Desde La Colectiva, Merchán propone un acercamiento al kirchnerismo para “celebrar los avances y ser parte de ellos”, pero también para abrir el debate sobre temas “como los agrotóxicos o la minería a cielo abierto”.
Paciente, pero constante, Cecilia Merchán fue una de las diputadas que lograron hacer avanzar en el Congreso proyectos que dividieron transversalmente a todos los bloques parlamentarios, como la ley de género y la de matrimonio igualitario, y otros que obtuvieron un respaldo mayoritario, como femicidio y muerte digna. Licenciada en Comunicación, Merchán también impulsó la declaración de interés público de la producción de papel para diarios y los 21 puntos de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, base para la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual –ahora reclama no sólo la aplicación del artículo de desinversión que los grupos monopólicos frenaron en la Justicia, sino también que se cumpla el reparto de un tercio de las licencias entre organizaciones sin fines de lucro–. Luego de su ruptura con Libres del Sur por la postura de “combatir” al gobierno nacional adoptada por el partido, la ex diputada cordobesa volvió al llano y formó La Colectiva, una organización político-social que articula con distintas vertientes kirchneristas una agenda de debate que incluye desde los agrotóxicos y la minería a cielo abierto hasta la legalización del aborto.
–¿Por qué rompió con Libres del Sur?
–La diferencia central fue la visión de la realidad y de la política argentina. La visión de que este Gobierno retrasa o que es un Gobierno al que hay que combatir constantemente no es una visión acertada en lo más mínimo. Para mí, este Gobierno ha sido en estos años la condición para que un montón de demandas hayan tenido la posibilidad de concretarse. El enemigo no es el Gobierno, el enemigo son las corporaciones. Si hubiéramos pensado que este Gobierno no iba a avanzar nunca en nada, la ley de medios no hubiera sido posible a pesar de que cuando empezamos a discutirla el Gobierno había prorrogado las licencias al Grupo Clarín y aceptado la fusión de Cablevisión. Sobre todo porque este Gobierno, cuando está frente a una contradicción, termina por avanzar. Lo mismo pasó con las AFJP y ahora con YPF.
–¿Qué es La Colectiva?
–Un espacio reciente, embrionario, de militancia real, donde se pueden unificar hombres y mujeres que vienen llevando adelante distintas peleas en el campo político y social, en educación y cultura, en género y diversidad, medioambiente y recursos naturales.
–¿Esa militancia está dentro del kirchnerismo?
–Creo que estamos dentro del kirchnerismo aunque no estemos alineados dentro de una de sus estructuras, pero sí interactuando con varias de ellas. Si queremos establecer una agenda de discusión debemos proponerla, porque si no tampoco hubiésemos avanzado con el matrimonio igualitario o con la ley de muerte digna. Cuestiones que no formaban parte de las prioridades del Gobierno, pero que el propio Gobierno termina por aceptar. Tenemos que celebrar los avances y ser parte de ellos. Pero también queremos discutir otros temas, como los agrotóxicos o la minería a cielo abierto, así como un sistema tributario diferente o cómo avanzar con los ferrocarriles. Junto a otros sectores, creemos que esas discusiones son posibles y son momentos en que es necesario ir en esa dirección porque o nos atrevemos a avanzar o retrocedemos, estancados no nos vamos a quedar.
–¿Con qué organizaciones kirchneristas trabajan?
–Con varias: La Cámpora, el Movimiento Evita, Nuevo Encuentro.
–La Cámpora no se caracteriza por impulsar temas que no estén dentro de la agenda prioritaria para el Gobierno.
–Por eso no estamos dentro de La Cámpora, pero creemos que es posible trabajar junto a ellos. Vamos a acordar en algunas cosas y en otras no.
–¿Qué opina sobre el fallo de la Corte sobre la ley de medios?
–El fallo sobre el artículo 161 es importante, pero no es el único tema que hay que solucionar. En la Coalición por una Radiodifusión Democrática dimos la pelea porque el espacio audiovisual se repartiera en tercios entre los privados, el Estado y las organizaciones sin fines de lucro. La desinversión fue paralizada en la Justicia aunque ahora con el fallo de la Corte se empezaría a aplicar. Pero tampoco se avanzó en el reparto para las organizaciones sin fines de lucro. Ahí falta una decisión política y es necesario que las organizaciones del campo de la comunicación y la cultura volvamos a dar pelea para que la ley se cumpla en su totalidad.
–¿Considera posible que el Congreso trate la despenalización del aborto?
–En este tema hemos dado un paso importante con el fallo de la Corte, que tampoco es casual. El fallo se da en abstracto, en el que la Corte no necesitaba pronunciarse porque toma un caso de una niñita que ya había abortado. Creo que esa decisión judicial se toma porque la sociedad habla del tema, lo discute y donde mayoritariamente está a favor de que se trate. Luego del fallo queda liberada la discusión si en el Congreso se debe tratar el aborto no punible o la legalización y despenalización de todo los casos. Tenemos la oportunidad de discutirlo en el marco de la comisión que va a reordenar y actualizar el Código Penal, aunque el tema es tan tabú que en lo único en que se han puesto de acuerdo hasta ahora es en que éste va a ser el único que no se va a tocar, pese a que están (Ricardo) Gil Lavedra y (Eugenio) Zaffaroni, que tienen una posición a favor de tratarlo. Igual creo que lo vamos a lograr.
–¿Comparte la postura de volver a reformar la Constitución?
–Estamos dispuestos a discutir la reforma de la Constitución por un montón de motivos. Podemos tomar ejemplos de otros países, como las constituciones de Bolivia y Ecuador, que son muy ricas en su concepción y en su diversidad, como lo del “buen vivir”, un elemento básico surgido de los pueblos originarios.
–¿Que incluya también la re-relección presidencial?
–Antes que eso hay que discutir todas las otras opciones, es claramente un debate abierto que también se ha dado en otros países latinoamericanos. De todos modos, no creo que sea la prioridad hoy. No tiene que ser el objetivo de una reforma.
(Diario Página 12, lunes 28 de mayo de 2012)