MENDOZA / Es la economía… / Escribe: Pablo Salinas






La revolución industrial y la formación del capitalismo de libre competencia. La descolonización de América y la constitución de las relaciones de dependencia.

Conforme sostiene Hobsbawn “en la década de 1860 se conoce una nueva palabra en el vocabulario económico y político del mundo: “capitalismo”

El capitalismo será el centro de este trabajo, la formación del capitalismo como concepto del vocabulario económico, en aquellos tiempos de la década de 1860.

El capitalismo y su aparición deben vincularse al fenómeno que se produce cuando “La revolución industrial (británica) se había tragado a la revolución política (francesa)”

En efecto, el proceso ingles que entre 1775 y 1780 importaba anualmente de seis a siete millones de libras de algodón bruto, en 1792, cerca de 35 millones y 132 millones en 1810, la industria textil impulsaba la modernización de la industria química y mecánica, a la espera que el desarrollo general de las industrias desencadenara la revolución de los transportes y determinara el desarrollo de la industria metalúrgica, convertida a su vez en motriz.



Como bien sostiene Hobsbawn el drama del progreso significó que el mundo del tercer cuarto del siglo XIX estuviera formado por vencedores y víctimas, y a partir de allí, el drama no había que buscarlo en el apuro de los primeros sino lógicamente en el de los últimos.

Quizá la concepción capitalista del mundo estaba construida sobre la idea del libre mercado de Charles de Sismondi, plasmada en su obra publicada en 1803 y denominada “Tratado sobre la riqueza comercial”. Allí también analizaba la idea de los ciclos económicos y era crítico con respecto a la idea que postulaba que el equilibrio económico llevaría al empleo y la felicidad.

Sin embargo, junto con David Ricardo (que creó la teoría del valor) y Adam Smith, estos pensadores constituyen los economistas clásicos del libre mercado.

Pero sin dudas, el lugar privilegiado lo tiene Adam Smith, ya que este economista fundamentalista de la economía clásica tiene el privilegio de ser el que puso la piedra basal de la ideología capitalista.

En efecto, en 1776 en su obra “La riqueza de las Naciones” habló de la mano invisible y explicó cómo esta mano invisible, que es la capacidad autorreguladora del mercado, es decir la oferta y la demanda sin mas, era la clave del sistema económico.

Esta mano invisible de Adam Smith junto al laissez faire -popularizada por el fisiócrata Jean-Claude Marie Vicent de Gournay en la época del 1750- representan los fundamentos ideológicos del liberalismo clásico.

Pero este liberalismo clásico, que sustenta al capitalismo hasta la actualidad pretendió y pretende hacernos creer que el mundo capitalista es un mundo feliz y que el capitalismo, con su mano invisible, va a arreglar todos los problemas, y que solo la oferta y la demanda son capaces de dar progreso y bienestar.
El capitalismo se sustenta en esta ideología, pero cuando los grandes empresarios de Wall Stret dilapidan todo el dinero ganado en la timba financiera mundial, acuden al Estado para que los auxilie. Mientras ellos y sus empresas se enriquecen, desprecian la intervención del Estado a favor de los sectores desprotegidos pero cuando sus empresas se funden por sus malos manejos el Estado debe financiar su mala administración.

La crítica más certera al sistema capitalista conocida hasta la actualidad la desarrolla Carlos Marx, en “Das Kapital” (1867). Luego de haber redactado los Grundrisse de 1857-58 y los manuscritos de 1861-63, termina la tercera redacción del Tomo I en 1865. Finalmente en 1867 entrega la obra completa en Hamburgo.

El capital analiza y critica a la economía capitalista, allí describe el modo de producción capitalista entendido como un conjunto de relaciones sociales históricamente determinadas y establece su núcleo central.

En Das Kapital, Marx nos habla de la explotación económica y la dominación política, y explica cómo no hay una sin la otra.

Sostiene que el capitalismo no es eterno sino histórico y por lo tanto superable, y en este mismo sentido, Hobsbawn habla de la era del capitalismo con la idea de superar en algún momento a este sistema de dominación.

También Marx se esfuerza por explicar que el capitalismo no es reformable, puesto que el capitalismo siempre genera mas capitalismo, y como bien sostiene Nestor Kohan, “en este sentido político debe entenderse la carta a Becker del 17/4/1867 en la que Marx describe El Capital como el mas terrible misil que jamás se haya lanzado hasta ahora a la cabeza de los burgueses”
El capital no habla solo de economía. También reflexiona sobre el poder, la política, la lucha de clases y las relaciones de fuerzas entre grandes grupos sociales.

Luego vendrán quienes sostengan una visión funcionalista de la sociedad con Durkheim con su estructuralismo, pero siempre estará presente el pensamiento de Marx acerca del conflicto de clases.

El capital es una crítica profunda a la sociedad mercantilista y fetichista que da mas valor a las mercancías y al libre mercado que a los seres humanos.

