ARGENTINA / Las marcas en el calendario / Escribe: Hernán Dearriba






Sin intermediarios y por cadena nacional, la presidenta Cristina Fernández contó los porotos delante del gobernador Daniel Scioli. Apeló a la memoria de su antecesor, Felipe Solá, presente en la platea, para corroborar el multimillonario giro de fondos de la Nación al principal distrito del país. Fueron $ 400 mil millones desde 2003, según la cuenta de la primera mandataria.
Con los números Cristina buscó clausurar el debate respecto de la responsabilidad política en la crisis de la provincia. Pero en el fondo, el discurso puso en blanco sobre negro el abismo que separa a la presidenta del gobernador.



Scioli aparece jaqueado. Aunque no haya sido un fallo judicial, la Corte Suprema provincial le advirtió que no adheriría a la propuesta de desdoblar el pago del aguinaldo porque la Constitución es clara al respecto. El máximo tribunal provincial anunció indirectamente que si una causa llegase a la instancia superior de la justicia, decretaría la inconstitucionalidad del desdoblamiento. No está claro que los tiempos procesales alcancen a esa instancia, pero es más que una señal política.

La misma que le dio el vicegobernador Gabriel Mariotto, que anunció un acuerdo con el jefe de la CTA provincial, Roberto Baradel, para pagar mañana en una sola cuota el sueldo anual complementario. Así las cosas, Scioli encabeza el único de los tres poderes del estado provincial que tiene problemas en la gestión. Ese es el mensaje. Mientras tanto busca alternativas y estaría listo para anunciar que el pago finalmente se hará en dos tandas. Los gremios no aceptarán la propuesta y ya anticiparon que profundizarán la protesta.

En la Casa Rosada monitorean al milímetro la evolución de los números de la provincia. Los datos llegan desde el Palacio de Hacienda, donde un equipo trabaja a destajo para radiografiar la realidad bonaerense. Es a partir de esa materia prima que la presidenta le reclama al gobernador mayor gestión.
“Scioli va a tener que hacer algo más que enviar mensajes políticos y reconocer la asistencia de la Nación”, le dijo a este cronista uno de los funcionarios del gobierno que siguió de cerca las negociaciones con La Plata en el último mes. Lo que se espera en la Casa Rosada es que tome decisiones de gestión, como lo dijo la propia presidenta, y que pague los costos políticos por tomar esas determinaciones.

Cerca de Balcarce 50 recuerdan el malogrado revalúo bonaerense (afirman que el proyecto inicial era técnicamente impecable, pero el gobernador cedió a las presiones de los productores y por eso el 60% de los contribuyentes terminó pagando igual o menos) y sostienen que el presupuesto de la provincia de Buenos Aires fue armado con un perfil de campaña en un año en el que no hay elecciones. El presupuesto establecía dos tramos de financiamientos de u$s 1000 millones, uno por semestre, para hacer frente al aguinaldo "Scioli pensó que no iba a necesitar de los fondos de la Rosada", sostienen en el kirchnerismo.

El acceso a los mercados está cerrado y los rendimientos de los bonos de la provincia cerraron cualquier posibilidad de financiamiento externo. La otra provincia que había reclamado fondos a la Nación, Córdoba, consiguió dinero fresco en el mercado con una particularidad, los bonos se emitieron en pesos y serán pagados en pesos, aunque a la cotización del dólar en el momento del vencimiento.

Parece un error político casi de principiante aspirar legítimamente a disputar el poder con la Casa Rosada, cuando el desempeño de la gestión depende íntimamente del respaldo económico del Estado nacional.

El debate por la sucesión se adelantó y una vez más la discusión se da al interior del peronismo. Hugo Moyano asumió al frente de una debilitada CGT. Tuvo fugas importantes hasta el último minuto y el acto en el estadio de Ferro fue prácticamente familiar con los camioneros y los peajistas como principales aportes de movilización. Sería una falta de respeto plantear que su figura se apagó, pero el punto culminante del conflicto fueron aquellas inflamadas jornadas de bloqueo a las refinerías. Hoy está lejos de eso.

Hubo dos novedades: amenazó con cambiar el voto en las próximas elecciones y amplió su discurso a cuestiones extra sindicales como el reclamo por la inseguridad, con lo que blanqueó que la disputa a futuro habrá que darla en el campo de la política. No está claro aún si se animará a ser él mismo la cara electoral de su proyecto enfrentando la voluntad de las urnas que las encuestas preanuncian esquivas, o si buscará dar un primer paso en 2013 con candidatos gremiales para el Congreso, la estrategia que la presidenta en persona se encargó de bloquear en las últimas elecciones.

De paso, respaldó a Scioli y argumentó que la crisis financiera es resultado del estrangulamiento de la Nación. El resto del peronismo mira por ahora en silencio las escaramuzas que anticipan la pelea de fondo.

Afuera está el frío. En un esfuerzo sin precedentes, el radicalismo consiguió reunir en Tucumán a casi todas sus primeras figuras. Estaba allí el ex candidato a presidente Ricardo Alfonsín con la mochila de su magro resultado electoral y también el ex vicepresidente Julio Cleto Cobos, junto a los senadores Ernesto Sanz y Gerardo Morales y el presidente del partido Mario Barletta. Hubo promesas de candidato radical, anuncio de alianzas con los socialistas y rechazo a la posibilidad de una reforma constitucional. Con esas primeras figuras, la UCR corre cada vez más el riesgo de transformarse en una fuerza testimonial y perder aquel perfil de partido de poder que le disputaba al peronismo.

Mauricio Macri se entusiasma con los males que afectan a Scioli, pero debería mirarse el ombligo antes que celebrar los pesares ajenos. La semana pasada, luego de que Tiempo Argentino diera cuenta de la enésima derrota judicial del PRO, el alcalde tuvo que dar marcha atrás con el proyecto para privatizar el pago de los sueldos de los empleados municipales.

La imposibilidad de reelección también presiona sobre la interna del PRO. María Eugenia Vidal y Gabriela Michetti pujan por transformarse en la sucesora de Macri. El alcalde no da señales pero la vicejefa de gobierno actúa como su vocera y escudera política, lo que podría marcar un anticipo de sus preferencias.

La discusión por la reforma constitucional se parece más a un clásico atajo para mantener abierta una hendija que a una decisión política de búsqueda de un tercer mandato.

La pelea por el 2015 parecía todavía lejana, pero los tiempos se aceleraron. No surge hoy en el escenario del oficialismo un postulante con la estatura necesaria para afrontar el desafío de suceder a dos líderes de la talla de Néstor Kirchner y Cristina Fernández.

Unidos y organizados, postula la mandataria, que si consigue sortear los desafíos –propios y ajenos– que le impone la marcha de la economía, podrá preservarse para sí el rol de gran electora del oficialismo. Pero antes habrá que pasar el 2013.

No son pocos en el gobierno los que empiezan a ver en el segundo semestre del año una mejora en la perspectiva económica, que se traduciría en un buen 2013. Pero el asunto está lejos de ser saldado.



En ese recorrido, pasó casi inadvertida una decisión central de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA) que dio por cerrado el plazo para que los propietarios de las licencias de medios de comunicación comparezcan de manera voluntaria para presentar las propuestas de adecuación a la Ley de Medios de la Democracia. Esa tarea la hará ahora el organismo. El plazo es el 7 de diciembre, una fecha mucho más cercana que 2015, pero igual de trascendente.
(Diario Tiempo Argentino, lunes 16 de julio de 2012)

Image Hosted by ImageShack.us