Pancho Villa nació con el nombre de Doroteo Arango el 5 de junio de 1876 en San Juan del Rio, Durango.
De origen muy humilde, era hijo de peones incultos y él tampoco fue nunca fue a la escuela.
Pancho Villa era el nombre de un compañero suyo, de su amigo más querido.
Cuando los guardias rurales lo mataron, Doroteo Arango tomó su nombre y se lo apropió para rescatarlo del olvido para siempre.
Su vida guerrillera se inició muy pronto, cuando era un muchacho de dieciséis años que repartía leche en las calles de Chihuahua y mató a un funcionario del gobierno que había violado a su hermana.
Eso, en sí, no lo hubiera puesto fuera de la ley por mucho tiempo en México, donde la vida humana valia tan poco; pero, ya fugitivo, cometió el imperdonable crimen de robar ganado a los hacendados.
Desde entonces el gobierno mexicano puso precio a su cabeza.
Se echó al monte y, proscrito durante veintidós años, estuvo huyendo de las tropas federales enviadas en su persecución.
Ejecutó a muchos latifundistas indeseables, pero el primero fue su propio patrón.
Entró en la leyenda popular.
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