INTERNACIONAL / Buscan regular la prensa británica / Escribe: Marcelo Justo






Cameron rechazó la recomendación de la comisión investigadora del caso Murdoch para que promulgue una ley de medios.

El primer ministro David Cameron rechazó la promulgación de una nueva ley para la creación de un organismo supervisor de la prensa que ponga fin a las escuchas telefónicas y otros abusos de los medios británicos. El informe de más de 2000 páginas del juez Brian Leveson tras 16 meses de investigación propuso reforzar el sistema de autorregulación de la prensa y recomendó por primera vez desde el siglo XVII que el Parlamento legislase sobre el tema, abriendo a futuro la posibilidad de un sistema regulatorio totalmente independiente.


Esta recomendación del juez Leveson fue suficiente para que Cameron intentara una voltereta circense en su comparecencia ante la Cámara de los Comunes, que contaba con asistencia casi perfecta de los diputados. Cameron aseguró que apoyaba plenamente los principios del informe, pero propuso que la prensa presentase sus propias propuestas de autorregulación y promovió un diálogo entre los partidos para llegar a una resolución del tema. “Debemos tener mucho cuidado con una legislación que puede limitar la libertad de expresión y de prensa. El peligro es que esto crearía un vehículo para que los políticos hoy o en el futuro impongan regulaciones y limitaciones a la prensa”, dijo el primer ministro.

Cameron contó con el apoyo de una parte de su partido, el Conservador, pero quedó aislado respecto del resto del espectro político y la opinión pública. El mismo viceprimer ministro de la coalición, el liberal demócrata Nick Clegg, señaló que él apoyaba el informe Leveson sin reservas. El líder de la oposición laborista Ed Miliband le tendió una habilísima trampa al aceptar el diálogo interpartidario que propuso. “En los próximos días intentaré convencer al primer ministro de que respalde plenamente las recomendaciones del Juez Leveson. El premier no está del todo convencido, así que espero poder ayudarlo a que entienda que esto es lo que hay que hacer. Es una oportunidad histórica. En los últimos 70 años ha habido siete informes sobre la prensa. En el último, hace 20 años, se declaraba que era la última oportunidad de la prensa para poner su casa en orden”, señaló Miliband.

Una encuesta publicada ayer por The Guardian antes de la publicación del informe mostraba que el 80 por ciento de los británicos pensaba que era hora de que hubiera una regulación independiente de la prensa. Sin llegar tan lejos, el juez Leveson introdujo una cuña significativa al exigir una ley que apuntale el sistema autorregulatorio al que fortaleció con nuevas potestades. Según el informe, la comisión que supervise la prensa debe estar “libre de cualquier tipo de influencias de la industria periodística y el gobierno”, puede multar hasta un millón de libras (más de millón y medio de dólares) por violaciones al código de conducta y debe publicar cada tres meses todas las reuniones que se celebran entre periodistas, directores y propietarios de los medios, así como las que tengan los medios de prensa con la policía. La organización Hacked Off, formada por víctimas de las escuchas telefónicas, apoyó estas recomendaciones y calificó de “traición” la reacción del primer ministro. “Nos parece que las recomendaciones del juez Leveson son razonables y mesuradas. No se entiende para qué el primer ministro formó una comisión investigadora si no las iba a aceptar”, señaló un portavoz de la organización.


El primer ministro formó la comisión en julio del año pasado luego de que se revelara que el “News of the World” había interferido el celular de una adolescente desaparecida y surgiera una catarata de denuncias similares no ya de celebridades sino de víctimas de violaciones, familiares de los caídos en Afganistán e Irak o cualquier otro tema que hubiera captado el ojo mediático. En su momento pudo parecer una manera de calmar las aguas, pero muy pronto fue obvio que a Cameron el tiro le estaba saliendo por la culata. El desfile de políticos, artistas, periodistas, directores de medios (entre ellos el magnate mediático Rupert Murdoch) y víctimas de las escuchas reveló entre otras cosas la íntima relación de David Cameron con News International, el brazo británico del imperio Murdoch. Su reacción ante la publicación del informe deja en claro que esos vínculos siguen siendo para el primer ministro muy importantes.

(Diario Página 12, viernes 30 de noviembre de 2012)

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