En un reportaje exclusivo con Tiempo Argentino, el vicepresidente Amado Boudou analizó la presentación de la Argentina, rechazó las críticas y explicó que el objetivo de la oferta es cumplir con el pago de la deuda sin que esto entorpezca el normal desenvolvimiento de la economía local.
–¿Qué analísis hace de la oferta de pago que la Argentina presentó en la Cámara de Apelaciones?
–La Argentina tiene una forma de negociar la deuda que antes no se hacía porque este problema viene, por lo menos, de la dictadura militar. Podría poner la fecha incluso en la gestión de Rivadavia, para hacer un análisis más extensivo. Siempre Argentina estuvo condicionada en la toma de decisiones por la deuda externa. Ahora, para el período democrático solamente, tenés el comité de bancos, los préstamos stand by con el Fondo Monetario, el megacanje, el blindaje, la estatización de las deudas privadas, diversas estrategias para enfocar el tema de la deuda que siempre fue un problema. Ahora, todas estas estrategias lo que hicieron fue agravar el problema. La diferencia es que a partir de Néstor Kirchner, esto cambia radicalmente. Se trató de un giro de 180º, donde realmente se toma conciencia de que la deuda limita la toma de decisiones del poder político y, por lo tanto, la soberanía. Entonces, con este marco de análisis es que se toma la decisión de que la oferta que se presenta a la Corte de Nueva York sea exactamente la del Canje de 2010, porque justamente es un enfoque en el cual se lleva adelante una propuesta aceptable para los acreedores, pero que al mismo tiempo tiene en cuenta la posibilidad de pago de la República Argentina, y la de asignar recursos a prioridades que tienen que ver con el funcionamiento del país.
–¿Cuáles son los matices que hay respecto del Canje 2010?
–Desde lo conceptual es idéntico porque está la opción Par para los tenedores minoristas con menos de 50 mil dólares o euros, que no tiene quita y vence en el 2038; la opción Discount para los mayoristas. En ambos casos se reconoce los intereses desde el 2003 a la fecha: en el caso de los minoristas se hace en efectivo; en el caso de los mayoristas, con un bono Global 17, que emitimos en el 2010. Y les estamos dando la unidad del Cupón del PBI para adelante, pero no les reconocemos los períodos transcurridos, porque esto sería pagarle una prima a alguien que no compró un seguro.
–Hoy el diputado de la Coalición Cívica Prat-Gay salió a criticar la propuesta. Dice que prácticamente no hay quita.
–Esta es una visión que busca confundir. Una cosa es el capital. El Discount tiene una quita del 66 por ciento. Otra cosa es que aquellos que aceptan esta quita reciban pagos también acotados en el tiempo, si y sólo si la Argentina crece más del 3,26 por ciento.
–Cada vez se achica más el abanico de posibilidades para la Argentina. La Cámara de Apelaciones o la rechaza o la acepta.
–La presidenta lo ha dicho en varias oportunidades: la Argentina tiene capacidad y oportunidad de pago y va a pagar a todos aquellos que entraron en el canje del 2005 y 2010, creo que no tiene mucho sentido empezar a analizar "qué pasaría si...", porque hay que estar en esta situación para decirlo. Nosotros tenemos muchas expectativas en que haya una respuesta favorable de la Corte, porque nosotros estamos demostrando un plan de pagos que se ha cumplido en los últimos diez años y que ha sido satisfactorio para el 93% de los acreedores, y al mismo tiempo ha permitido que la Argentina crezca como nunca en su historia. Entonces, si no se aceptara este plan, se estaría rompiendo el principio de equidad, porque se estaría poniendo a algunos acreedores por sobre los demás; estaría en contra de la ley argentina, que no permite que se les dé más a algunos acreedores que a otros, y además escaparía a toda lógica económica porque justamente la Argentina ha entrado en un esquema que ha bajado el endeudamiento, crece, cumple con los acreedores y con los argentinos, que es lo más importante.
–Ya empezó a haber especulaciones respecto de que la Cámara de Apelaciones no la va a aceptar.
–Permanentemente hay presión en este sentido. Algunos decían que es el momento ideal para negociar. Pero ni queremos ni podemos negociar porque la ley argentina no lo permite. Y nosotros no negociamos con los fondos buitre.
–Llamó mucho la atención que no hubo ningún tipo de definición del FMI.
–El silencio se lo atribuyo a que no tiene autoridad técnica ni moral para hablar de este tema, y además deben tener un gran miedo con el sobreendeudamiento de los países centrales.
–¿Cómo explica el valor de esta respuesta argentina y lo que está en juego?
–Hasta el 2003, la Argentina debía mucha plata, tenía que generar mucho dinero para poder pagar y no podía atender la educación ni los hospitales, y además a quienes les debía eran los que ponían las condiciones. Nosotros, en cambio, vamos a pagar, pero al mismo tiempo que pagamos es muy importante que siga la Asignación Universal y las políticas sociales vigentes.
–Pero ahora se ha producido una ruptura, ¿qué implicarían que acepten o no la propuesta en Nueva York?
–Si aceptan, nosotros inmediatamente enviaríamos una ley al Congreso y se podría producir una apertura del canje en los términos del 2010, con aquellos tenedores que pretenden cobrar. Nosotros no hemos llevado una política de negociación de deuda distinta. Sería un absurdo jurídico que la justicia le haga un bloqueo a la voluntad y capacidad de pago del país, porque en definitiva es lo que está en juego. La Argentina dice: "tengo la voluntad y la plata para hacerlo"; si se decide algo distinto, es bloquear la voluntad de pago.
(Diario Página 12, domingo 31 de marzo de 2013)