Reivindicadas desde su usurpación en manos británicas en 1833, estuvieron siempre presentes en el pensamiento del Presiente Juan Perón durante sus mandatos constitucionales.
Ya en 1946 desde el Congreso se planteó que el Ejecutivo reclame sobre las mismas ante el Consejo de Seguridad de la ONU su devolución. Este pedido se reiteró orientando el pedido a la Comisión de Fideicomisos del Consejo Económico y Social de la ONU.
En la Conferencia de Bogotá de 1948 la delegación argentina, encabezada por el Canciller Atilio Bramuglia, planteó que “la emancipación americana no estaba concluida mientras existiere en el continente regiones sujetas a régimen colonial”.
En la Conferencia de Caracas de 1954 se reafirmó los derechos argentinos sobre Malvinas y su deseo de que los pueblos se pronuncien contra la rémora del sistema colonial residual en el continente.
Esto se unió al impulso que Perón dio a la reafirmación de los derechos soberanos argentinos sobre el territorio antártico de la mano del general Hernán Pujato. Reafirmación que llevó de la exploración y fundación de bases científicas a tener altercados con Gran Bretaña en una escaramuza entre navíos en 1948 en aguas australes.
Más curiosa fue una propuesta de Perón de comprar las islas Malvinas al Reino Unido en 1953. Perón hizo su oferta a través del presidente del Senado, almirante Alberto Teisaire, quien conversó con lord Reading, subsecretario de Exteriores británico con responsabilidad sobre los asuntos latinoamericanos durante la coronación de la reina Isabel II de Inglaterra, el 2 de junio de 1953. Dicha oferta fue rechazada por temer cuestionamientos al gobierno de sir Winston Churchill.
El golpe cívico – militar de 1955, con apoyo británico según el propio Perón, hizo retroceder algunas posiciones nacionales con relación a Malvinas hasta la resolución 2065 de 1965 en la ONU que reactiva nuestra petición en foros internacionales.
Sea por el legado del revisionismo histórico y el legado de la obra de Perón, la cuestión Malvinas estuvo presente en la militancia peronista de la Resistencia, expresada en los objetivos algo difusos del MNRT y claramente en el Operativo Cóndor donde miembros de la juventud peronista del MNA ocuparon las islas australes en 1966 al mando de Dardo Cabo.
Tras el fin de la proscripción del peronismo en 1973 las Malvinas fueron tenidas en cuenta en el discurso de asunción del presidente Héctor J. Cámpora. A dicho espíritu se sumó la declaración del propio Perón en su Mensaje a la IV Conferencia de Países No Alineados de Argelia en Septiembre de 1973.
Amén de esto la Argentina avanzó en la asistencia en vuelos y materiales a los habitantes malvinenses En 1974 hubo avances diplomáticos importantes sobre la idea de un condominio argentino – británico sobre Malvinas durante 25 años a fin de realizar una explotación conjunta de los recursos naturales australes con la idea de tener, al finalizar dicho condominio, nuestra bandera flameando en las islas.
El 8 de mayo de 1974 el embajador británico James Hutton se entrevistó con el Canciller Alberto Vignes en el Palacio San Martín y le comunicó la propuesta de su gobierno de acordar un condominio de 25 años sobre las islas como paso previo al reconocimiento de la soberanía argentina.
La muerte de Perón el 1º de julio y la posterior de dicho embajador a las pocas semanas, llevó atrás esta idea. Gran Bretaña, al poco tiempo, buscó desandar esta propuesta a través de la misión Shacketon en 1975 sobre recursos australes en materia petrolera para su exclusiva explotación, lo que aún prima en los intereses ingleses e isleños. La escalada de tensión entre Argentina y el Reino Unido explotó el 2 de abril de 1982. Pero, al decir de Pablo Hernández, la guerra “tampoco había comenzado el ese 2 de abril. Desde el período hispánico venimos combatiendo, en distintas formas, contra nuestro enemigo histórico: Gran Bretaña”.
De la sangre de nuestros héroes malvineros a la decisión política actual de reafirmación constante de nuestros derechos soberanos sobre Malvinas hay una correspondencia de ideas y sentimientos que se corresponden con el pensamiento estratégico de Perón en sus presidencias.