ARGENTINA / Perón: “La única verdad es la realidad" / Escribe: Víctor Ego Ducrot






En primer lugar una aclaración respecto del título de este ensayo (como intento) de ideas, que de una apelación sintética casi hecha frase popular se trató la utilización que en su semántica recreó el general Perón, haciendo uso de aquella vieja ecuación aristotélica; y va de suyo que muy lejos está mi intención hoy de debatir sobre el carácter tautológico o no de aquella afirmación, y más lejos aun creer que desde estas prácticas textuales pueda alguien sermonear sobre el carácter único de “la verdad” y “la realidad”.

Entonces entremos en tema, aunque sea por una ventana o atajo, que después de agotar el párrafo que sigue pasaré a explicarme.



II.- En términos generales, ver televisión en Argentina es una verdadera ordalía, estética y comunicacional, pues no creo que sea muy fácil superar sus registros sobre niveles de irrespeto al derecho que tiene la sociedad de estar informada e informar.

Salvo honrosas excepciones, no se salva casi nadie: las señales de noticias más influyentes bombardean con paneles, invitados y entrevistados, entre expertos y charlatanes de feria, que opinan sobre todo lo imaginable, y lo inimaginable también; los investigadores truchos de crímenes y sucesos trágicos son los de mayor presencia, desde el caso Nisman hasta un accidente aéreo en la cercanías de Punta del Este, todo tiene el mismo tratamiento, el mismo registro de impunidad desinformativa.

III.- Cumplo ahora con la explicación prometida, ya que la propuesta no consiste tampoco en plantear aquí un análisis general (y controversial) sobre la tele que debemos soportar, sino tan sólo recurrí a lo afirmado más arriba porque ese dislate es aplicable también (y en forma muy particular) a la política o lo político, reconvertido por esos señoritos y señoritas de la pantalla, algunos ya con sus años otros muy jóvenes (una lástima); reconvertido, escribía, como mercancía periodística, ya que de eso se trata lo que disfrazan de noticia y opinión.

IV.- Qué pena, visto desde la óptica de alguien que asume su parcialidad en tanto militante del país renacido con Néstor Kirchner en 2003, y digo renacido porque de peronismo se trata, el descuido de muchas y muchos dirigentes de ese espacio que entran en el juego de aquella TV, poblándola de “candidaturas” o de deseos de “candidaturas”, entre otros modalidades del discurso, lo que expresa con fuerza un incontinente reflejo de aspiraciones personales, inscriptas a su vez en una matriz aun más preocupante: no ver el futuro del proyecto nacional y popular como tal, exigente de un esfuerzo de unidad en la instancia táctica electoral, sino como un tablero de mosaicos sobre el cual el sectarismo se impone; y la Historia suele enseñar que cuando eso acontece ganan los enemigos del pueblo.

No quiero creer en que alguien pueda aspirar a una derrota o cosa parecida para imponerse como secta, me resisto a aceptarlo, pero a veces parece, y obliga a recordar que el lamentable derrumbe de ciertas modernidades sigue engendrando liberalismo burgueses tardíos.

V.- Desde el lado opuesto, desde la asunción de la experiencia plebeya como alternativa política compleja, el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires insiste con el llamado a la unidad del peronismo, del FpV - y en ese sentido a la candidatura del gobernador Daniel Scioli-, que lanzara hace ya algunas semanas atrás.

Convocatoria desde la cual, y sin mitificar a la aritmética política, ni a las estadísticas, ni a las cuantificaciones por sí mismas, pues suelen tratarse esas mitificaciones de errores a veces imposible de revertir, propongo la lectura de lo que sigue, aunque sea a título de aproximación.

VI.- Hace nada más que tres días, la agencia de noticias bonaerense AgePeBa publicó una entrevista que el colega Carlos López le hiciera al encuestador y analista Enrique Zuleta Puceiro, titular de “Opinión Pública Servicios y Mercados”, quien se expresó a partir de números contantes y sonantes.

Parte de ese texto dice lo siguiente: “Daniel Scioli es el candidato natural en esa síntesis que es el peronismo, el Frente para la Victoria y los peronismos provinciales y municipales, que también son muy importantes (…).

El gobernador bonaerense ha reforzado su candidatura porque dentro del FpV lo encuentran como punto de unidad, lo que no ocurre con cualquiera de sus competidores en las PASO (…).

Alcanza un 56 por ciento de intención de voto, contra un 10 por ciento que mantiene Florencio Randazzo (…).



Un buen desempeño en las elecciones de octubre para el FpV puede depender de la continuidad en la búsqueda de unidad dentro del peronismo (…). A nivel de las elecciones nacionales, en este caso el consultor encuentra a Scioli con 31 puntos, por debajo de los 36 puntos que alcanzaría Mauricio Macri, luego del acuerdo entre el PRO y la UCR, por lo cual existe una fuerte paridad entre el polo de Mauricio Macri con el radicalismo y la Coalición Cívica y la alianza que teóricamente establece el oficialismo con el peronismo más amplio (…).

Ahora comienza un proceso electoral que se va a ir enhebrando a lo largo de los meses, el cual le va a dar mucha importancia a los peronismos provinciales, con el inicio de algunas elecciones en distintos distritos".

Una semana antes, una colega de Zuleta Puceiro, Analía del Franco, de “Analogías” se manifestaba en un sentido similar, pues ubicaba al actual gobernador de la provincia de Buenos Aires como “el candidato más fuerte del FpV”, y le decía al mismo medio, Scioli “está ganando las PASO” en ese territorio decisivo, con algo más de un tercio del padrón de todo el país, y tiene “una diferencia de seis o siete puntos” para octubre sobe Macri y Massa. A Randazzo le ve “buena performance como candidato a gobernador”.

Para las generales le reconoce Scioli el 38 por ciento del caudal de votos.

El análisis de Analogías coincide con el de otro consultor, Ricardo Rouvier, quien por aquellas horas decía que, en su provincia, “el gobernador bonaerense tiene una intención voto de entre el 35 y el 40 por cierto, seguido de Mauricio Macri, a unos 10 puntos de diferencia, y en tercer lugar Sergio Massa (…)”.

Y remataba Rouvier: “es importante la unidad si el peronismo quiere seguir gobernando”.

Sigue siendo útil aquello de que “la única verdad es la realidad”, porque la felicidad de las grandes mayorías depende de que una gran unidad del peronismo gane las elecciones de Octubre.

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