ARGENTINA / FMI: propone ajuste y devaluación / Nota






Las diferencias entre el Fondo Monetario Internacional y las autoridades de la Argentina a la hora de caracterizar la situación económica del país amenazan con ampliarse luego de que el FMI diera a conocer ayer sus nuevas "recomendaciones" dirigidas a las autoridades del país: la Argentina debe aplicar un programa de reducción fiscal y una devaluación de la moneda para retomar la senda del crecimiento económico debido a que, según sus cálculos, este año el Producto Interno Bruto caerá un 0,3% y el Balance de Pagos arrojará un déficit del 1,7 puntos sobre el producto. "Argentina necesitará una combinación de políticas macroeconómicas más restrictivas, un tipo de cambio más débil y un menor nivel de distorsiones microeconómicas para sentar las bases de un retorno a la estabilidad y al crecimiento", dijo el FMI en su informe Perspectivas Económicas del Hemisferio Occidental.



El documento fue dado a conocer ayer en Santiago de Chile por el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, y el Jefe de Misión del FMI para Chile, Roberto Cardarelli.

El documento sostiene que "en Argentina, las presiones cambiarias han disminuido recientemente, pero la producción aún se prevé que disminuya ligeramente en 2015, extendiendo la desaceleración del año pasado", dijo la institución a cargo de Christine Lagarde. La Argentina "mantiene desajustes económicos significativos, siguiendo un extendido período de expansión fiscal que ha recaído crecientemente en el financiamiento del Banco Central", agregó el informe.

En este marco, destacó que las restricciones sobre el comercio y el mercado de cambios también "han creado una significativa brecha entre el dólar oficial y el informal". En ese sentido puntualizó que la brecha entre ambas cotizaciónes "se estabilizó" entre el 40 y el 50% " desde finales de 2014. Pese al contexto descripto, el FMI señaló que el "sentimiento de los inversores financieros hacia Argentina recuperó algo de terreno" y vinculó un "relativo optimismo" al "moderado endeudamiento".



En base a las proyecciones del organismo multilateral, la perspectiva de Argentina no mejora mucho para 2016, ya que prevé un crecimiento casi nulo, del 0,1%. El FMI advirtió también el "difícil" frente externo, con una caída en las cotizaciones internacionales de la soja, la débil actividad económica en Brasil y la devaluación del real, que han generado condiciones menos favorables para su economía.

El FMI concluye su estudio con una clara toma de posición de cara a las próximas elecciones presidenciales: asegura que, entre otras razones, hay un mejor clima para las inversiones por "la expectativa de que algunas de las políticas económicas más disruptivas podrían relajarse tras las elecciones de octubre".

(Tiempo Argentino, viernes 1 de mayo de 2015)

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