En 1976 enmarcado como cantautor de protesta, debe dejar Argentina y se exila en México, donde continúa componiendo y peregrinando, nómada incansable, lleva su pensamiento y su arte al rededor del mundo. (se estima que ha recorrido 159 países, volviendo a muchos de ellos)
En 1984 regresa a Argentina con su nombre consagrado, donde ofrece un recital en el "Luna Park" , espacio reservado para los grandes, siguiendo Mar del Plata, donde cada noche cantaba para seis mil personas. En 1987 llenó el estadio de Fútbol de Ferrocarril Oeste, en Buenos Aires, con capacidad para cincuenta mil personas.
No crezca mi niño,
No crezca jamás,
Los grandes al mundo,
Le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona,
Cada día más,
Y pierde el camino,
Por querer volar.
Vuele bajo,
Porque abajo,
Está la verdad.
Esto es algo,
Que los hombres,
No aprenden jamás.
Por correr el hombre
No puede pensar,
Que ni él mismo sabe
Para donde va.
Siga siendo niño,
Y en paz dormirá,
Sin guerras,
Ni máquinas de calcular.
(Prosa)
Diógenes cada vez que pasaba por el mercado
Se reía porque decía que le causaba mucha gracia
Y a la vez le hacía muy feliz
Ver cuántas cosas había en el mercado
Que él no necesitaba.
Es decir que rico no es el que más tiene,
Sino el que menos necesita.
Es decir, el conquistador por cuidar su conquista,
Se convierte en esclavo de lo que conquistó,
Es decir, que jodiendo, se jodió.
Dios quiera que el hombre,
Pudiera volver,
A ser niño un día
Para comprender.
Que está equivocado,
Si piensa encontrar,
Con una chequera,
La felicidad.