HISTORIA / La salud para Argentina / Escribe: Floreal Ferrara






1 . Definiciones

El Derecho, la Ley, la Justicia, no tienen más sentido.

Hoy como nunca es la orden, la regla del Poder, es decir de la burguesía en el Poder y en el campo universal del Imperio en pleno ejercicio de su voluntad.

La fuerza, de las armas, del bloqueo, de los mercados, de las transnacionales de las mercancias; es la medida para resolver los problemas internacionales.

Es el respaldo del Derecho Internacional.

El Derecho rige así, tal como es, solo en los países-estados colonias que aceptan como reglas de las cosas, no para los que no las aceptan.

En el juego internacional del Imperio, como en el nacional impuesto por éste, el derecho es una mercancía que administra el Poder Imperial-transnacionalizado.


Esa mercancía-derecho, se aplica cuando sirve al Imperio y sus colonizados.

El Derecho a la Salud, no escapa a esta regla de hierro del derecho como mercancía.

Es un capitulo tan colonizado como el que más.

La salud es así una mercancía. Es el Banco Mundial el que gobierna sus destinos. Invertir en salud (1993).

Otorgar la salud que se pueda pagar.

Focalizar las acciones para lograr la eficacia que se pueda solventar.

Considerar a la enfermedad una carga (Burdieu) sometida al mercado.

La salud desaparece del sentido del BM-Imperio; solo importan las enfermedades y su carga, su absorción de mercancías: La enfermedad, con los objetivos específicos para intervenir sobre ellos, como parte de un mercado.

2. Problematica estructural

Si la salud/enfermedad constituyen parte elocuente del mercado, un problema estructural de la practica de la Atención de la salud, es la corrupción.

Casi no existe una práctica de la atención de la salud mercantilizada, que se muestre ajena a la corrupción.

La Atención de la Salud es uno de los campos donde se dirime la responsabilidad del poder, en la protección y cuidado de los ciudadanos.

Esta responsabilidad mide la intencionalidad del Poder dominante, mostrando su capacidad de explotación en la multitud.

Asi se advierten sus indicadores de miseria, pobreza, desocupación, muertes injustificadas y prevenibles.

Es el ejercicio ilimitado de una estructura económica-social que cuida la mercancía, y ejerce una impunidad explotadora, que aparece como programada.

El Poder programa el Derecho a la vida y la salud y sus resultados evidencian tal impunidad Imperial.

Las transnacionales del equipamiento y de los medicamentos, son la expresion visible de esa impunidad en el campo de la Salud.

Pero la Salud también requiere de la construcción de un imaginario positivo, que otorgue confianza para la demanda de sus productos- mercancías, desde la multitud.

El Poder dominante construye ese imaginario de la multitud, a partir de sus instrumentos de avanzada: la academia; la universidad; los colegios y agremiaciones profesionales; los médicos, psicólogos, odontólogos, trabajadores sociales, etc.

Ese imaginario es así incluido, con sus practicas y sentidos, en el torbellino del mercado, envuelto por la metonímica ocultación que el poder establece, con los medios de comunicación masiva, con su propia publicidad, con el despliegue de la técnica de la comercialización (marketing) de sus congresos y reuniones, denominados como científicos; internacionales, regionales, nacionales, o locales.

Cuando la salud/enfermedad queda limitada exclusivamente, por la focalización de sintomas y signos individuales y canalizada por prácticas médicas, como de estudio y tratamiento, prescripción ilimitada de medicamentos; tales síntomas y signos, son una pobre síntesis de ineficacia social, de aquello que integralmente constituye el proceso salud/enfermedad.

Tal síntesis de ineficacia social, es el resultado del poder del mercado, que al transformar a la salud/enfermedad en una mercancía más, solo da cuenta de su objetivo final, circunscripto, en el lucro desmedido de su práctica mercantil.

No hay respuesta parcial, ni fragmentaria para brindar salud apropiada a la comunidad.

La respuesta integral reclamada para la Atención de la Salud de la población no puede desechar ninguno de los aspectos que hacen a la composición común de la población, como sujeto histórico, político, económico-social y aun religioso.

3 . Planificación de la salud.

La planificación de la salud de la multitud, en nuestro país, como en otros países dependientes, tiene hoy que desarrollarse con la integración de los factores indicados (históricos-políticos- religiosos-económico-sociales) y con la convicción ratificatoria de la autonomía que esa multitud tiene que imponer.