En el eje de toda su crítica están los seres humanos puesto que quedan reducidos por la sociedad capitalista a meros factores de producción y sencillamente son tratados como un elemento más de las teorías capitalistas sin respetar la dignidad humana.

Marx entiende el capitalismo como un sistema mundial de producción, reproducción, explotación y dominación.

“El capitalismo constituye un sistema en movimiento: es un conjunto articulado de relaciones sociales que tienen un orden y una lógica (la estructura). Ese orden no está fijo ni es inmutable. Posee una génesis, un desarrollo y una crisis (la historia). Esa historia no es lineal ni evolutiva. Tiene saltos continuidades rupturas, avances, quiebres, retrocesos, nuevas crisis, recomposición y más crisis, en un devenir ininterrumpido. En el Capital, Marx intenta desentrañar cuales son las regularidades que rigen el movimiento lógico de esa estructura y su historia. El capitalismo, en tanto sistema, consiste en la producción de mercancías, plusvalor, subjetividad alienada, violencia, hegemonía y reproducción de la misma relación social de capital”
Sin dudas la dominación, el conflicto de clases y la situación mundial fueron analizadas por Marx y se pudo sacar a la luz el verdadero rostro del capitalismo.

En efecto, el capitalismo se mostraba como un sistema que beneficiaba a unos pocos y excluía a la gran mayoría. Se producía en Europa todo un fenómeno demográfico bien explicado en los mapas del libro de Eric Hobsbawn donde representa al mundo en 1847, el mundo hacia 1880 . Esclavitud y servidumbre en 1847, esclavitud y servidumbre en 1880 y el mapa mas ilustrativo llamado el mundo en movimiento donde muestra la distribución relativa de los emigrantes europeos y se puede tomar la dimensión de las grandes masas de población excluidas que se ven expulsadas a emigrar.

Pero debemos destacar y dar un lugar privilegiado a la Revolución Industrial Inglesa en el cambio total del modo de producción.

REVOLUCIÓN INDUSTRIAL EN INGLATERRA AL FINAL DEL SIGLO XVIII

La Revolución industrial en Inglaterra “no solo sustituyó una producción artesanal relativamente poco elástica por una producción industrial masiva; suscitó también la renovación completa de todas las actividades industriales”

Esta revolución industrial lejos de producir efectos positivos trajo aparejado el trabajo infantil, la explotación de la mujer, la marginación de grandes sectores de la sociedad del mercado laboral y distintos problemas graves para la humanidad.

Al producir un nuevo tipo de economía y de civilización material esta revolución estableció una diferencia aún más marcada entre los países europeos y sus colonias.

Las penurias que produjo esta revolución en la sociedad se ve reflejada en el testimonio de un niño de 12 años de Inglaterra quien manifestó: “No tengo mas ropa que la de mi trabajo: algunos pantalones y una chaqueta rota… arrastro las vagonetas bajo tierra a lo largo de una media legua, ida y vuelta. Las arrastro durante once horas diarias con la ayuda de una cadena atada a mi cintura. Las heridas que tengo en la cabeza me las he hecho descargando vagonetas. Los hombres del equipo al que estoy atado trabajan desnudos, salvo un casco en la cabeza. Algunas veces cuando no voy rápido, me golpean.”

Fue en Inglaterra donde se inventaron maquinas capaces de producir mas rápido que los artesanos.

La rapidez era necesaria para los empresarios a fin de competir en la producción y la comercialización. Este concepto mercantilista, el fenómeno del capitalismo y sus beneficios proclamados, dejó de lado el necesario compromiso humano y produjo un gran desarrollo industrial pero una marginación y explotación de las clases empobrecidas sumadas al menoscabo de la dignidad humana.

La nueva clase obrera regida por los principios del derecho civil no tenía protección frente a las clases empresariales que sencillamente podían prescindir de vastos sectores acudiendo a la gran oferta de mano de obra esclava, las mujeres y los niños trabajaban en condiciones de cuasi esclavitud.

Este era el gran capitalismo, el que se pregonaba como creador de trabajos a través de la gran mentira de la “mano invisible”, la gran mentira del “progreso” y otras mentiras que se producirán mas tarde del “derrame” y cosas similares para apuntalar la explotación y el genocidio social.

Este sistema fue implantado en las colonias destruyendo a las economías locales y produciendo grandes marginaciones sociales y cambios producidos por la lógica del beneficio para los que dominan los medios de producción.

En muchos casos las familias obreras incapaces de mantener a sus hijos, debían entregarlos a hospicios y orfelinatos, estas instituciones enviaban a los niños a las fábricas, en las que trabajaban en condiciones de cuasi esclavitud. Las ciudades europeas crecían y marginaban a grandes sectores sociales. Estos sectores eran a la vez explotados y privados de una vida digna, por lo que buscaron en otras tierras condiciones mínimas de existencia que Europa no otorgaba.

