Este 25 de febrero de 2014 PROYECTARIO cumple dos años. Es un honor para mi llevar adelante esta iniciativa comunicacional de la que participan muchas y muy buenas plumas de Mendoza y la Argentina. Día a día damos a conocer nuestra mirada acerca de temas políticos de orden provincial, nacional e internacional. He seleccionado ocho textos que me pertenecen para esta edición. Desde mañana y a lo largo de las próximas trece ediciones daré a conocer los últimos artículos de quienes más han participado en este sitio: Roberto Follari, Horacio Verbitsky, Pablo Salinas, Roberto Caballero, Guillermo Carmona, Hernan Brienza, Carlos Almenara, Luis Bruschtein, Alberto Lucero, Hugo Presman, Ramón Abalo, Sandra Russo, Raul Dellatorre. A cara descubierta y en forma decidida, quienes nos comunicamos a través de PROYECTARIO lo hacemos por la defensa y profundización del Proyecto Nacional y Popular que lidera la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Lo hacemos desde hace dos años y seguiremos en el mismo camino.
La monumentalidad del discurso refiere a todo lo repasado del último año de gobierno. Fueron muchos los números comparativos, que abarcaron además el conjunto de estos últimos diez períodos de los gobiernos del Proyecto Nacional y Popular, que permitieron volver a ubicar en su justa medida lo hecho y lo que queda por hacer.
La Presidenta brilló especialmente en varios transcursos, como cuando se detuvo especialmente en los avances que el Gobierno Nacional ha cristalizado en materia de Educación, área en la que se ha triplicado la inversión desde 2003 a la fecha.
Salud y Vivienda también sirvieron como estandartes para mostrar una gestión que ha sabido hacer eficiente el manejo del gran tema de la Economía, para llevar adelante al país que surgió del infierno de los críticos años 2001 y 2002.
Acerca de la reestructuración de deuda realizada en dos ocasiones, años 2005 y 2010 y que llegó al satisfacer al 93 % de los acreedores, Cristina fue contundente al dejar claro que no va aceptar que los llamados Fondos Buitre puedan cobrar sus acreencias con privilegios. Si quieren cobrar, deben someterse a las leyes argentinas, que fueron base para los dos canjes más grandes que reconoce nuestra historia.
Casi como una letanía del discurso por Cadena Nacional en el que hace días abordó el Acuerdo con Irán para destrabar la Causa AMIA, que pocas horas después envió para su tratamiento en el Congreso, la primera mandataria argentina defendió la posición oficial de este tema, tan caro a las relaciones institucionales, a la seguridad y los derechos humanos.
Haciendo referencia explícita a que no está interesada en la Reforma de la Constitución en el sentido mezquino que le atribuye buena parte de la oposición, referida a la reelección; se metió de lleno en el tema de la democratización de la justicia, que se pensaba abordaría.
Cerró con fuertes apelaciones a mejorar el servicio de Justicia, poniendo ejemplos de los más diversos en torno a la Seguridad, que bien sabemos se encuentra entre las principales preocupaciones de todos. Anunció el envío de proyectos de ley en diversos temas: revisión del Consejo de la Magistratura, votación de los jueces de alto rango, democratizar el acceso al sistema judicial… entre otros. Los próximos días se va a recalentar el año electoral al fervor del intercambio de ideas surgido por la presentación de estos proyectos, por lo que este discurso podría ubicarse claramente como el arranque de la discusión política en serio, de cara a las legislativas de octubre.
Frente a todos los legisladores integrantes de la Asamblea Legislativa, frente a Ricardo Lorenzetti, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y con las presencia de las fuerzas vidas en general, el sistema democrático argentino tuvo hoy otra jornada de confirmación del nivel de desarrollo que está alcanzando.
Marcelo Sapunar
