Bullrich quiere derogar la Ley de Medios y anular las partidas de publicidad oficial.
Trabajará para lograr el respaldo de los partidos opositores que habían acompañando la norma y que emprenderá acciones contra el “cepo publicitario”.
La diputada nacional de Unión por Todos Patricia Bullrich se comprometió a trabajar para derogar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y a sumar a su empresa a los partidos opositores que permitieron su sanción “sin medir sus consecuencias”.
Del encuentro también participaron los diputados nacionales Gabriela Michetti (Pro), Alfredo Atanasof (Frente Peronista), la exlegisladora Silvana Giudici y Rosendo Fraga como moderador.
“La mejor ley de prensa es que no haya ley”, afirmó la legisladora porteña contra la tendencia política en América Latina, e inclusive Gran Bretaña, de sancionar marcos regulatorios al sector.
En el marco del debate “Libertad de Expresión ¿Ficción o Realidad?” realizado por las fundaciones Friedrich Naumann, Konrad Adenauer, LED e IDEAR en la Universidad del CEMA, Bullrich planteo que también “debe anularse la partida de publicidad oficial del Presupuesto” porque “no debe de existir más dinero que pueda ser usado discrecionalmente”. En esta línea instó a emprender acciones “contra el cepo publicitario que ahoga a la prensa independiente que no forma parte del aparato estatal y paraestatal”.
La diputada apuntó al Gobierno nacional por “la lógica del modelo dogmático” que busca la “construcción de la verdad absoluta intentando incorporarla a la cabeza del otro, donde nadie pueda pensar de otra manera”.
“Pensar de otra manera es trabajar para el poder, así se aula el pluralismo y se intenta la hegemonía. La restricción de la libertad de expresión es inherente a este modelo de hegemonía del poder”, consideró.
Bullrich sostuvo que “en la medida que el Estado acapare las empresas periodísticas le está sacando el poder a los ciudadanos, la posibilidad de hacer su propia construcción de la realidad”. “Paradójicamente cuanto más democrática es la comunicación y cada ciudadano es un transmisor se intenta reducir las millones de usinas a una sola: la oficial”, cuestionó.
Por eso añadió que “el oficialismo se defiende desde el dogma y en ese marco es imposible debatir con el kirchnerismo mientras continúe esta concepción de la realidad”. “Con los dogmas no se debate”, afirmó.