Roberto Caballero, comenzó su editorial con el recuerdo del encuentro en 2004 entre Rodrigo Rato, entonces director del FMI y Néstor Kirchner: “Señor Presidente”, comenzó Rato, “tenía mucho interés en conocerlo personalmente, porque Lavagna siempre me habla muy bien de usted. Pero yo no le creo nada.” Néstor respondió: “Bueno, tengo que contarle que antes de reunirme con usted estuve con los obispos. Y les dije que tenía el honor de recibirlos a ellos que son los enviados de Dios, porque después iba a recibir al enviado del diablo.”
“Eso ocurrió en septiembre de 2004, cuando la Argentina estaba saliendo de la hecatombe económica, y comenzaba el proceso de la reestructuración de la deuda, Rato tuvo siempre una obsesión para marcarle al ex presidente Kirchner, las políticas económicas que tenía que aplicar el gobierno, y el caballito de batalla era siempre la inflación”, explicó.
“En el 2006, fue otro de los años clave, estaba hecha la reestructuración de la deuda y en una asemblea conjunta entre el FMI y el Banco Mundial, Rato criticó las políticas macroeconómicas del kichnerismo, ya que decía `iban a sobrecalentar los precios´.
“Dijo que las medidas administrativas tomadas por el gobierno argentino introducirían distorsiones y no serían efectivas, en el 2012 decía que los responsables argentinos sabían de la importancia de que cada uno de los países cumpliera con todos los compromisos con el FMI, y además planteó que la inflación de la economía era un peligro, y que la normalización de la economía necesitaba más en la estabilización de los precios que del tipo de cambio”. Este era el libreto, ¿Qué pasó con Rodrigo Rato?: Ayer fue preso por fraude, por lavado de dinero, el segundo de Aznar en España, un hombre del pensamiento duro y puro neoliberal. Un hombre que tenía soluciones para todos, un hombre que a partir de esas soluciones extorsionaba a los países y que seguía esas recetas”.
“Ayer les hablaba de Broda, Melconian y Espert; ellos decían que Rato era genial, que era lo que había que hacer, ¿Y cual era la obsesión de Rodrigo Rato? La inflación, pero el problema era que en la Argentina había más pobreza, desocupación, paro de la actividad económica”.
“Entonces no había que recalentar la economía, sino que había que revivirla”. “Ese era el planteo de Rato, y ayer tuvo un poco de justicia el mundo, Rato fue preso, por fraude, por lavado de dinero y yo también le voy a decir que para purgar un poco las consecuencias de sus recetas económicas, que empujaron a la miseria a millones de personas en el mundo”, dijo Caballero.
“Leía en la tapa de La Nación de hoy que aumentó la pobreza en el país y alcanza al 25,1% de la población, decía uno de sus títulos, que bueno que hoy ese diario se vuelva a ocupar de los pobres, lo que hace el Papa Francisco, que bueno que hayan desarrollado esa sensibilidad, porque cuando tuvieron que apoyar políticas económicas que producían millones de pobres que fabricaban pobres en masa, no tenían esa sensibilidad”. Por la pobreza Caballero dijo “creo que es bastante menos y creo que hace doce años los pobres eran más que el 60 por ciento, y yo hoy lo digo, que bueno que en este tiempo hayan recuperado un poco de corazón, y que se fijen en las personas por lo que son, por lo que tienen, y por lo que necesitan también”.
Caballero siguió su editorial refiriéndose al acto de Parque Norte, simbólico y donde Rául Alfonsín lanzó la idea del Tercer movimiento Histórico. Creo que Cristina lo más importante que planteó ayer fue una autocrítica, pedir perdón porque el peronismo fue el instrumento de las recetas neoliberales de la década del 90’. No salió en los diarios”.

“Y eso me pareció lo más importante, porque todos los que tenemos un corazoncito, nunca asumimos que esa parte de la verdad también hay que asumirla, fue Carlos Menem fue quien le abrió las puertas a Domingo Cavallo, quien ya era quien era, ya había estatizado la deuda privada, era un hombre de los bancos y las corporaciones”, reflexionó.
“Y no solo eso, también debería hacer una autocrítica el Radicalismo, porque también lo tuvo al mismo Cavallo en el gobierno de la Alianza, que terminó con el saldo social más trágico de la historia, vendría bien que el Radicalismo (excepto el Popular), hiciera una autocrítica también por el ex presidente Fernando De la Rúa”.
“Ojalá que ese sector del Radicalismo se reconcilie con la verdad. y que les de la posibilidad de elaborar una autocrítica, porque ese tipo de autocríticas construyen verdad en la política. Construyen una nueva noción que se ajuste a la realidad de los hechos; y no sólo a las consecuencias malas de la política”.
“Hay que reconocerle esto a Cristina, que logró concitar la adhesión de esta importante conciliación de radicales, que se reivindican hoy como integrantes del bloque que encabeza Cristina Fernández de Kirchner y que tiene que ver con el hecho de haber recuperado y vuelto a dar sentido a la política. Darle sentido quiere decir que de igualdad a la sociedad y progreso, porque si la política es solamente para garantizar los intereses y subordinarse a las corporaciones, es cuando la gente descree y pide “que se vayan todos”.
“La política después de estos años ha logrado recuperar su valor y el hecho de que sirva para algo.”
“Sirve para generar expectativa, sueño, capacidad de ilusionarse, los pueblos progresan a partir de lo que pueden proyectar y ayer se vio esto en Parque Norte. La política de verdad, soberanía nacional y popular, la política de un país en serio”, dijo.
“Ha resistido muchos embates, es la que le dijo no al FMI, la que resistió a Rato, la política que se sacó la deuda de encima, la política que pudo recuperar la autoridad estatal, para decirle no a los bancos y a los empresarios, le dijo no a los que querían una administrar un país como una estancia. Y esa política les dijo este es un país con 40 millones de personas”.
“Me encantó la consigna de Cristina que dijo ayer “No es necesario ser peronista para ser kichnerista, y no es necesario ser otra cosa, y el kichnerista no necesariamente tiene que ser peronista, ayer fue la sintesis entre los dos movimientos más apasionados de la democracia de la Argentina de los últimos años, el Alfonsinismo y el Kichnerismo”.
“Que también fueron partes dinámicas dentro del Radicalismo y del Peronismo, fueron por más contenido y sustento y desafiaron y corrieron los límites de lo posible”.
“La síntesis final eran las consignas: “Democracia para Siempre” que inculcaba Alfonsín y “Patria para Todos”, que es lo que incluyó el Kichnerismo en este siglo XXI”.
“Excelente sintesis de lo que debe ser un movimiento progresista, nacional, popular, transformador y que le de identidad a nuestra Argentina”. “Que bueno que eso haya pasado ayer; que bueno que haya ocurrido”.
“Que bueno que Clarín y La Nación hoy se ocupen de los pobres”, remató.
(Radio Nacional)








