En el marco de un convenio de internacionalización de la extensión con la Universidad Alberto Hurtado (UAH) de Chile, los programas Profesor Mauricio López y Padre Jorge Contreras de la Secretaría de Extensión (SEU) recibieron a más de 30 estudiantes de 3º año de la carrera de Antropología perteneciente a esa institución. Durante una semana, llevaron a cabo prácticas con 7 organizaciones sociales que participan en los proyectos financiados por la SEU y realizaron aportes disciplinares a los procesos que vive cada una de ellas.
Acompañados por un equipo de docentes y el director de la carrera de Antropología, los 32 estudiantes tuvieron la oportunidad de establecer un diálogo con la comunidad a través de la experiencia de la extensión. Durante la semana en la que se llevó a cabo la práctica, propiciada por el convenio realizado por la Secretaría de Relaciones Internacionales e Integración Regional Universitaria, los estudiantes del país hermano convivieron con actores de diversos espacios y organizaciones sociales.
Juan Carlos Skewes, director de la carrera de Antropología de la UAH, aseguró que la extensión es formativa de por sí. Además agregó que, gracias a que es un proceso en el que la universidad no interviene desde el aula, sumado a la posibilidad de que este proceso se dé fuera de las fronteras nacionales, esta “extensión internacionalizada tiene la capacidad de crear hermandad, de crear vínculos, de crear posibilidades a futuro, pero también de revisarse críticamente en su práctica como sociedad, como cultura, como universidad”.
A su vez, Soledad Zalazar, docente de la UAH, dijo que “en términos institucionales es muy importante; el hecho de tener lazos con otras universidades que forman parte de la región da fuerza a un proyecto de carrera universitaria”. Expresó además que para los estudiantes es “una situación muy valiosa que ha implicado que ellos tengan que manejar distintos grados de complejidad, resolver problemas en el momento, adecuar sus herramientas de trabajo, comprender y ejercer de manera práctica una nueva forma de investigar, conocer y contribuir” al trabajo de los antropólogos.
Coordinados por sus docentes, siete grupos de estudiantes trabajaron con igual cantidad de organizaciones en nueve comunidades diferentes. Entre las organizaciones con las que llevaron a cabo las prácticas, se encuentran la Casita Colectiva de San José (Guaymallén), la OTRAL (en La Toma, Paramillo y Las Violetas), la UST (en Jocolí), el Comedor Inmensa Esperanza de Carrodilla (Luján de Cuyo), el Centro de Apoyo Educativo del Barrio La Gloria (Godoy Cruz), la Radio Los Sueños del Barrio Yapeyú (Las Heras), y la URGA del Barrio Belgrano (Las Heras).
En relación a la experiencia, Catalina Giménez, estudiante de la cátedra de Laboratorio de Etnología 5 perteneciente al tercer año de Antropología de la UAH, dijo que “no fue solo que nosotros íbamos a investigar y sacarles información, sino que se establecieron relaciones dialógicas en las que discutimos y pusimos sobre la mesa nuestras propias reflexiones de la realidad y de los problemas”. Para la estudiante, las experiencias de campo resultan muy nutritivas dado que en ellas los extensionistas aprenden “cuáles son sus límites, sus fortalezas y debilidades. En ese sentido, en términos metodológicos y epistemológicos, uno se va formando y va adquiriendo una forma especial de relacionarse con la gente”.
Skewes aseguró que “estamos creando un sentido de trascendencia; nacionalidad en un sentido positivo del término, que permite ahora mirarnos a nosotros y darnos cuenta de quiénes somos al otro lado de la Cordillera. Es una relación directa con las comunidades, una linda relación que esperamos desarrollar con la UNCuyo, con la Secretaría de Extensión, llevar la experiencia a Chile y educar a nuestra propia Universidad en formas de hacer vida académica fuera del aula”.
En relación a esto, agregó que los proyectos Mauricio López y el programa Padre Jorge Contreras son “el gran recurso que nosotros tuvimos para poder acceder a comunidades” que de otra manera habría sido imposible contactar. A su vez, Giménez rescató que “la UNCuyo es capaz de conectarse o de hacer el intento de conectarse con la sociedad en la que se encuentra, y para quien debe trabajar”. Sin embargo, remarcó que “siempre las cosas pueden ser mejores, puede haber mucha mayor relación de interdisciplina y con las mismas comunidades, estableciendo relaciones duraderas que aporten al desarrollo tanto de las comunidades como así también del conocimiento científico”.
Fabio Erreguerena, secretario de Extensión de la UNCuyo, señaló que esta es la primera vez que se realiza un intercambio de este tipo en la extensión en la UNCuyo, siendo más comunes aquellos relacionados con las funciones de docencia e investigación. Aseguró que hay intenciones de consolidar la relación con la UAH y profundizarla con el fin de mejorar las experiencias de extensión de ambas universidades. Además agradeció a las organizaciones sociales que participaron de las prácticas, aseverando que “son el actor central para el desarrollo de nuestro trabajo”.
(Secretaría de Extensión de la UNCuyo, 9 de octubre de 2013)