“En la segunda mitad del 800 predominó la idea liberal de que la relación laboral es una relación privada”

Esto produjo que no existiera un derecho laboral y que las relaciones de lo que mas tarde sería el derecho laboral fueran regidas por el derecho civil donde las partes son consideradas iguales cuando en realidad esto es una ficción por que existe una parte fuerte que es la parte patronal y dueña de los medios de producción y una parte débil que es la mano de obra laboral.
Esto produjo tremendos efectos, jornadas agotadoras de trabajo, bajo salario, inestabilidad laboral, trabajo desproporcionado de mujeres y niños, desnutrición, alcoholismo, hacinamiento, prostitución, mortalidad.

Grandes cantidades de prostitutas Bretonas en Francia, grandes cantidades de mujeres y niños explotados y usados como mano de obra para tareas que los adultos no podían realizar.

En Europa se llegó a fines del siglo XVIII a prohibir gremios y asociaciones profesionales (Francia: Edicto de Turgot y mas tarde la ley Le Chapelier, 1791; Inglaterra 1799) reduciendo el contrato de trabajo a un contrato común de locación de servicios de índole civil.

Pero esto también produjo como contrapartida el nacimiento –junto con otras causas- de los movimientos sociales reformistas con Saint Simon, Proudhon, (socialistas), Le Play, Ketteler (catolicos).

Dentro de los revolucionarios encontraremos a los anarquistas con Bakunin, Kropotkin y los comunistas, Marx y Engels.

También esta situación de explotación produjo un impacto en la jerarquía eclesiástica, que se vio obligada a pronunciarse a través de la encíclica Rerum Novarum del Papa León XII en 1891. Al ver que las proclamas de los trabajadores y grandes sectores sociales eran adoptadas por el marxismo, éstos intentaron también congraciarse con sus fieles.

Todo este fenómeno producido en los países europeos produjo el flujo de inmigración a ciudades de Estados Unidos y a Buenos Aires para 1880 creando verdaderos flujos de inmigración europea, a lo que debe sumarse la carestía Irlandesa que también envió a grandes proporciones de población de Irlanda a emigrar.

Tal es así que surgieron movimientos anti católicos para agredir a los inmigrantes irlandeses que profesaban esa religión en Estados Unidos y otros países europeos, grupos llamados “I Know Nothing” (no se nada), que es la respuesta norteamericana nativa a la afluencia de los Irlandeses hambrientos.

La xenofobia y el racismo afloraban también en los países que crecían gracias a la inmigración.

Todo este fenómeno también se va a producir en Argentina cuya generación del 37 y del 80 se preparó para la inmigración “deseable” que era la migración Inglesa y trabajadora, pero recibió finalmente una corriente inmigrante “indeseable” para los oligarcas de estas generaciones, constituida por Italianos pobres y excluidos, gente de Europa del Este muerta de hambre y sectores desprotegidos de Europa que no eran los imaginados por las oligarquías porteñas y Argentinas dominantes.



En síntesis
“El punto de partida del desarrollo fue el sojuzgamiento del trabajador. La etapa siguiente consistió en un cambio de forma de ese sojuzgamiento. Sin embargo, los objetivos que nos hemos trazado no exigen, ni con mucho, el análisis del movimiento medieval. Aunque la producción capitalista, esporádicamente, se estableció ya durante los siglos XIV y XV en los países del Mediterráneo, la era capitalista sólo data del siglo XVI. Allí donde florece, hace ya mucho tiempo que se ha llevado a cabo la supresión de la servidumbre de la gleba y que el régimen urbano medieval ha entrado en la fase de su decadencia”

Si bien Marx anunció su decadencia, el capitalismo tuvo forma de perpetuarse y de ser la base del sistema de dominación de los países desarrollados con respecto a nuestros países ex colonias, que fueron a partir de 1810 independientes políticamente pero dependientes económicamente, lo que generó clases oligárquicas locales al servicio de los capitalistas extranjeros, lográndose la dominación económica y la dependencia.

Podemos decir que la economía política de los procesos coloniales es la economía del mercantilismo y el libre cambismo aplicados con países que son colonias o fueron colonias y no pueden competir ni con los barcos ingleses ni con las industrias inglesas o europeas. La expansión imperialista se fundó principalmente en lo económico que era lo que realmente interesaba a las clases dominantes. Esta expansión imperialista se basaba principalmente en el dominio económico mundial a través del capitalismo y la dominación.

Esto fue configurando el mundo actual globalizado para los grandes capitales y la timba financiera, lleno de muros para los inmigrantes latinoamericanos o provenientes de países pobres.

Las mercaderías traspasan las fronteras fácilmente pero las personas no pueden superar el muro construido sobre el río bravo.

Los mexicanos no pueden buscar un futuro mejor en Estados Unidos ni los Latinoamericanos en Europa y las remesas cada vez pagan mayor cantidad de impuestos.
Esta claro que la dominación imperialista surgió y se desarrolló a partir del sistema capitalista en lo que constituyó su gran era, la era del capitalismo.

En definitiva, la revolución industrial inglesa y el capitalismo son los caballitos de batalla y los alfiles de esta situación mundial de sojuzgamiento de grandes sectores aún hoy marginados y desprotegidos.




Bibliografía
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