La situación de derrumbe socio económico de la comunidad argentina, también instalado en su sistema sanitario, obliga a reconocer la experiencia de la Salud Pública Nacional y la riqueza autonómica del proceso desarrollado por las Obras Sociales y los trabajadores que las sostienen y conducen.

El Servicio o Sistema de Salud integrado que el país debe estructurar, se fundamentará en orden a la conjunción del Sistema Público y el de las Obras Sociales; con un sentido de organización autónoma, con expresa y certera participación de los trabajadores, en el ejercicio del Poder institucional que lo conduzca.

El Servicio o Sistema de Salud Integrado, garantizará la mejor calidad de las prestaciones, sin un solo error de discriminación, en tanto la salud y su atención, no serán herramientas discriminatorias y pondrán al servicio de la comunidad, sin excepciones todos los medios, procesos, materiales, insumos, recursos humanos, como de equipamiento y fármacos, que exija, en tiempo y lugar, una Atención de la Salud de la más elevada calidad disponible.

El recurso humano para la Atención de la Salud, debidamente formado, técnica-creatífica y socialmente, desarrollará su labor como equipo multidisciplinario, y estará ligado al sistema en su condición de recurso de tiempo completo, de dedicación exclusiva, con retención de matrícula y con una remuneración digna, acorde con la responsabilidad y reconocimiento de sus funciones.

4 . Una distinción nacional

El Sistema reconocerá la significación preferencial de la Atención Ambulatoria, sostenida desde el equipo integral de salud, responsable del área programática definida y con la asignación funcional, del equipo en su totalidad, como equipo de salud de cabecera, debida y expresamente asignado a cada familia de tal área programática.

El sistema o servicio Integrado de Salud, reconoce el valor de las redes hospitalarias nacionales, provinciales y municipales, que deben constituir la base fundamental de la Atención de la Salud Institucional.

Así mismo el país ha de realizar el esfuerzo requerido para que dicha red hospitalaria consiga el nivel de eficiencia funcional y la adaptación político - técnico-científico, que el Sistema-Servicio Integrado de Salud exigirá.

Todo el Sistema-Servicio, será igualmente un campo operativo de alto nivel, para desarrollar las acciones de educación-formación-investigación integral, que el país debe producir, lejos de toda tentación de lucro, como de instalación de imágenes individuales de figuración pública interesada de sus integrantes.

El Sistema-Servicio abandonará toda protección colonialista de los organismos internaciones BM-FMI-OMS-OPS-OMC; como así mismo toda seducción mercantil de las transnacionales y nacionales, empresas del medicamento-equipamiento, o de las organizaciones académicas-profesionales, que signifiquen el deterioro de su espíritu de organización de la comunidad, autónoma y libre de toda connotación, del mercado de la salud.


Los componentes integrantes de todas las prestaciones de Atención de la Salud, del Sistema-Servicio Integrado de la Salud, adquirirán la nueva condición de Prestadores de la multitud comunitaria argentina, ligados a la condición de sujetos sociales articulados con sentido de cooperación social, en la transformación de una sociedad en tránsito a la justicia social verdadera.

Tal tránsito hacia una real justicia social, impone al Servicio-Sistema Integrado de Salud, un descreimiento hacia toda infiltración de la libertad de mercado, que como la libre elección del médico, la libre prescripción, la libre elección sanatorial, etc, solo han representado el afianzamiento programado del poder dominante, dispuesto por alguna fórmula operativa del Poder Imperial.

La integración del sentido público y de la historia y práctica en salud de los trabajadores, debe sumar los resultados de una relación antagónica, con el poder dominante, camino hacia el antagonismo máximo que opere hacia la autonomía, la cooperación y la comunidad de esperanzas de todos los explotados por el sistema competitivo.

El Sistema-Servicio Integrado de Salud, debe ser el organismo del ejercicio pleno de la multitud explotada, en cooperación con sus prestadores integrados, en un régimen político-administrativo de conducción y desarrollo pleno del sentido de una democracia absoluta en operaciones.

El Sistema-Servicio es la expresión avanzada del antagonismo de los explotados, para su campo de la salud, pero detrás de esta postulación, debe advertirse la sincronía indispensable para que los explotados conozcan la dimensión de la realidad y la exigencia plena de la transformación de la esencia de esa realidad en el mundo.

El Sistema-Servicio debe despojarse de toda la mistificación que lo impregna el sistema de libre comercio.

Lo que es místico no es como es el mundo; también en la salud; lo que aquí importa es como el mundo-la realidad es.

De esa transformación de tal realidad mística, metonímica, se trata.

Los caminos son múltiples, para librarnos de sus impurezas...

(12/03/04)

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