ARGENTINA / Crece de la mano de la construcción / Nota






La actividad económica en julio mostró un crecimiento de 2,7 por ciento frente al mismo período del año pasado, informó ayer el Indec. El dato está apenas por encima de la estimación de crecimiento oficial para 2015, de 2,3 por ciento. En julio se destacó el avance de la construcción, la industria quedó estable y las exportaciones cayeron. El comercio minorista y los servicios públicos registraron avances. La economía nacional vinculada al mercado interno, con el caso ejemplar de la construcción, se beneficia de la demanda a partir de la política de ingresos y el avance del salario real en los gremios más organizados. En cambio, la caída de precios internacionales y problemas sectoriales puntuales junto al desplome de la demanda de Brasil complican los rubros exportadores.



Durante la presentación del Presupuesto 2016 el ministro de Economía, Axel Kicillof, informó que la estimación de crecimiento para este año es del 2,5 por ciento. Está por encima del promedio que calcula el FMI para América latina y el Caribe, de 0,5 por ciento, y también respecto al desempeño que mostraría Brasil, con una caída de 1,5 por ciento según el Fondo pero que llegaría a un rojo de 2,4 por ciento en función del último cálculo que difundió su Banco Central. México, en tanto, avanzaría un 2,4 por ciento. Las economías avanzadas crecerían 2,1 por ciento, lideradas por España (3,1) y Estados Unidos (2,5), mientras que la eurozona subiría 1,5 por ciento. En resumen, la economía mundial, con un 3,1 por ciento, estará mayormente impulsada por China (6,8) e India (7,5 por ciento).

En ese contexto global se inserta la economía nacional, que en julio mostró un crecimiento de 2,7, en la línea de junio (2,8) y por encima de los meses previos. Una curiosidad del informe que el Indec publicó ayer es el cambio en los datos de actividad de los últimos meses. El mes pasado se informó una suba de 3,8 que ahora fue recalculada a 2,8. Mayo pasó de 2,2 a 2,1; abril de 1,7 a 2; marzo de 1,6 a 2,3; febrero, de 1,1 a 2,2 y enero, de 0,6 a 1,8 por ciento. También hubo cambios en diciembre, noviembre y octubre de 2014.

El crecimiento de la actividad económica no se explica por el desempeño de la industria, que está prácticamente estancada. En julio la manufactura local creció apenas un 0,3 por ciento, y en siete meses acumuló un -1,1 por ciento. En la comparación interanual de julio los alimentos avanzaron 8,3 gracias a la molienda de cereales y oleaginosas, en función de los buenos rindes que registró la cosecha en el agro, sobre todo en el caso de la soja. Por el otro lado, la producción de autos bajó 7,7, que se explicó por una caída de 9,4 de las exportaciones, a diferencia de las colocaciones a los concesionarios, que subieron 13,1 por ciento.

También en el capítulo industrial, el sector textil cayó en julio 11,6 por ciento, pero la refinación de petróleo avanzó 4,9 y los productos de caucho y plástico crecieron 8,3 por ciento. La siderurgia registró una reducción de 10,3 por ciento, al tiempo que los materiales de la construcción avanzaron 2,2; las sustancias y productos químicos, 1,3; papel y cartón, 4,7 y edición e impresión creció 1,9 por ciento. Los sectores que crecen no lo hacen por el mercado externo. El principal cliente, Brasil, tiene el año más complicado de la década, a nivel político y económico. La contracción económica sería del 2,4 por ciento y la inflación, del 9,3 por ciento, que se suma a la devaluación del real.

El rubro más destacado del mes fue la construcción, con un crecimiento del 12,7 por ciento frente al año anterior. El indicador oficial, que se confecciona a partir de la venta de los insumos, registra un avance en ladrillos huecos, pisos y revestimientos cerámicos, pinturas, hierro redondo para hormigón y cemento portland, aunque cayó la venta de asfalto.



En cuanto al comercio exterior, las exportaciones bajaron en julio un 12 por ciento y las importaciones, 4 por ciento, con lo que el saldo quedó en 204 millones de dólares, una merma del 75 por ciento. Por el lado de los servicios, las ventas en los supermercados crecieron en julio 30,7 por ciento y en los grandes centros de compra, un 41,4 por ciento, en ambos casos medido en términos corrientes. Esos valores superan a la inflación anual medida incluso por el llamado IPC Congreso, que se ubicó en ese momento en un 27,2 por ciento. En tanto, el indicador de servicios públicos mostró un crecimiento interanual en julio de 2,2 por ciento, impulsado fundamentalmente por transporte de pasajeros y electricidad.

(Página 12, sábado 26 de setiembre de 2015)

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