Empresarios de indumentaria y calzados presentarán hoy a Guillermo Moreno el plan Ropa para Todos, con seis tipos de prendas y cuatro de zapatos y zapatillas a precios bajos.
La Fundación ProTejer buscará hoy desempolvar un viejo proyecto de oferta de prendas a bajo precio, que denominan Ropa Para Todos, al que se adhirió la Cámara de la Industria del Calzado (CIC). La iniciativa que presentarán al secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, contempla seis clases de artículos –como camisas, jeans y remeras– a precios casi de producción, con lo que se evitan los abultados márgenes de ganancias que aplican las grandes tiendas comercializadoras en concepto de marca y también por costo de tarjeta de crédito, alquiler y llave del local. El proyecto está avanzado en cuanto a la oferta de modelos y precios y los potenciales fabricantes, pero todavía no se definió cuáles serán los canales de distribución. En este sentido, la intención es evitar la concentración de la venta sólo en grandes tiendas para que haya una mayor cobertura a nivel nacional.
La propuesta surgió de conversaciones que mantuvieron representantes del sector con Moreno durante la gira por Oriente que se llevó a cabo en enero, que incluyó Emiratos Arabes, Indonesia y Vietnam. “En ese momento nos pusimos a trabajar en un proyecto con ropa de acceso popular de industria nacional. El trabajo fue en conjunto con la Secretaría de Comercio, que colabora con la parte comercial y con los fabricantes”, señaló a este diario el presidente de ProTejer, Marco Meloni. La consigna sobre la que se trabaja es que los mayores aumentos en los precios se exhiben en las marcas premium, en donde se aplican márgenes en concepto de marca y de gastos de los locales en grandes shoppings o tiendas exclusivas. “Sin embargo, el consumo para este tipo de marcas es formadora de opinión”, agrega Meloni. La presidenta Cristina Fernández criticó días atrás el elevado precio de la indumentaria y advirtió que el sector podría perder protección.
El proyecto Ropa Para Todos incluye seis tipos de artículos, con prendas clásicas, según informó Meloni. El menú contempla artículos como pantalones de gabardina, jeans, remeras, camisas de distintos modelos y medias. Los precios serán consensuados en la reunión que mantendrán con el secretario de Comercio. Por su parte, la Cámara del Calzado se sumó al proyecto. “Si los resultados son buenos, la idea es ampliar la variedad de productos”, explicó Meloni. “La alianza con el sector Calzado permite complementar la línea de indumentaria con algunas ofertas en calzado de buena calidad tanto por precio como modelo. Algunos temas están muy avanzados y falta terminar de cerrar con las cadenas comercializadoras”, explicó a Página/12 el secretario de la CIC, Horacio Moschetto. “Queremos tener una oferta amplia, y no que esté exclusivamente en shoppings o grandes supermercados”, agregó. Meloni aclaró que en un primer momento se realizará a través de grandes tiendas, pero que luego se extenderá a todos los comercios del país. La oferta de calzado discriminará uso por trabajo, vestir, escolar y zapatillas. El objetivo de máxima es aglutinar este menú bajo una misma marca.
Moschetto explicó que existen propuestas de canales de venta alternativos al de los centros comerciales, los cuales cargan costos que afectan al precio final de venta. Por eso, una posibilidad sería la venta directa de fábrica.
“Esta ropa ya se consigue. Basta con ir a Once y la avenida Avellaneda, dentro del circuito legal, para adquirir ropa a precios populares. Esta iniciativa permite expandir esa oferta a otras zonas”, explicó Meloni. El directivo remarcó que los precios de las prendas de industria nacional se encarecieron menos que el valor del dólar, pese a que la hora hombre para el obrero textil –que representa el 40 o 50 por ciento de los costos empresarios del sector– se incrementó en 29 veces desde enero de 2002. “Esto se pudo lograr gracias a la gran inversión en tecnología y maquinaria que se realizó en la actividad, que en los últimos años acumula 2200 millones de dólares”, dijo.
Un relevamiento realizado por ProTejer advierte acerca de los desfasajes que registra la indumentaria desde el precio de costo hasta que llega a un centro comercial. Por ejemplo, un jean de “marca premium” puede tener un costo de fabricación de 96 pesos, aunque al público puede llegar a venderse en 621, con un margen de 550 por ciento. En una remera sucede lo mismo, al venderse a 260 pesos una confección que costó 36 pesos realizarla. El informe insiste en que el 40 por ciento del precio final es explicado por el gasto del alquiler de locales, marketing y costos financieros.
(Diario Página 12, viernes 12 de abril de 2013)