Vivir en paz / Escribe: Gustavo E. Maure V.






Como el ángel de Paul Klee que describe Walter Benjamin, avanza la historia mirando el caos, los destrozos que los humanos hacemos a otros humanos...

La luz echada por las políticas públicas asumidas desde el 2003 a la fecha, devela las profundidades del terror de Estado, los crímenes sistemáticos cometidos para la imposición de un modelo económico y un proyecto político y social de exclusión y dependencia...

En nuestra Mendoza, como en otros lugares de la Argentina, se interrumpió un proceso de transformación, un sueño de liberación nacional y social que tuvo en nuestro gobernador Martínez Baca, su expresión institucional más alta. Ya la intervención promovida por el accionar de la derecha oscurantista y su violencia habían generado el marco necesario.



Fueron cesanteados, perseguidos, asesinados, desaparecidos, detenidos, torturados, exiliados; miles de militantes en toda la Argentina. Cientos en Mendoza.

En los oscuros pliegues del Golpe se escondían instigadores civiles, planificadores, futuros funcionarios, hombres religiosos, la articulación de policías y militares en el accionar combinado de la muerte.

No fue suficiente la recuperación democrática para terminar con esas colaboraciones. No fue suficiente ya que el accionar corporativo de las fuerzas armadas, de la "maldita policía" impidió primero y demoró después, el desarrollo de Fuerzas Armadas al servicio del Pueblo y de policía inserta en la vida social de todos.

La ideología de la eliminación física, de la pena de muerte, del linchamiento, del tormento; sigue siendo acicateada desde la oscuridad. Barnizando del mismo tono de sangre al ladrón ocasional y al asesino del crimen organizado. Generando una falsa contradicción entre Derechos Humanos y juicio y castigo a los culpables. Por detrás del dolor profundo y real de las víctimas, muy por detrás, marcha el intento del control corporativo policial de las políticas de seguridad en desmedro de la Política.



Solo la memoria, la solidaridad social, la fuerza de la política y la sistematización científica del combate al crimen organizado, nos dará soluciones democráticas a las reales demandas de vivir en paz que tenemos todos los mendocinos. Vivir en paz sin genocidas sueltos, vivir en paz sin connivencia de criminales y miembros de las fuerzas de seguridad. Vivir en paz sin extorsiones de los que portan arma, vivir en paz sin discriminaciones, conviviendo en la diversidad. Vivir en paz con Memoria, Verdad y Justicia.

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