el redoble de los truenos, una brusca oscuridad, el trote atravesado de los pollos y algunas gotas gordas preludian el aguacero que suele llegar con su cortejo de repiques en chapas de cinc y gorgoteos de canaletas. A veces, se queda en presagio y deja al campo entero a la espera de un evento postergado de momento.

En la escena mundial, se suele oír un retumbar de preludios muy poco antes que ocurran acontecimientos; otras veces, los rumores sordos de un episodio dramático se prolongan en esperas salpicadas de sangre y de fuego. Si –durante estas lluviosas semanas de agosto– miramos cuatro recuadros de la actualidad, Bolivia, Pakistán, Washington y Sudáfrica, comprobaremos que se prestan a la analogía.


1. El canciller boliviano, David Choquehuanca, informó a su Cámara de Diputados sobre la posible instalación de una base militar de Marines de los EE UU en la zona del Chaco Paraguayo, más precisamente en Mariscal Estigarribia (Paraguay) –según la propuesta manifestada a generales del Pentágono por el diputado paraguayo José López Chávez, uno de los impulsores del golpe institucional contra el presidente Fernando Lugo–. El solarium estaría dotado de una pista de 2500 metros. La reciente remoción sumarísima del presidente Lugo y la rápida convalidación de su vicepresidente Franco como nuevo presidente por parte de los EE UU y de la Santa Sede, son presagios de una persistente voluntad del Pentágono por dotarse de una plataforma de despliegue en el centro de la cuenca del Plata.

Nunca es suficiente el tiempo, la inteligencia y el personal dedicados a la atención de las relaciones esenciales con nuestros Estados vecinos, sea en el ámbito estrictamente diplomático como en el comercial, el cultural, el informativo o el solidario. Llamarlos hermanos es insuficiente, y sería ofensivo, si no se dedicara parte de lo mejor de nuestro plantel de funcionarios gubernamentales a informarse, analizar, formar vínculos y trazar planes de acción y política concertada. Ante todo con La Paz, Montevideo y Brasilia. Y también con Santiago, Lima, Quito y Caracas. Poquísimos son los argentinos que leen asiduamente la prensa de alguna de esas capitales. Ya no existen los quioscos en los que se puedan comprar los diarios de esos países, pero su lectura electrónica está disponible para todos.

2. Los aviones robot sin piloto lanzados por las fuerzas de los EE UU en la región del Waziristán del Norte (Pakistán), contra blancos presuntamente enemigos en territorio afgano, ha menguado el ancho del desfiladero por el que el gobierno de Islamabad hace marchar su política de alianza con los EE UU. Los aéreos no tripulados dispararon el viernes 24 de agosto seis de sus cohetes contra tres blancos. Resultado: 17 muertos, todos ellos "enemigos", según los portavoces militares (por ahora, Julian Assange sigue con los teclados interdictos). La región, muy abrupta y montañosa, es fronteriza de Afganistán pero bajo soberanía pakistaní. Las fuerzas armadas del siglo XXI destacan al arma cibernética como la flamante nueva componente de la panoplia de guerra, por lo que el gobierno afectado ha dejado en claro que el ataque ha "violado su soberanía". Mientras, EE UU considera que los ataques teledirigidos son necesarios para contrarrestar los lanzados desde el Waziristán contra blancos de la OTAN.

Poner tan cerca de las cuerdas a un gobierno que todavía no supo cómo asimilar la vergüenza de la ejecución de Osama bin Laden a metros de su Academia Militar por los conocidos Seals yanquis, y cuya población es muy quisquillosa con los temas tocantes al orgullo nacional, es más que riesgoso.
Viene a cuento recordar que Pakistán posee y controla el único arsenal nuclear operativo del mundo islámico. Se cuenta que el libro de próxima aparición, Un día difícil, de MattBissonnette, agravará el celo pakistaní sin mejorar la autoestima norteamericana.

3. En la soleada mañana septentrional del jueves 23 de agosto, ShigeoIwasaki, máximo jefe militar de las Fuerzas de Autodefensa del Japón, ha visitado en su oficina del Pentágono al general Martin Dempsey, jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU y, por lo tanto, jefe supremo de las Fuerzas Armadas norteamericanas. Los dos jefes hablaron –según voceros– de modos de aumentar y fortalecer la cooperación bilateral mediante nuevos compromisos, incluyendo "entrenamiento, vigilancia y reconocimiento conjuntos y utilización compartida de instalaciones". Ambos afirmaron que la cooperación entre las fuerzas respectivas no se limitará a las áreas marítimas. En inglés traducido, se dice así: "… la posible extensión del escudo de defensa antimisiles norteamericano en la región de Asia-Pacífico". Esto, después de haber culminado en una zona del Pacífico Occidental un ejercicio en vivo de Marines yanquis con fuerzas de desembarco niponas. Ejercicio de un mes de duración que simulaba la recuperación de islas ocupadas por tropas enemigas.
Como es sabido, la tensión entre Japón y China también ha subido unos escalones recientemente a raíz de los episodios ocurridos en las islas Diaoyu, reivindicadas por China.

