SU PRIMER TANGO
En 1924 estrena en Montevideo el insípido "Bizcochito", su primer tango, composición hecha a pedido del dramaturgo Saldías a quien hizo firmar como autor y fue estrenada por Juan Carlos Marambio Catán; luego, en 1925, el notable y revulsivo "Qué vachaché", en el que describía mordazmente la situación social que atravesaba el país. Fue editado por Julio Korn en 1926, y estrenado en un teatro de Montevideo por Mecha Delgado, bajo una total indiferencia. Enrique insistió en 1928 con "Esta noche me emborracho", que incorporó Roberto Maida a su repertorio en el teatro "Astral". Antes había escrito, junto con Armando, "El Organito". "En la escuela empecé por hacerme la rabona.(...) Y así seguí unos meses hasta que le dije a mi hermano Armando -yo vivía en la casa de él- que no quería ser maestro de escuela sino actor. Desde entonces lo que perdí en el colegio lo recuperé en la calle, en la vida. Tal vez allí, en ese tiempo tan lejano y tan hermoso, tal vez allí haya empezado a masticar las letras de mis canciones."(Enrique Santos Discepolo)
RETRATOS DEL DOLOR
Tenía una personalidad alegre, festiva y picaresca. Discépolo se transformó en "la voz del pueblo", mimetizándose con el dolor, el abandono y la injusticia que padecían los porteños en esos años. En esa época escribió varios éxitos, uno tras otro, como el ya citado "Esta noche me emborracho", a los que siguieron " Chorra", "Soy un arlequín", "Yira... yira...", "Victoria", "Qué sapa, señor", "Sueño de juventud", etc. En 1937 Gardel le había grabado "Qué vachache", pero no había concitado atención.
La línea que empieza con este tango, y madura en "Yira... yira...", se prolonga en los tangos "Qué sapa, señor" y desemboca, en 1935, en "Cambalache".
"Una canción es un pedazo de mi vida, un traje que anda buscando un cuerpo que le ande bien. Cuantos más cuerpos existan para ese traje, mayor será el éxito de la canción, porque si la cantan todos es señal de que todos la viven, la sienten, les queda bien." (Enrique Santos Discepolo)
Sola, fané, descangayada,
la vi esta madrugada
salir de un cabaret;
flaca, dos cuartas de cogote
y una percha en el escote
bajo la nuez;
chueca, vestida de pebeta,
teñida y coqueteando
su desnudez...
Parecía un gallo desplumao,
mostrando al compadrear
el cuero picoteao...
Yo que sé cuando no aguanto más
al verla, así, rajé,
pa' no yorar.
¡Y pensar que hace diez años,
fue mi locura!
¡Que llegué hasta la traición
por su hermosura!...
Que esto que hoy es un cascajo
fue la dulce metedura
donde yo perdí el honor;
que chiflao por su belleza
le quité el pan a la vieja,
me hice ruin y pechador...
Que quedé sin un amigo,
que viví de mala fe,
que me tuvo de rodillas,
sin moral, hecho un mendigo,
cuando se fue.
Nunca soñé que la vería
en un "requiscat in pace"
tan cruel como el de hoy.
¡Mire, si no es pa' suicidarse
que por ese cachivache
sea lo que soy!...
Fiera venganza la del tiempo,
que le hace ver deshecho
lo que uno amó...
Este encuentro me ha hecho tanto mal,
que si lo pienso más
termino envenenao.
Esta noche me emborracho bien,
me mamo, ¡bien mamao!,
pa' no pensar.