MENDOZA / Militancia gremial docente / escribe: Elina Giffoni






Todos los que integramos el gremio docente, maestros, profesores, celadores, preceptores, etc, además de cumplir con nuestro trabajo específico, debemos tener conciencia de que esta actividad se inserta en un contexto socio-político que requiere de un compromiso que trascienda los límites de la escuela. En estos tiempos, como en otros, con otras realidades, es menester que de la toma de conciencia pasemos a la acción, que nos formemos, nos capacitemos en lo que a nuestros deberes y derechos se refiere, nos entrenemos en las prácticas del ejercicio de la democracia sindical y perdamos el miedo a asumir nuestro gremio como propio. Éste, a pesar de tener la misión de formar a las generaciones que nos conducirán, siempre ha sido muy castigado, en distintos gobiernos, ya fueran dictatoriales o democráticos. Creo que una de las razones de esto es que por años nos quisieron convencer (y a veces lo lograron) de que nuestro trabajo era un “apostolado” y por lo tanto teníamos que conformarnos con lo que nos quisieran dar, arbitrariamente, como paga y soportar el maltrato de la sociedad sobre nuestro rol.


Cómo ejercemos democracia sindical? Primero, debemos elegir los delegados escolares y estar en contacto permanente con ellos para que nos informen y nos tengan al tanto de todas las novedades que se producen. Otra opción es participar, militando activamente dentro de una Agrupación, todos somos importantes, formamos parte de un colectivo que solo funciona si estamos unidos. Esto no quiere decir que todos tengamos la misma opinión, las mismas formas de trabajar, allí está la riqueza justamente.
Muchos mantenemos encendida la llama de la esperanza de la militancia y lo hacemos diariamente, en la forma que nos permita nuestro trabajo, que sé que es agotador y muchas veces, con tantas realidades adversas que tenemos que enfrentar, nos cansa, trata de hacer que bajemos los brazos y nos rindamos. PERO NO LO VAMOS A HACER. Algunos llevamos muchos años militando, otros meses o días, pero la pasión por nuestro trabajo, la lucha por la utopía de una EDUCACIÓN LIBERADORA es la que nos mueve a estar presentes en todo momento del proceso.


Ante la inminencia de las elecciones del sindicato, en poco más o menos de un año, necesitamos, por nosotros mismos, por nuestros alumnos, por nuestros hijos, en fin POR NUESTRO PAÍS, que militemos activamente en este proceso, acercando al que duda, respetando su tiempo, llevando información, afiliando al que todavía no lo está, transmitiendo entusiasmo y calor en esta tarea. Leamos la información que nos acercan los compañeros, no tiremos el papel sin siquiera mirarlo, o llevémoslo a nuestras casas y tranquilos, leámoslo. Seguramente, los afiches, revista, folletos, etc que nuestra Agrupación hará llegar a las escuelas será mucho más austera de la que el Sindicato lleva, pero les pedimos la oportunidad de que nos lean, piensen, reflexionen sobre lo que decimos. Esta es la primera respuesta militante del docente, escuchar las voces que lo unen a su gremio y que nos hacen sentir que formamos parte de un todo, con los mismos objetivos, la misma realidad laboral, los mismos deseos, los mismos sueños, las mismas alegrías…
Que las desilusiones no nos paralicen, por el contrario, PARTICIPEMOS, AFILIÉMONOS, VOTEMOS Y CAMBIEMOS EL SINDICATO.

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