La promesa de participación de la mayor productora y administradora de reservas de gas en el mundo fue el mayor saldo que recogió Cristina en múltiples reuniones bilaterales. Cálida conversación con el flamante presidente francés.
Desde Los Cabos
Cruce con David Cameron, sesión con los presidentes del G-20, reunión con Hu Jintao, audiencia con Vladimir Putin, almuerzo con los jefes de Estado, otra audiencia con François Hollande, y hasta un breve contacto con Mariano Rajoy. Esa fue la agenda de Cristina Fernández de Kirchner en su último día en Los Cabos. Ayer por la tarde partió hacia Río de Janeiro, donde participará de la cumbre climática. Los encuentros cara a cara con los presidentes de China, Rusia y Francia fueron trascendentes. El anuncio más destacado tras las reuniones fue que YPF y la rusa Gazprom iniciarán trabajos conjuntos. “Los presidentes de YPF y Gazprom se pondrán en contacto para que sus equipos técnicos empiecen a trabajar juntos en la búsqueda de coincidencias”, informó el canciller Héctor Timerman. La empresa rusa es la más grande del mundo en su actividad. Lo que busca el gobierno argentino es generar una corriente de intercambio que puede derivar en la realización de inversiones conjuntas en la exploración y explotación de hidrocarburos. En particular, en los shale, o no convencionales, donde existen reservorios prometedores en el país. CFK, además, invitó a Putin a visitar el país y el ruso prometió hacerlo
Las bilaterales con Putin y Hollande estaban previstas. La que se hizo con Hu Jintao no. Se concretó sobre la marcha aprovechando que el primer ministro chino, Wen Jiabao, visitará el país el próximo domingo para celebrar los primeros cuarenta años de relaciones diplomáticas entre ambas naciones (ver aparte). El vínculo con el gigante asiático es fundamental para la Argentina, sobre todo en materia comercial.
El contacto con el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, en cambio, fue prácticamente casual. “Sí, la saludé, que es lo natural y educado”, respondió el mandatario ibérico al ser consultado sobre su breve contacto con la presidenta argentina.
Más emotiva para la Presidenta resultó la reunión con Hollande. “Yo conozco mucho lo que hizo su marido y lo que está haciendo su gobierno”, le dijo en tono elogioso el presidente francés. Fue una de las reuniones que más esperaba el Gobierno, por el relanzamiento que puede producirse en la relación entre ambos países. Fernández de Kirchner tuvo varios cruces en el pasado con Nicolas Sarkozy, incluso en cumbres del G-20. Hollande también se refirió a los “momentos muy difíciles” que le tocó vivir a la Argentina hace algunos años, al aludir a la crisis de 2001, y en ese sentido subrayó que “Francia estuvo en la Argentina en aquellos años y vamos a seguir estando ahora”. “Desde Francia y la Unión Europea queremos aumentar nuestros vínculos y relaciones con la Argentina y con América latina”, agregó. En tanto, la jefa de Estado le transmitió: “Queremos que Europa encuentre rápidamente una salida a la crisis porque será mejor para todos”, según comentaron fuentes oficiales
Pero desde el punto de vista económico, la entrevista más significativa fue con Putin. No sólo por lo que representa la disputa energética en este momento para Argentina, sino porque además abre la posibilidad de acercar al jugador mundial más importante que existe hoy en el mercado de hidrocarburos. Gazprom, empresa estatal que Vladimir Putin “salvó” de las privatizaciones cuando llegó por primera vez al gobierno, maneja el 70 por ciento de las reservas probadas de gas en Rusia y representa nada menos que el 20 por ciento de la producción mundial. Administra 156 mil kilómetros de tuberías sólo en territorio ruso, pero además todos los caños que alimentan el 45 por ciento de la demanda alemana, el 25 por ciento de Italia y Francia, el 80 por ciento de Grecia, y más. Su expansión es de tal magnitud que Europa dictó una norma regulatoria que impide la integración vertical en una sola mano, que todos conocen como “la cláusula anti Gazprom”. Si Argentina despierta el interés del gigante ruso, seguramente les quitará el sueño a muchos grandes petroleros de otros orígenes.
(Diario Página 12, miércoles 20 de junio de 2012)