Paco Pérez, entre incendios y utopías / Escribe: Alfredo Caferatta






A raíz de su discurso del pasado 1º de mayo, con motivo del inicio del año legislativo en la Provincia de Mendoza, nos permitimos expresar el título que precede esta nota.
Ocurre que el gobernador de la provincia, el Dr. Francisco “Paco” Pérez, ha tenido que iniciar su mandato -desde diciembre de 2011-, “apagando incendios”, en la medida en que ha tenido que atender múltiples problemas: reclamos salariales, la seguridad, pedido de ampliación de recursos municipales, intervención en áreas de producción abandonadas por Repsol-YPF (antes de su expropiación); para citar pocos casos a la manera de ejemplos.



Las urgencias por respuestas postergadas desde la gestión de Celso Jaque y los reclamos renovados, típicos ante cualquier nueva gestión, no permitieron ni permiten al nuevo gobernador sentarse tranquilo a gobernar. Pero esas urgencias forman parte del desafío que debe afrontar.
Su proyección va mucho más allá. En el discurso del 1º de mayo Pérez planteó un ambicioso programa de gobierno, el que más que un glosario de obras a realizar, aparece un planteo de profundo contenido ideológico identificado con el Proyecto Nacional que conduce la Presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Esta actitud es auspiciosa, ya que marca una diferencia notable con su antecesor. Celso Jaque si bien cumplió a rajatabla con la Presidente en el sentido que nunca contradijo directivas, ni políticas nacionales y sus diputados votaron siempre en orden a la política oficial (recordemos el caso emblemático de la Resolución 125). Al mismo tiempo no se expresó a favor y no movilizó a la militancia justicialista en ninguna ocasión: la 125, ley de medios, juicios por crímenes de lesa humanidad. Si bien en referencia a este último tema, el estado provincial se presentó como querellante, lo que no es un dato menor.
No queremos decir que Paco Pérez movilizará a los justicialistas mendocinos, sino que sí en él se vislumbra una intención de cambio expresada en el citado discurso, de ahí el término “utopías” con que rotulamos este artículo. “El perseguir utopías nos permite avanzar” nos recordaba Néstor Kirchner, que de eso sabía bastante.
Efectivamente, el gobernador expresó sus sentimientos e ideas en este discurso por demás simbólico. Sus planteos son la expresión sincera de un hombre joven volcado de lleno a la política, a través de la cual quiere identificarse con su pueblo.
Plantea tres ejes como desafíos: “estructurales y de larga data”, “actuales y transversales” y “desafíos como oportunidades y generación de identidad”. O sea que en Mendoza todos son desafíos, cosas por hacer. Esta actitud lo proyecta en audacia a Paco Pérez, rompiendo con la postura tradicional de los gobernadores mendocinos (de cualquier partido), de cautela y sumisión burocrática. Casualmente sostuvo que: “la política es algo más que administración”.
Recordando el origen de su candidatura, era vox populi que Paco Pérez había sido ungido para cumplir con el cuestionado (por contaminante) proyecto minero San Jorge. Pero siendo candidato y ante el tratamiento de un decreto que negaba el impacto ambiental, llevado a la Legislatura por Celso Jaque (agosto de 2011) Pérez concurrió al recinto y pidió a los diputados justicialistas que al igual que la oposición votaran en contra del mismo.
A partir de ese momento descolocó a la oposición y produjo asombro, si no admiración en algunos sectores de la ciudadanía, ante los que hasta ese momento su imagen era esquiva. A propósito en el mencionado discurso sostuvo: “en materia de minería quiero ser claro y categórico: la agenda del gobierno, o sea la agenda del gobernador, es la de los mendocinos y mendocinas, no es la agenda de algunas editoriales ni la de algunos grupos de presión… esta iniciativa deberá estar dentro del marco jurídico con dos normas: la Ley 7722 y la Ley 8051, de ordenamiento territorial y uso del suelo.”
Disipada aquella imagen inicial, hoy el gobernador aparece insistiendo en su vinculación al Proyecto Nacional y Popular que conduce Cristina Fernández, incitando al progreso necesario en materia económica y social. De ahí se desprenden iniciativas como el afán de integración con Chile, que es nuestra Latinoamérica cercana y a su través al Pacífico. En ese sentido aparece el Ferrocarril trasandino bioceánico, de próxima construcción.
En el marco de una gestión que apunta al progreso y la modernización propuso con insistencia la reforma de la Constitución Provincial, para lo cual ya hay equipos de trabajo. La norma máxima actual data de 1916.
Recupera el rol cultural-educativo del estado provincial, sosteniendo que:” Debemos tener una mirada positiva, absolutamente positiva y llena de confianza porque la educación es nuestra gran herramienta de inclusión”. Y agregó: “No debemos quedarnos en un diagnóstico facilista e ir al fondo del asunto. He dispuesto 18 millones de pesos para la construcción de una biblioteca pública en cada departamento mendocino”. Más adelante, ahora refiriéndose al tema seguridad, recalcó: “Queremos que los chicos y chicas de Mendoza empuñen un libro, un pincel, una guitarra o una pelota; nunca un arma”.
También hizo referencia al combate al trabajo infantil, siendo que ya hubo procedimientos conjuntos de la Dirección de Derechos Humanos, el Ministerio de Trabajo y la AFIP, sabiendo los oportunistas explotadores que esta estructura les está al acecho.
Propuso recuperar un Registro Provincial de Salud y la atención permanente en Centros de Salud para descomprimir las guardias hospitalarias.



Continuó con propuestas innovadoras como la creación de una Defensoría Provincial del Pueblo, un polo de Ciencia y Tecnología con apertura laboral para científicos y técnicos. Creación de la Agencia del ordenamiento territorial y de uso del suelo y la de un organismo de composición institucional colegiada. Fomento y apoyo a la economía social. Creación del Circuito provincial de infraestructura cultural, aprovechando cines y salones abandonados en los departamentos.
Hay en todas sus propuestas un hilo innovador que es fácil descubrir, también, a través de sus apariciones públicas. Las intenciones manifiestas de Paco Pérez están a la vista de todos los mendocinos a pesar del ocultamiento malicioso, en varias oportunidades, hecho por los medios de comunicación y el desprecio manifiesto de opositores que sostienen que “todo es igual a Jaque”.
Creemos que esto no es así, sino que por el contrario hay un notorio salto cualitativo en el actual gobernador, en sintonía con el proyecto presidencial, no solo en el plano retórico, sino que se va manifestando en políticas activas y acciones de gobierno.
Quedará para juicio de los mendocinos el evaluar cada día al Gobernador, ya sea con una actitud vigilante y crítica o tal vez también con el aporte del “granito de arena” necesario de parte de hombres y mujeres que deseamos que Mendoza cambie con aires de crecimiento e inclusión social.

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