La ocupación ilegítima de archipiélagos ajenos es una vieja tradición de países con inclinaciones o antecedentes imperiales. Es una aventura exitosa a veces, siempre causante de tensiones y enconos. Y, en alguna ocasión, de guerras. La decisión estratégica de China de tener presencia en áreas cada vez más amplias de los mares del Asia sudoriental y del subcontinente indio viene condimentada con estas respuestas de Japón y de su socio americano.
4. El 75% del platino que se consume en el mundo es extraído de minas situadas en Sudáfrica, las principales de capital británico. En tres de ellas se han producido encuentros entre la policía y mineros huelguistas. El reclamo de aumentos de sueldo fue desoído por la parte patronal lo que provocó la huelga y su secuela de choques y víctimas. En el mes de agosto ya suman 40 los muertos a manos de las escuadras del orden, 34 de ellos pertenecientes al plantel de trabajadores de la mina Lonmin, de la localidad de Marikana, cerca de la ciudad de Johannesburgo.

La situación se agravó cuando un 12% de los mineros, los afiliados al sindicato oficial progubernamental, quiso ingresar a trabajar con protección policial. Algún dato adicional: el ejecutivo jefe de la compañía recibió en 2011, en concepto de salario y bonos, 6 millones de pesos. Un trabajador picapedrero recibe 1900 pesos por mes y pide un aumento que lleve a su bolsillo 5500. El ministro de Trabajo sudafricano Mildred Oliphant (los olifantes eran instrumentos de viento tallados en un colmillo de elefante, empleados por los caballeros durante la Edad Media) se reunió el martes 28 con delegados de la Lonmin para buscar una salida al conflicto. Repentinamente, la fiscalía ha acusado… a los mineros de haber matado a sus compañeros. Ansiosa de completar el cuadro, empleó una norma de la época del apartheid (llamada "de objetivo común") que prescribe que, en una situación en la que hay sospechosos que se enfrentan o atacan a miembros de la policía y hay un tiroteo que culmina con la muerte de agentes o de los propios sospechosos, aquellos que son arrestados son acusados de asesinato. Acaso la explicación resida en que, hasta donde se sabe, no hay policías detenidos.

Describir cómo el gobierno integrado por el partido del ANC (siglas en inglés del histórico partido del Congreso Nacional Africano) ha ido horadando la médula de su lucha por la independencia integral del pueblo, de sus diferentes naciones y tribus, hasta transformarla en un sistema bonapartista de canjes y equilibrios con los dueños de bancos, industrias y tierras, sería tarea de otra escala de análisis. Baste con señalar que, del otro lado del Atlántico Sur, junto con el debate sobre nacionalizaciones, reclamado por muchos dirigentes sudafricanos –camino preferido hacia la independencia económica que complete y haga viable la política– se abre un vacío de encrespados enfrentamientos entre partidarios del supremacismo blanco (etnocentristas hegemónicos sobre los pueblos no blancos) y militantes antigubernamentales africanos.


Eugène Terre’Blanche
El entierro, hace dos años, del líder EugèneTerre’Blanche –defensor del apartheid y abanderado de la extrema derecha blanca sudafricana, acuchillado hasta la muerte– al que asistieron miles de seguidores de su Afrikaner Weerstandsbeweging, enarbolando pendones blancos, negros y rojos, no deja espacio para interpretaciones matizadas. Basta citar un discurso de un dirigente en el funeral: "Hemos perdido más que cualquier otro (grupo) europeo de África. Deben entender eso para entender a los afrikáners." No parece ser ese el caso de la minera Lonmin y mucho menos el de los 28 mil trabajadores de las entrañas de la oscura, húmeda, caliente y dura piedra africana.
Cuatro lugares del planeta, cuatro momentos de agosto de 2012, cuatro puntos de fuga hacia el presente continuo.
(Diario Tiempo Argentino, 2 de setiembre de 2012)

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